El
estilo de conducción no es el único factor relacionado directamente con el
ahorro de carburante, en el que incide también el mantenimiento preventivo del coche o el peso del vehículo, según un informe del Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos.
Este estudio revela que los
neumáticos, por sí mismos, son
responsables del 10 por ciento del consumo del automóvil, de forma que una pérdida de presión de tres bares respecto a la recomendada por el fabricante, supone un aumento del consumo de combustible del orden del 3 por ciento.
El informe del RACC precisa que la mitad de los vehículos que circulan por los países de la Unión Europea lo hacen con presiones demasiado bajas en los neumáticos, generando riesgos para la seguridad y elevando las emisiones contaminantes, al tiempo que se incrementa el consumo de combustible.
Por lo que respecta al
peso del automóvil, el estudio revela que una
carga extra de cien kilogramos en un vehículo supone un
consumo adicional del 7 por ciento. Además, una
berlina grande emite entre un 25 por ciento y un 33 por ciento más de CO2 que un
utilitario pequeño, partiendo de una diferencia de peso del 50 por ciento.