Primero fue el iPod, le siguieron el iPhone, el iPad y, próximamente, el iWatch, en apenas unas semanas. ¿Será el iCar la próxima revolución de Apple? El director ejecutivo del gigante de Silicon Valley, Tim Cook, ni confirma ni desmiente, pero valga este comentario suyo para saber por dónde pueden ir los tiros: “ninguno de nosotros queremos distintas plataformas para todas las parcelas de nuestra vida, ya sea el coche, la casa o incluso la salud. Esto es una oportunidad enorme para nuestro futuro”.
Cuando Google anunció hace cinco años que estaba trabajando en un coche de conducción autónoma, fueron muchos los que se preguntaron por qué una compañía como Google, un motor de búsqueda en internet, querría desarrollar un coche. El tiempo parece haber dado la razón a Google cuando muchos fabricantes, un lustro después, compiten con Google por perfeccionar la conducción autónoma y llegar los primeros al mercado.
El movimiento de Apple parece seguir los mismos derroteros que los de Google en su momento. Mientras unos sugieren que Apple lo que busca es fabricar un coche de conducción autónoma mejor que el de Google, otros creen que su objetivo es Tesla y su deportivo eléctrico. Lo que es evidente es que, como todo lo que lleva el sello de Apple, no ha tardado en hacer saltar la banca de las especulaciones.
Apple tiene los recursos para hacer prácticamente lo que quiera. Es la compañía más saludable, económicamente hablando, del mundo, con una capitalización en el mercado que triplica a la de Toyota; y tiene experiencia destronando a los grandes gigantes de la industria, léase Nokia y BlackBerry.
Dicho todo esto, ¿cómo sería el coche de Apple? Lo primero de todo es diseño, diseño y diseño. Apple es una compañía que se caracteriza por poseer una cartera de productos en los que prima el diseño. Sus dispositivos son atractivos y el iCar no podría ser menos. Además, son objetos que cautivan sobre todo a la gente joven, deseosa de consumir todo lo que lleva la manzana mordida impresa.
¿Eléctrico, autónomo, ninguno de los dos?
Apple podría seguir la estela y la experiencia de Tesla en el terreno de los vehículos eléctricos. Además, no hay que olvidar que la compañía americana tiene ya conocimientos de sobra en el campo de las baterías gracias a sus dispositivos electrónicos. Aunque es verdad que no es lo mismo una batería para un iPhone, por ejemplo, que para un coche… Y otro dato a tener en cuenta. Apple ha sido demandada por “robar” empleados a A123 Systems, una empresa que se dedica a fabricar baterías de litio para vehículos eléctricos. ¿Casualidad?
CarPlay mejorado
Lo que no faltaría seguro en el iCar es el sistema bautizado como CarPlay o la integración de iOS, el sistema operativo de Apple, en el automóvil. Titan podría convertirse en el primer coche en integrar completamente nuestro iPhone o iPad. Utilizar las apps de tu Smartphone a través del sistema multimedia del coche, escuchar la música de la biblioteca de iTunes o recurrir a “Siri” para activar por voz cualquier función. Todo esto ya lo puede hacer CarPlay. Pero el objetivo es que en el iCar vaya un paso más allá. Con una pantalla táctil de grandes dimensiones, al estilo de Tesla, en la que aglutinar absolutamente todas las funciones. Nada de botones. Simple y fácil de usar, como todo lo de Apple.
Uno de los problemas con los que se ha encontrado CarPlay hasta ahora es que está supeditado a la “tiranía” de las marcas, a sus decisiones. En el iCar, Apple no se encontraría con esta barrera. Lo que él quiera, cuando él quiera y como él quiera. Sin depender de terceros.
Y los fabricantes de coches, ¿qué opinan?
Encontramos de todo, opiniones a favor y también en contra. Una de estas últimas llega de la mano del CEO de General Motors, Dan Akerson. Según Akerson, “Si fuera accionista de Apple no estaría nada contento. Recelaría considerablemente de la perspectiva a largo plazo de entrar en un sector con altos costes de fabricación y escasos márgenes.” Carlos Ghosn (Nissan-Renault), sin embargo, ve con buenos ojos la noticia “Si Apple lo hace, obviamente serán buenas noticias para nosotros. El hecho de que una compañía fuera de la industria del automóvil desee hacer coches eléctricos es refrescante.” Al igual que Martin Winterkorn (Volkswagen), “ya que significa que el vehículo va a tener más aceptación por parte de los nativos digitales.”