Infiniti ha presentado en el marco del Salón de Ginebra de 2017 un prototipo con visos a convertirse en un modelo de producción. Se trata del Project Black S, que no es más que un Q60 musculado y vitaminado para pulsar el interés de sus clientes en lo que podría ser una división de versiones deportivas en su gama, al igual que Audi tiene con sus S/RS, BMW con M, Mercedes con AMG o Lexus con sus F.
Para el desarrollo de este prototipo se ha contado con la colaboración del equipo Renault Sport de Fórmula 1, tanto para su optimización aerodinámica como para el desarrollo del sistema de propulsión híbrido. Mecánicamente cuenta con el motor V6 3.0 biturbo asistido por un dispositivo de recuperación de energía (ERS) y unas baterías de ion-litio con los que puede aumentar la potencia en un 25 por ciento al emplear la energía eléctrica para mover tanto el cigüeñal como las palas del turbo con mayor celeridad. Por el momento, Infiniti no declara su potencia máxima, pero si el Q60 con este motor térmico desarrolla 405 CV, el conjunto en determinados momentos podría llegar a alcanzar los 506 CV.
Pero sin apenas datos técnicos, lo que más llama la atención es su nuevo traje, acabado en gris mate y negro, especialmente diseñado para mejorar su eficiencia aerodinámica así como su refrigeración. Con generosas entradas en el parte delantera para canalizar aire fresco a frenos y motor a las que se suman rejillas de ventilación para extraer más fácilmente el calor del vano motor. Un aire que ahora circula más rápido a través de la carrocería y que cuenta con un gran poder de sustentación gracias al alerón trasero.
En su nuevo kit aerodinámico toma especial protagonismo la fibra de carbono, un material que aporta ligereza y resistencia, pero también más manejable en la construcción de delgadas piezas que la fibra de vidrio o los metales. Éste está presente en el spoiler delantero, el deflector trasero, guardabarros, faldones laterales y alerón entre otras piezas. Las llantas de 21” anodizadas en negro, que dejan entrever los frenos de disco carbocerámicos, con pinzas de 6 pistones en el tren delantero, son más grandes y anchas, pero también más ligeras, lo que permite reducir el peso de la máxima no suspendida en aras de un mayor dinamismo.
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