En un año toda la oferta de utilitarios del grupo Volkswagen quedará renovada. Con el recién estrenado Seat Ibiza, y aún sin fecha oficial para el lanzamiento el nuevo Skoda Fabia —aunque, según nuestras previsiones, debería estar listo de aquí a un año—, todo parece confirmar que el Volkswagen Polo estará listo para su aparición tras el Salón de Frankfurt. Así lo indicábamos en nuestro último informe de novedades y así lo han hecho fuentes de la marca a la revista Autocar.
La sexta generación del Volkswagen Polo se mostraría, por tanto, en septiembre y, probablemente, uno o dos meses más tarde llegará a los concesionarios. Dejará atrás la plataforma PQ25 para contar con la derivación de la MQB para utilitarios, la A0, lo que supondrá contar con una suspensión revisada y una nueva gama de motores, en la que se reducirá el peso de la oferta Diesel, centrada en el 1.6 TDI y con entre 80 y 115 CV.
Volkswagen Polo, apuesta por los motores TSI
De hecho, Volkswagen apostará fuerte en el Polo por los motores de gasolina. El motor básico de la buena parte de la gama será el 1.0 de tres cilindros, atmosférico y sobrealimentado, con potencias entre algo más de 60 y 115 CV. Su aparición jubila al 1.2 TSI. Además, se producirá una versión apta para el uso de Gas Natural y otra microhíbrida, que contaría con el apoyo de un motor eléctrico, al estilo, por ejemplo, del que se emplea en las versiones Hybrid Assist de Renault.
En cuanto al 1.4 TSI, también será reemplazado pero, en este caso, por el también cuatro cilindros 1.5 TSI Evo que se estrena en el Volkswagen Golf y contará con distintas variantes comprendidas entre los 130 y los 150 CV. Si uno de los 1.0 TSI será el corazón de los Volkswagen Polo BlueMotion, el más potente de los 1.5 TSI Evo lo será de la versión Volkswagen Polo GT. Sin embargo, la concurrencia de ésta no eliminará la posibilidad de que exista un Volkswagen Polo GTI, un coche para el que se recurriría al 2.0 TSI con, como mínimo, 200 CV.
Será más largo y más ancho que el Volkswagen Polo actual —recordemos, 3,97 y 1,68 m, respectivamente— aproximándose, e incluso superando, las dimensiones del Seat Ibiza, ya próximo a los 4,10 m de largo. Parte de ese crecimiento del utilitario de Volkswagen se basará en una distancia entre ejes crecida hasta los 2,56 m, así como más anchura de vías; todo lo que se debería plasmar en un claro crecimiento de su habitabilidad interior.
Con carrocerías de tres y cinco puertas, la incógnita está en saber si habrá una versión todocamino, a semejanza de la CrossPolo —entre sus rivales estarían los Hyundai i20 Active, por ejemplo— que, dadas la posibilidades técnicas de esta plataforma, incluso estaría capacitada para contar, ya no sólo con tracción delantera, sino hasta con tracción total: no hay que olvidar que la MQB se emplea también en coches como el Skoda Kodiaq, Seat Ateca o el mismísimo Volkswagen Tiguan.
Ni que decir tiene que habrá un salto en relación a equipamiento tecnológico, conectividad basada en la pantalla digital táctil y ayudas a la conducción, así como en calidad, pues la pretensión de Volkswagen es que el Polo siga marcando diferencias respecto a sus rivales.
