Para quien pensara que ya no quedaban coches con el que impresionar al vecino, Mercedes ha decidido lanzar el Clase A 2018. Eso sí, como diría un vendedor de coches, tienes que conseguir sentarlo dentro. Será fácil, porque en cuanto mire por la ventanilla y vea una gigantesca pantalla flotando sobre el salpicadero, te pedirá que se lo enseñes por dentro. Ya te contamos el viernes cómo será su nueva generación al detalle (puedes leerlo aquí), pero ahora podemos explicarte lo mejor de él y qué nos ha parecido al sentarnos por primera vez dentro. Aun no hay precio, que se conocerá a principios de marzo, cuando comience su comercialización. Y lo que hemos visto sorprende, tanto por el agradable tacto y presencia de los materiales, sensación de solidez de los mandos más convencionales -sea el tirador de las puertas o los pulsadores de los elevalunas-, como por la agradable iluminación ambiental, con 64 tonos posibles.
MBUX , estreno en el Clase A
Si por algo destaca el más pequeño de los Mercedes, es por haberse convertido en el Mercedes más moderno en cuestiones telemáticas con MBUX, acrónimo de “Experiencia de Usuario de Mercedes-Benz”. Incluso si estás acostumbrado a un Mercedes de última generación, el Clase A también te sorprenderá, para empezar porque sus pantallas no tienen visera, parece una gigantesca tableta colocada en vertical sobre el limpio salpicadero. Habrá que ver cómo resuelven tanto la luminosidad como los reflejos, porque solo nos pudimos subir a los nuevos Clase A dentro de una nave industrial.
¿Te acuerdas de los mandos giratorios con los que BMW y luego Audi y Mercedes “rompieron” el manejo de los coches? Pues han desaparecido. La rueda de mando sobre la consola central del resto de los Mercedes ya no está. Para Mercedes, el tacto, y los movimientos de deslizar suavemente el dedo sobre una superficie es lo más intuitivo y así han procedido: en España el “touchpad” sobre la consola central es de serie. Puedes manejar lo que aparece en la pantalla desde él, pero el conductor también puede controlar cuadro de instrumentos y pantalla de entretenimiento desde las dos pequeñas superficies táctiles para los pulgares, situadas sobre los radios superiores del volante. Subir y bajar por los menús, pasar de uno a otro con un movimiento lateral del pulgar, confirmar presionando, es totalmente fácil, suave e intuitivo.
Si nada de esto te gusta, hay una tercera manera de “trastear”, porque la pantalla central ahora es táctil y podrás manejarla a tu antojo, con respuesta inmediata a esos movimientos que ya has aprendido de móviles y tabletas (pero de los buenos). “Usamos el último chip disponible de Nvidia”, usan como reclamo sus responsables. Eso sí, el dibujo 3D que se nos presenta para que movamos y seleccionemos “pinchando” en cierta zona –luces, chasis, etc- no es aún de un Clase A…
De serie la pantalla central es de 7 pulgadas, pero las que vimos eran de 10,2 pulgadas. La instrumentación como tal no es táctil, es digital, sobre una pantalla también de 7 pulgadas de serie, pero también mostraron únicamente la variante superior, la opcional versión “ampliada” de 10,2 pulgadas. Su resolución parece similar a la pantalla situada al alcance del pasajero.
La pantalla central es tan grande que siempre podrás ver simultáneamente navegación –eso, si no te la has llevado a la pantalla de “instrumentación” para tenerla delante-, teléfono y la radio, para así poder manejarlas con una sola acción.
Con la variante ampliada del MBUX la instrumentación es configurable, se puede elegir la información que presenta cada uno de los dos “relojes”, intercambiar su posición, o mostrar los ya clásicos estilos de relojes confort, sport o uno con la información mínima imprescindible. Se podrán elegir perfiles de usuario, cada uno con su información preferida, así como áreas temáticas para cada usuario.
En el futuro es posible que se pueda regular para cada usuario un nivel de prestaciones –para prestarlo a alguien novel, por ejemplo- o definir temas, como el grado de privacidad:, eso sí, todos los datos, dicen, son exclusivamente por y para el usuario, y no se intercambiaran con compañías de seguro, por ejemplo. El perfil del usuario “Mercedes me” será único, y se lo “llevará” el usuario al subirse a otro Mercedes.
Estreno en Mercedes del Linguatronic inteligente
El segundo modo no táctil de manejar la mayoría de funciones (unas 600) que no interfieren directamente en la conducción es mediantes órdenes vocales en el Linguatronic. Conserva el nombre, pero por debajo hay inteligencia artificial. No digas “Siri”, ni “Alexa”, sino que al asistente del MBUX lo invocarás con “Hey, Mercedes”. MBUX estrena la capacidad de dialogar con el conductor, es capaz de aprender de los hábitos del usuario y ofrecerle recomendaciones, también entender cada vez mejor cualquier peculiaridad del habla. El sistema en teoría es capaz de dar respuestas orales no siempre idénticas, pero no lo pudimos probar en castellano. Además, puede entender instrucciones concatenadas y no directas, como por ejemplo “tengo frío”, en lugar de “fijar la temperatura en 24 grados”. Funciona incluso sin conexión a internet, aunque los servicios en la nube deberían explotar al máximo sus cualidades.
El sistema MBUX estará preparado para recibir información de infraestructura inteligente de la vía y de comunicación con otros coches. Por ejemplo, en caso de activación del ESP de otro coche, de una frenada de emergencia, etc, el sistema de navegación podrá advertir al conductor de que delante hay una situación de peligro. ¿Algo más del día a día? El coche puede enviar una alerta al móvil del usuario si mientras está aparcado recibe un golpe. Y allá donde exista, podrá recibir información de plazas de aparcamientos libres, así como precios en tiempo real de combustibles y otro tipo de conocimiento relevante. Estos servicios se intregrarán dentro de Mercedes me connect, parte de la colección de aplicaciones Mercedes me. Son los cimientos que, probablemente, constituirán los servicios que en el futuro definirán la bondad y prestaciones de un coche, más que la velocidad u otros conceptos.
Hay más facetas llamativas que llegan con el Clase A, como integrar la navegación “What3words”, para llegar incluso a lugares sin urbanizar y ubicar sin cartografía cualquier ubicación del mundo, con una precisión de tres por tres metros, con solo tres palabras y en cualquier idioma.
Aún más impactante –a juzgar por los videos demostrativos- la opción de navegación con realidad aumentada que, con la ayuda de una cámara frontal, permite añadir a la imagen real los números de las calles o la indicación precisa mediante flechas del momento de girar.
Seguridad tomada del Clase S
Más allá de lo que se ve, el Clase A recoge los últimos avances de seguridad de Mercedes, los de su máximo exponente, el Clase S. En su “Intelligent Drive” se incluye el control de crucero adaptativo Distronic con capacidad para ajustar la velocidad automáticamente al llegar a rotondas o cruces. Por supuesto, cuenta con frenada automática de seguridad, reconociendo posibles atropellos de peatones o ciclista.
En caso de detectar que alguien colisionará con nosotros, activará automáticamente los frenos para inmovilizarlo y disminuir riesgos. También ayudará al adelantamiento iniciándolo automáticamente –si es posible- al accionar el intermitente a más de 80 km/h y, esto es primicia, avisa de presencia incluso de ciclistas acercándose si se intenta abrir la puerta.
El coche que hay en el Clase A
Ya habíamos dicho que por fuera es bastante más largo que antes, con algo más de batalla, más altura y una puerta posterior retrabajada para que accedan mejor los pasajeros. El maletero ha crecido en 29 litros, hasta los 370. En España la versión básica será la Progressive, el segundo de los escalones de Mercedes, que incluirá llantas 17 pulgadas –el máximo en opción serán 19-, faros LED High Performance –en lugar de halógenos, pero están disponibles los Multibeam LED, variables-, cámara de marcha atrás, climatizador Thermotronic y una suspensión rebajada en 15 mm, aunque dentro de una especificación de confort. Además, se ofrecerá la terminación AMG Line.
En la construcción dicen haber tenido en cuenta la reducción del ruido como algo fundamental. La presencia de elementos aislantes es muy visible al levantar el capó –curiosamente, no en el capó mismo-, con un espumado sobre el motor y un enorme aislante termoacústico, entre el motor y el habitáculo, ligeramente separado del propio mamparo, para mayor eficacia.
En cuanto a las suspensiones, dicen que se ha trabajado en el aligeramiento, en procurar mejor filtrado de lo que sucede en la vía, aunque las versiones menos potentes –A180d y A200- se contentan con un eje trasero torsional, en lugar del multibrazo que vendrá en las más dinámicas. Opcionalmente, habrá amortiguadores regulables.
¿Cambio automático? Solo de tipo doble embrague en el Clase A
Por si no conoces un Mercedes, te diremos que la palanca de cambios va donde siempre en los Mercedes automáticos: es la palanquita pequeña derecha en la columna de dirección, que se ve en las fotos tras el volante. ¿No hay manuales? Sí, el motor pequeño de gasolina –A200- dispondrá de una caja manual de seis marchas, revisada para disminuir las fricciones internas. Como caja de cambio automática se ofrece una caja robotizada de doble embrague, con denominación 7G-DCT. En realidad hay dos 7G-DCT diferentes, una para A180d y A200, mientras que el A250 lleva una especificación propia. En ambos casos, los embragues de la caja 7G-DCT trabajan en aceite, mientras que los pasos de marcha son mediante un accionamiento electromecánico.
|
A 200 |
A 200 |
A 250 |
A 180 d |
Cambio |
7G-DCT |
MT 6 |
7G-DCT |
7G-DCT |
Potencia en kW/CV |
120/163 |
120/163 |
165/224 |
85/116 |
a rpm |
5.500 |
5.500 |
5.500 |
4.000 |
Par motor máximo (Nm) |
250 |
250 |
350 |
260 |
a rpm |
1.620 |
1.620 |
1.800 |
1.750-2.500 |
Consumo mixto de combustible (l/100 km) |
5,1 |
5,6 |
6,0 |
4,1 |
Emisiones de CO2 en el ciclo mixto (g/km) |
120 |
133 |
141 |
108 |
Aceleración 0-100 km/h (s) |
8,0 |
8,2 |
6,2 |
10,5 |
Velocidad máxima (km/h) |
225 |
225 |
250 |
202 |
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