Cada accidente mortal en carretera nos cuesta 860.000 euros

Cada una de las 2.741 personas fallecidas el año pasado en accidente de tráfico en España supuso un coste económico de 860.000 euros, contando gastos hospitalarios, indemnizaciones para los familiares, pago de daños materiales y la pérdida de productividad de la víctima mortal.

Cada accidente mortal en carretera nos cuesta 860.000 euros
Cada accidente mortal en carretera nos cuesta 860.000 euros

Así se desprende de un estudio realizado por la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad Vial (FITSA) y el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) de la Universidad Politécnica de Madrid, que cuantifica el coste global de los accidentes de tráfico en los 16.000 millones de euros cada año.El coste global de los accidentes de tráfico en España representa un 2 por ciento de toda la riqueza nacional, un tercio de todo el negocio que mueve el sector del automóvil, y una cuarta parte de lo que cuesta el mantenimiento de las carreteras estatales y autonómicas.En los últimos diez años los siniestros en la carretera han representado para la sociedad española un coste total comprendido entre los 105.000 y los 144.000 millones de euros, unas cifras que según el estudio "ponen en evidencia la necesidad de destinar un mayor esfuerzo financiero a la prevención".Si el coste de un fallecido alcanza los 860.000 euros, el gasto por lesionado es, como media, de unos 10.400 euros, aunque los gastos derivados de un "gran lesionado" —un 1,3 por ciento de los heridos graves— alcanzan de promedio los 697.000 euros.Los gastos sanitarios apenas representan un 2 por ciento del total frente a las pérdidas de producción —la riqueza que deja de generar la víctima— que llegan al 12 por ciento.Los daños materiales se han multiplicado en los últimos años hasta el 44 por ciento del total, lo que es un reflejo de la evolución positiva de la siniestralidad durante los últimos años, con un descenso importante de los accidentes graves con víctimas y un incremento de los siniestros leves que se saldan con un simple "golpe de chapa" que paga el seguro.Por contra, el "lucro cesante" que acarrea un fallecido en un accidente o una gran invalidez sigue ocupando un lugar destacado, ya que muchas de las víctimas son jóvenes que todavía no se habían incorporado a la vida laboral y que, por tanto, tampoco habían comenzado a "devolver" a la sociedad lo gastado en ellas en formación y educación.En rueda de prensa en la sede de la Dirección General de Tráfico, el secretario general de FITSA, Agustín Aragón, ha destacado la relevancia política que tiene calcular el coste de los accidentes como forma para valorar en su justa medida lo que es necesario gastar en prevención, en la mejora de las infraestructuras y en los sistemas de seguridad de los automóviles.El estudio pone como ejemplo las rotondas, que pueden reducir los accidentes mortales entre un 70 y un 90 por ciento y los siniestros con lesionados en un 40 por ciento, aunque los costes de su construcción también pueden ser elevados.Sin embargo, si se compara el gasto en infraestructuras y el derivado de las víctimas, el saldo es casi siempre positivo a favor de la prevención.