Madrid echa el freno al coche eléctrico

Los postes de recarga gratuitos de la capital de España dejarán de serlo en un futuro cercano al pasar a manos privadas. Las mínimas ventas de vehículos eléctricos son la causa principal de que el Ayuntamiento de Madrid decida no apostar por lo que se señalaba como el futuro de la movilidad.

Alejandra Otero

Madrid echa el freno al coche eléctrico
Madrid echa el freno al coche eléctrico

Elevado precio y una autonomía limitada han sido las principales causas del fracaso del coche eléctrico, por el que se apostó fuerte desde 2010 con el plan MOVELE, que incluía, además de ayudas de compra, la implantación de postes de recarga gratuitos en ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla. Ahora, recién estrenado 2013, la capital de España decide dejar de invertir en lo que se considera un gasto innecesario ante la marginal venta de modelos eléctricos y anuncia que los puntos de recarga comenzarán a ser de pago en cuanto una concesionaria privada comience a gestionarlos.

 

A pesar de que en 2012 el gasto en luz para el Ayuntamiento fue de 728 euros, el consistorio madrileño no está dispuesto a asumir la gestión de los postes de recarga. En total, en Madrid hay 24 en la vía pública y 138 en párkings; la mayoría no supera los 100 KwH anuales. Para el año pasado, se había fijado el objetivo de aumentar a 40 los postes de recarga en la calle y a 388 a cubierto, plan que se paró en junio de 2012 ante la escasa venta de vehículos eléctricos.

 

Según los datos de la administración madrileña, en Madri el número de eléctricos se fija en 376, de los cuales 186 son turismos y 157 cuadriciclos. No obstante, de éstos sólo 50 son propiedad de particulares y el resto pertenecen a empresas. Las estimaciones de venta han sido un verdadero fracaso a pesar del plan MOVELE, que ofrece hasta 6.000 euros de ayuda a compra y exime de pagar el impuesto de matriculación. En 2012 se esperaba la comercialización de 50.000 coches eléctricos y, para 2014, que 250.000 estuvieran circulando por las calles. Solo se vendieron 437 en toda España. Por su parte, los modelos híbridos han tenido más éxito: 10.077 fueron adquiridos en 2012, aunque las estimaciones eran mucho más ambiciosas, ya que se matricularon un total de 700.000 unidades.

 

Ante este panorama, Ana Botella, alcaldesa de Madrid, se muestra reacia a seguir apoyando un futuro que ve poco viable y aún menos rentable. De esta manera, no sólo paraliza la construcción de nuevos puntos de recarga, sino que su idea es privatizar los existentes, por lo que dejarían de ser gratuitos en cuanto una empresa se haga cargo de los mismos. A día de hoy, recargar el vehículo en dichos postes sigue sin tener coste.

 

¿Es la crisis la principal culpable del fracaso eléctrico?

Quizá echar la culpa a la tesitura económica no sea del todo honesto: hoy por hoy, la tecnología sigue siendo limitada, ya que la autonomía de los automóviles aún es bastante reducida, lo que se traduce en poca funcionalidad. Sólo casos muy concretos ven en los eléctricos una opción de transporte privada viable: trayectos diarios cortos y disponibilidad de un punto de recarga en el hogar. No obstante, una vez avance la tecnología, la intención de la mayoría de fabricantes, la gestión de los postes de recarga podría ser un buen negocio de futuro ya que, en última instancia, estaríamos hablando de las gasolineras de dentro de unos años. El tiempo nos dará la respuesta.