En 2017 se cumplen 70 años desde que, allá por 1947, Enzo Ferrari fundase su propia marca de coches. Desde entonces, la historia ha sido testigo de muchos deportivos legendarios y e innumerables éxitos en competición.
Tanta roba!
¿Te acuerdas de esta expresión? Seguro que recuerdas la memorable victoria de Fernando Alonso con Ferrari en Valencia en 2012. El equipo, comandado por entonces por Stefano Domenicali, sumó a la celebración esta expresión, que si bien cuesta encontrar una traducción precisa al castellano, sí que acentúa la importancia, la grandeza de algo en concreto. Pues si hay que hablar de una marca importante, de una marca grande, en la que todos quieren correr alguna vez, esa es Ferrari.
Ferrari es la marca más laureada de la Fórmula 1, la máxima expresión de las carreras a nivel mundial, y es la única que ha estado presente en todos los Mundiales desde su creación como tal en 1950. En la actualidad no pasa por una de sus mejores rachas: desde que el último título de Schumacher (2004), sólo han sido campeones en 2007 con Kimi Räikkönen, y prácticamente “de rebote” en aquel año de autodestrucción en McLaren con Alonso y Hamilton.
Leyenda en F1
Si vamos a hablar de la gloria de Ferrari en competición, podríamos referirnos, por ejemplo, a las más de 5.000 victorias que han conseguido en estos últimos 70 años. Sin embargo, la F1 está escrita en el ADN de la marca: Ferrari no se explica sin la Fórmula 1, y la Fórmula 1 no se puede explicar sin Ferrari. Así se pueden explicar –que no tienen por qué entenderse por todos– las amenazas de abandono de la competición que llegan desde Maranello cada “X” tiempo si no se cumplen sus expectativas de cara a novedades reglamentarias.
Cuando los monoplazas rojos de Enzo Ferrari debutaron en el Gran Premio de Mónaco de 1950, quién se podía imaginar tal leyenda… En su primera carrera, al volante de un Ferrari Tipo 125 F1 con motor de apenas 1.500 cc, Alberto Ascari sumó el primer podium de la marca, todo un presagio. Un año después, de la mano del argentino José Froilán González, llegó la primera victoria en Silverstone, y luego empezaron a llegar los títulos mundiales. Los dos primeros, en 1952 y 1953, con Alberto Ascari, fueron bajo reglamentación de Fórmula 2 impuesta por la FIA para atraer a nuevos fabricantes ante la “espantada” ese año de Alfa Romeo y BRM. Las primeras victorias absolutas en el Mundial, ya restaurado el reglamento de Fórmula 1, llegaron de la mano de Juan Manuel Fangio –quien tuvo sus más y sus menos con Enzo– en 1956 y de Mike Hawthorn en 1958.
Phil Hill (1961) y John Surtees (1964) siguieron agrandando una leyenda que se empezaba a forjar y a sumar los primeros títulos de constructores. Tuvieron que pasar 11 largos años (el segundo período más largo de sequía en la Scuderia) hasta que Niki Lauda, considerado uno de los mejores pilotos de la historia, devolviese a Ferrari a su lugar. Con él llegaron los Mundiales de 1975 y 1977 –y tres de constructores en ese período– y el triste accidente del austriaco en el circuito de Nürburgring que le dejó con secuelas para toda la vida. Lauda se fue del equipo por la puerta de atrás, como muchos otros por sus peleas con Enzo Ferrari, pero lo hizo además llevándose el número 1 a otro equipo.
De la sequía al éxito imparable
En 1979, Jody Scheckter se llevó el título que marcó una triste era: Ferrari pasó 21 años sin ser campeón. Ni el “campeón sin corona” Gilles Villeneuve, que falleció en 1982 a bordo de uno de sus coches, ni Michele Alboreto, ni Nigel Mansell, ni Alain Prost lograron llevar el título de campeón a Maranello.
Tuvo que ser Michael Schumacher quien cambiase la historia no sólo de Ferrari, sino de la Fórmula 1, con la mayor racha de la historia del campeonato y que todos conocemos: campeón de pilotos de 2000 a 2004 incluidos, y uno extra de constructores en 1999. Y como comentábamos, desde su marcha tras el GP de Brasil de 2006, sólo Kimi Räikkönen logró ser campeón en 2007. Massa y Alonso (en dos ocasiones) rozaron el título. En 2017 tampoco pudo ser, aunque Sebastian Vettel contó con un Ferrari competitivo desde el principio. Eso sí, en Maranello están condenados a vivir (al menos a igualar) su segunda peor sequía de la historia.
Gloria en Le Mans… y en otras carreras
No, Ferrari no sólo tiene páginas y páginas de oro en los libros de historia de la Fórmula 1. Los italianos han ganado en las míticas 24 Horas de Le Mans en 9 ocasiones, siendo la tercera marca con más victorias en La Sarthe (sólo superada por Porsche y Audi). Eso sí, aunque siguen corriendo en la prueba francesa en la categoría de GTs (donde han ganado en varias ocasiones), no participan de forma oficial en la máxima categoría desde hace más de 40 años.
A esto hay que sumarle los 15 títulos de constructores en el campeonato mundial de resistencia, así como otras victorias en pruebas históricas como la Mille Miglia (8 triunfos) o la Targa Florio (7). Un vehículo que ha destacado como el que más fue el Ferrari 166: construido a finales de los años 40, ganó en la Mille Miglia y en la Targa Florio en 1948 y un año después en Le Mans.
En Ferrari han construido monoplazas de F1, sport prototipos para Europa y América, deportivos GT… ¡e incluso desarrollaron un Ferrari 288 GTO Evoluzione para el Mundial de Rallyes como Grupo B! Lástima que nunca llegase a competir…
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