Prevenir antes que curar

No tose ni tiene fiebre, pero tu coche también puede estar “enfermo". La mayoría de las veces lo llevamos al “médico" cuando ya es demasiado tarde y ya no hay solución. Sin embargo, hay unos “especialistas" que se encargan de diagnosticar si tu vehículo está “incubando" algo. Son los centros de diagnosis del automóvil. Lee este reportaje y aplícate eso de “más vale prevenir que…"

Prevenir antes que curar
Prevenir antes que curar

Pero queríamos ver cómo funcionaba realmente un centro, así que fuimos al Centro de Diagnosis del Vehículo de la Comunidad de Madrid (CDV), que está enclavado en Getafe. La primera impresión fue muy buena. Este centro huele a moderno. No es el típico taller de barrio en el que los operarios te saludan con desgana y están deseando que llegue la hora de acabar la jornada. En este lugar -si no es así, nos engañaron muy bien-, se nota que hay un interés por el propio trabajo. Más que un taller, parece un quirófano.Nos recibió David Sanz del Prado, director técnico del centro, que nos contó un poco cómo funciona el CDV.Todo comenzó hace algo más de un año, fecha en la que, gracias a los esfuerzos conjuntos de la Consejería de Economía e Innovación Tecnológica de la Comunidad de Madrid y del Instituto Universitario para la Investigación del Automóvil (INSIA) de la Universidad Politécnica de Madrid, se creaba este centro.En estos más de doce meses que lleva en funcionamiento, han pasado casi 2.000 automóviles por las manos de los técnicos que trabajan en él. Según relata el propio Sanz, intentan que cada persona que lleve su coche a examinar tenga una idea clara de lo que le sucede, si es que le pasa algo. Y parece que son buenos en su trabajo, ya que, según nos confirman, “ningún coche que ha entrado en las instalaciones ha salido sin que supiéramos lo que tenía. No tenemos ninguna prisa en hacer las cosas". Todo es muy simple, aunque no lo parezca, en el CDV. El cliente, que tiene que pedir cita previa por teléfono, lleva su vehículo al centro y “deja" que los expertos le hagan las pruebas que el propio particular desea. Cuando éstas finalizan, el técnico que se ha encargado de la revisión se reúne con el interesado y le explica el informe que se ha obtenido. Incluso existe una base de datos disponible que informa al cliente de las piezas que necesita para la reparación y del precio de las mismas.Como decíamos más arriba, no pueden reparar el vehículo (no es su función) y tampoco señalar dónde ir a resolver el posible problema. “Muchas veces es duro, ya que tienes ganas de decir dónde no deben ir", afirma el responsable del CDV. Y es que, como reconoce, algunos coches vienen con reparaciones que son auténticas chapuzas.Para evitar esa situación, el CDV tiene un acuerdo con Asetra (Asociación de Talleres de Automóviles de Madrid), por el que prestan asesoramiento técnico (interpretación de los informes) y práctico a los talleres con menos recursos. Sin embargo, se queja Sanz, esta colaboración no es plena, pues “los talleres no quieren traer aquí sus coches".

- Diagnosis de sistemas mecánicos: En esta prueba se incluye la verificación de la alineación de los trenes de rodaje, el sistema de frenos (comprueba el rendimiento de frenado en cada rueda, el alabeo de discos y la ovalidad de tambores), la centralita electrónica (que dirige el buen funcionamiento de inyección, ABS, control de estabilidad, etc), junto con los órganos mecánicos vitales del vehículo. Todo ello, por 60 euros.

- Diagnosis de motor y emisiones: Se realiza una prueba de par y potencia del motor (y la evaluación de las pérdidas en la transmisión). Al mismo tiempo, se analizan los gases de escape (CO, CO2, HC, NOx, O2) y su "calidad" tanto para vehículos de gasolina o Diesel en todo el rango de revoluciones). Precio: 47 euros.

- Diagnosis del aire acondicionado: En este test, se comprueba la eficiencia del sistema de refrigeración, ausencia de fugas, temperatura del aire en las rejillas, etc. Precio: 30 euros.

- Diagnosis de cotas de carrocería: Consiste en la medición de las dimensiones del vehículo y su comparación con las cifras que aporta el propio fabricante. Esta prueba tiene como principal misión la de verificar si su vehículo ha sufrido alguna deformación ante una colisión o resalte en la carretera. Su coste asciende a 74 euros.

- Diagnosis general y de mantenimiento: Permite realizar con precisión y rapidez un diagnóstico del estado real del vehículo para conocer el mantenimiento necesario del coche. Se comprueba el estado de neumáticos y llantas, el equilibrado de la ruedas, el grado de humedad del líquido de frenos, el estado de la batería, las luces, la señalización, los reglajes, el interior del vehículo, los cinturones de seguridad, las gomas de ajuste, las molduras y los limpiaparabrisas. Su precio es de 47 euros.

- Diagnosis de sistemas electrónicos: Se analizan los sistemas electrónicos más importantes, como el circuito de arranque, batería, circuito de carga y accesorios. Incluso se analizan sistemas avanzados como el multiplexado. Se comprueba la presión, los tiempos de inyección, la intensidad de actuadores,etc. También se incluye la lectura de códigos de averías en las centralitas a determinadas velocidades y con diferentes grados de carga. Coste: 47 euros.
Estos análisis se realizan con los equipos más modernos, entre los que se incluyen medidor de ultrasonidos por cotas de carrocería, medidor de cotas de dirección mediante una cámara digital de alta precisión, banco de potencia de hasta 400 CV, analizador de cinco gases (CO, HC, NOx, O2, CO2), lector de códigos de averías, frenómetro de cuatro placas para turismos de tracción total, cuatro equipos de mediciones de centralitas, etc. Todo este despliegue tecnológico se completa con una extensísima base de datos que incluye desde vehículos de más de 30 años hasta las últimas novedades del sector. Sanz se muestra convencido de los beneficios de los centros de diagnosis. “Son muy útiles para el cliente", señala, “y debería existir uno en cada comunidad autónoma". Esperemos que, en un futuro no muy lejano, sea así.