Las aseguradoras deberán pagar el precio real de los siniestros totales

Hasta ahora, cuando un coche asegurado “a todo riesgo" era declarado “siniestro total", la aseguradora indemnizaba a su propietario en función del valor venal del vehículo, un precio generalmente muy por debajo del precio real. Desde ahora, el Tribunal Supremo ordena que se pague siempre en función del valor auténtico del vehículo.

Una sentencia de 23 de octubre decide que la práctica de pagar la indemnización en función del valor venal (una media calculada para el mercado de segunda mano) es lesiva para los intereses de los consumidores. Esta noticia cae como una bomba en el sector de las aseguradoras, acostumbradas a cobrar unos precios que se calculan en función del precio del coche nuevo y a pagar daños calculados muy inferiores (entre un 30 y un 50 por ciento por debajo, según explica Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados). El caso arrancó en Lugo, donde un conductor reclamó a su aseguradora los siete millones de pesetas que costaba reparar su coche, mientras que la compañía sólo quería pagarle el valor venal, mucho menos de lo reclamado. De hecho, en la póliza que unía a ambas partes, se estipulaba que la indemnización, “en ningún momento podía ser superior al valor venal del vehículo", a pesar de que el seguro se contrató sobre un precio de siete millones de pesetas. Esta cláusula está presente en la gran mayoría de pólizas de daños propios, mal llamadas “a todo riesgo", y, por supuesto, la aseguradora se aferraba a ella para no pagar más al asegurado. El caso trascendió hasta el Tribunal Supremo, que ha considerado abusiva esta cláusula: “según el artículo tres de la Ley del Contrato de Seguros, actúa restringiendo intensamente los derechos del asegurado, pues partiendo de la primera estipulación acomodada a la Naturaleza y finalidad propia del seguro concertado (daños propios o todo riesgo), en cuanto prevé que las reparaciones se tasarán con arreglo al valor real, se desvía para introducir o más bien ‘colar’ la limitación del valor venal como tope máximo de la indemnización". En pocas palabras: la aseguradora debe pagar el coste de reposición del vehículo, es decir, lo que costaría arreglarlo completamente o comprar otro igual (que no otro nuevo).

El alto tribunal señala también que esta cláusula resulta lesiva, porque no se acepta expresamente por los clientes, sino que se introduce unilateralmente por las compañías contraviniendo la ley que rige este tipo de contratos. Como es lógico, la sentencia del Supremo es firme y no cabe apelación.

En declaraciones a Autopista Online, Mario Arnaldo considera que la sentencia es un “cambio muy sustancial" que obligará a modificar un 95 por ciento de las pólizas de daños propios que están vigentes.

Arnaldo explica que “los automovilistas nunca hemos entendido por qué las aseguradoras han estado indemnizando los siniestros totales con arreglo al valor venal de los coches si el importe de las primas que nos cobran está calculado con arreglo al valor de nuevo". El dirigente de AEA subraya que con esas indemnizaciones es imposible comprar un vehículo similar al perdido, pues se sitúan entre un 30 y un 50 por ciento por debajo del precio de mercado de ocasión. Unespa, la patronal de las aseguradoras, ha hecho público un comunicado en el que muestra su disconformidad con la opinión de AEA de que habrá de modificarse un 95 por ciento de las pólizas en vigor. También creen las compañías que la sentencia del Supremo no es tan decisiva, pues, recuerdan, hacen falta tres sentencias en la misma línea para que sienten jurisprudencia.

La patronal advierte de que la retirada de este tipo de cláusula generará un aumento de la siniestralidad en España, porque “se deberán reparar todos los automóviles accidentados que no sean siniestro total, aún cuando el valor de dicha reparación sea dos, tres, cuatro, cinco o más veces el valor de mercado de dicho vehículo, con lo que la siniestralidad aumentará". Unespa dice en su nota que lo que las compañías hagan ante este fenómeno no es de su incumbencia. A esto, Mario Arnaldo apunta que una subida de precios en las pólizas no estaría para nada justificada y expresa su deseo de que las compañías tengan en cuenta la decisión del Supremo para modificar sus contratos.

Desde AEA se propone que las aseguradoras mejoren la información que dan a sus asegurados y les dejen claro cuánto pagan por sus seguros y cuánto van a percibir en caso de ser indemnizados por siniestro total. Según Arnaldo, muchos de estos clientes podrían cambiar la modalidad de sus seguros para pagar menos por ellos. Así, a alguien que contrataba un “todo riesgo" pensando que la cobertura era total, quizá le fuese más rentable contratar un seguro más barato, pues, a la hora de la verdad, nunca le pagarían lo que él esperaba. Mario Arnaldo recuerda que en países como Portugal ya se defiende claramente el derecho del cliente a este tipo de información.