Se necesitan al menos 1.400 millones de euros para mejorar las carreteras

Y con esta cantidad se podría mejorar la siniestralidad, según la Asociación Española de la Carretera. Hablamos con Jacobo Pineda, su Director General.

Sonia Recio. Twitter: @autopista_es

Se necesitan al menos 1.400 millones de euros para mejorar las carreteras
Se necesitan al menos 1.400 millones de euros para mejorar las carreteras

La Asociación Española de la Carretera (AEC) lleva desde 1949 siendo un intermediario entre la sociedad civil, la Administración Pública, la industria y el usuario. A lo largo de estos 69 años, la AEC ha evolucionado adaptándose a las necesidades de los nuevos tiempos, pero siempre manteniendo los objetivos que constituyen su esencia: la defensa y promoción de una red viaria más segura y capaz de cubrir con eficacia las necesidades de movilidad de los usuarios.

Jacobo Díaz Pineda ocupa desde 2006 el cargo de Director General de la Asociación Española de la Carretera.  Hemos hablado con él sobre el estado de la actual red viaria española, la importancia de realizar inversiones periódicas por parte de las administraciones y el Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras, recientemente puesto en marcha.

Pregunta: ¿Cuánto debería invertirse para asegurar unos niveles óptimos de conservación en las carreteras?

Respuesta: Para conseguir que las carreteras proporcionen a los usuarios un servicio de calidad, cómodo, eficiente, y sobre todo seguro, primero hay que acabar con el déficit de conservación que desde hace ya una más de una década las vías españolas vienen acumulando. Según la última auditoría del estado de las carreteras realizada por la AEC, este déficit se estima en 6.600 millones de euros, cantidad necesaria para devolver a las carreteras a un estado óptimo de conservación.

P: ¿Qué cantidad sería la adecuada para asegurar una red viaria renovada?

R: Se necesitan inversiones periódicas y estables de las diferentes administraciones destinadas al mantenimiento viario; según valoraciones internacionalmente aceptadas, se situarían en el 2% del valor patrimonial de la red, es decir, lo que costaría en estos momentos construir todas las carreteras existentes. De acuerdo a los datos de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras (ACEX), ese valor patrimonial es de unos 70.000 millones de euros en el caso de la Red de Carreteras del Estado, por lo que la inversión anual necesaria para dicha red sería de 1.400 millones.

P: Fomento esgrime que de 166.002 km de red viaria pública solo gestionan 26.329 km y en estos la siniestralidad no aumenta...

R: Es cierto que se ha realizado un esfuerzo en el ámbito interurbano y que el reto más apremiante está ahora en zona urbana. No obstante, lo que sí queda en evidencia es que las medidas que se han tomado ya no son suficientes para rebajar las cifras de víctimas y accidentes, y que procede introducir en el esquema de trabajo otros factores relacionados con la infraestructura que hasta ahora no se han contemplado. La carretera aún tiene mucho que decir en la mejora de la siniestralidad.

P: Las carreteras secundarias son el 90% de la red, asumen un 40% del tráfico y el 70% de las víctimas mortales se producen en ellas, ¿qué medidas se podrían acometer?

R: Ocho de cada 10 fallecidos en carretera se produjeron en este tipo de vía: desde la AEC venimos desde hace tiempo haciendo propuestas para reducir la siniestralidad. Actuaciones basadas en el diseño de carreteras con un entorno más seguro para los usuarios, instalando bandas sonoras o de señalización inteligente en cruces peligrosos, implementando carreteras 2 1, mejorando la iluminación... Todas estas propuestas se adaptan al momento económico que vivimos: no hablamos de duplicar las calzadas ni de otro tipo de obra que por su coste podría quedar descartada de forma automática.

P: Los tramos más peligrosos están en estas vías secundarias y los radares se colocan en puntos en los que no son necesarios, ¿qué opinan de esta situación?

R: Según datos de la DGT, las vías convencionales, limitadas a 90 km/h, son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad: en los 300 tramos más peligrosos se ha intensificado los controles en el último año. No obstante, desde la AEC abogamos por combinar las acciones de vigilancia y control con otro tipo de medidas, como las citadas anteriormente, convencidos de que las primeras, por si solas, no son suficientes para evitar el cambio de tendencia en las estadísticas que, poco a poco, va confirmándose.

P: Dónde creen que está la prioridad, ¿en la construcción de nuevos kilómetros de carreteras, en la mejora de los existentes o en el mantenimiento?

R: Existen algunos tramos de carreteras que es necesario construir e itinerarios que es necesario ampliar añadiendo carriles que permitan aumentar la capacidad actual. Aun así, la prioridad actualmente está en la inversión en conservación. Arrastramos un importante déficit que debe corregirse, para preservar nuestro patrimonio vial y para conseguir una red más cómoda y más segura. De mayor calidad, en suma.

P: ¿Cuánto cuesta en España un kilómetro de carretera secundaria? ¿Y de autovía?

R: Según la Instrucción para la mejora de la Eficiencia en la ejecución de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, de diciembre de 2010, las autovías interurbanas de nuevo trazado tienen un coste que oscila entre los 2 y los 8 millones por kilómetro, dependiendo del tipo de terreno, de las características geológico-geotécnicas y de la orografía. En el caso de la carretera convencional, el coste de ejecución estaría entre los 2 y los 6,4 millones por kilómetro.

P: El Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) ya se ha puesto en marcha y la primera licitación es en Murcia. ¿Cómo lo valoran?

R: De manera muy positiva, puesto que las inversiones en nuevas carreteras prácticamente habían desaparecido del programa del Gobierno en los últimos años. Un balón de oxígeno que, a falta de concretar actuaciones, calendario y algunas otras incógnitas, ha devuelto una cierta confianza al sector viario.

P: El PIC supone un nuevo modelo de inversión público-privada. ¿Creen que es una fórmula más adecuada?

R: La financiación público-privada es un pago aplazado en el que la inversión privada adelanta el dinero que luego la administración va devolviendo. En este sentido, la Asociación sí lo considera positivo, ya que permite disponer de recursos que de otra manera no están disponibles, y sin recursos económicos no hay mejora. En cualquier caso, tenemos que esperar para ver cuál es el esquema de financiación y entonces podremos realizar una valoración específica. 

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