Como conductora habitual de un Toyota Prius de tercera generación, llevaba tiempo con ganas de subirme al Toyota Auris Hybrid y corroborar de primera mano las buenas sensaciones que me habían transmitido anteriormente. Así que, cuando mi compañero Miguel me propuso llevármelo un par de días para probarlo durante mis desplazamientos diarios, no lo dudé un instante. Y el resultado ha sido muy positivo.
Al margen de las diferencias estéticas, sí, es cierto que aquí no hay color y el Auris gana por goleada al Prius, también me han sorprendido otra serie de aspectos. El primero de ellos la rumorosidad del motor en los momentos de más demanda al pedal de acelerador. Es un ruido que llega más amortiguado al interior del habitáculo que en el Toyota Prius y que resulta más cómodo para nuestros oídos. Es evidente el gran trabajo que han llevado a cabo los ingenieros de Toyota para conseguir reducir los decibelios.
Segunda sorpresa, los consumos. La mayoría de mis trayectos diarios tienen lugar entre la M-30 madrileña y unos pocos kilómetros por la ciudad. Con el Toyota Prius, apenas consigo bajar las cifras de consumo por debajo de los 5 litros a los 100 kilómetros. Sin embargo, con el Auris Hybrid no he tenido que esforzarme mucho ni poner toda mi maquinaria de conducción eficiente a funcionar para lograr unos estupendos 4,3 l/100 km. Está claro que este Auris Hybrid me está ganando. Y mientras él me gana, yo también gano kilómetros de autonomía completamente eléctrica con respecto al Prius. Prácticamente desde que abandono la redacción hasta que enfilo la salida a la carretera de circunvalación de Madrid, el único ruido que me acompaña es el de la radio, porque no hay señal del motor térmico por ningún lado.
Toyota Auris Hybrid: sistema precolisión
Pero todavía quedan en la recámara algunos argumentos para terminar de convencerme sobre la idoneidad de este coche para mi día a día. Otro de ellos es el sistema de seguridad precolisión que incorpora. ¿En qué consiste? Pues gracias a la participación de unos sensores video y un láser, en uno de mis desplazamientos por la ciudad en los que a punto estuve de colisionar con el vehículo que me precedía, el Auris me avisó con una señal sonora y otra visual en el cuadro de instrumentos - a modo de un color rojo intenso-. Imposible no reaccionar a tiempo. Por suerte, no es de los que "se asusta" continuamente, ni tampoco te da una señal acústica que te asusta aún más que el peligro del que te avisa.
Y dos últimos apuntes, en esta ocasión más relacionados con lo que tiene que ver con la tecnología multimedia de este Toyota Auris Hybrid. El navegador, sin ser de los mejores que he tenido la oportunidad de probar, ha dado un gran paso adelante con respecto al del Prius, especialmente en cuanto a las indicaciones visuales y sonoras. Por otro lado, me ha sorprendido gratamente la rapidez y facilidad con la que se enlaza el teléfono móvil con el equipo del coche.