Autobuses que funcionan con orina de oveja

En Winchester, una ciudad del sur de Inglaterra, llevan unos meses probando un sorprendente combustible: la orina de oveja. Bueno, en realidad, no utilizan la orina, sino la urea, una sustancia química presente en dicho líquido. Mezclada con el gasóleo, la urea reduce el consumo de combustible y mejora las emisiones contaminantes.

La carestía de los combustibles y las cada vez mayores exigencias de respeto por el entorno natural hacen que la industria automovilística aguce el ingenio. En Inglaterra, técnicos de la compañía de autobuses Stagecoach South han puesto en marcha un sorprendente experimento: algunos de loas autobuses de su base de Winchester mezclan el gasóleo con un tipo urea idéntico al que se encuentra en la orina de las ovejas.

Aseguran que la mezcla logra una reducción del consumo de combustible cercana al cinco por ciento y, además, hace que los gases emitidos sean menos perjudiciales. Esto se debe a que el amoniaco presente en la urea neutraliza los óxidos nitrosos que aparecen en la combustión de los hidrocarburos. La reacción química que se produce hace que los óxidos se transforme en nitrógeno y vapor de agua. Gracias a esta sorprendente técnica, los responsables de Stagecoach y del Ayuntamiento de Winchester pretenden que la flota municipal de autobuses cumpla a rajatabla con la normativa sobre emisiones contaminantes que entra en vigor el año que viene y que obliga a reducir notablemente la cantidad de sustancias nocivas que se emiten a la atmósfera.De momento, el experimento se lleva a cabo con una urea producida de forma sintética en un laboratorio, pero los técnicos aseguran que es exactamente igual a la que se encuentra en la orina de las ovejas. Es más, explican que sería todavía mejor utilizar cerdos, pues producen más y mejor urea.Sin embargo, por ahora, los costes de la recogida de estas orinas hacen que sea más rentable la síntesis artificial.

En Winchester, además, han puesto en marcha otras ideas para reducir la contaminación producida por sus autobuses. Por ejemplo, han cambiado los sistemas de escape de toda la flota, logrando que se reduzca la cantidad de partículas y de gases expulsados.