Un recuento llevado a cabo por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) concluye que cada radar fijo multó a unos 5.000 conductores el pasado año. La mayoría de las infracciones que estos dispositivos no permitieron que quedaran impunes (el 68,5 por ciento) tuvo lugar en autovías; el 27,8 por ciento, en carreteras convencionales, y el 3,7 por ciento, en autopistas de peaje. Hay que tener en cuenta que estos datos excluyen las comunidades autónomas de Cataluña y País Vasco, puesto que ambas han asumido las competencias en materia de tráfico, a diferencia del resto de regiones.
Para AEA, esta distribución de los radares y las sanciones pone de manifiesto que ‘no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes’, dado el ‘importante’ número de sanciones impuestas por exceso de velocidad y la ubicación ‘mayoritaria’ de los cinemómetros en autopistas y autovías.
Así, la DGT debería reflexionar su política de radares, que está propiciando que estos aparatos se conviertan en ‘meros instrumentos de recaudación’, opina la asociación.
La distribución geográfica de las denuncias emitidas por los radares revela fuertes contrastes. Por comunidades autónomas, Andalucía (459.836 denuncias), Castilla y León (230.171) y Castilla-La Mancha (196.400) fueron las que más contribuyeron a la causa de la DGT.
En la otra cara de la moneda, Canarias (5.193), Asturias (13.805) y La Rioja (14.621) fueron las comunidades a las que menos cartas con la DGT como remitente llegaron por cuestiones de velocidad.
Está claro que esta distribución geográfica responde a la extensión y kilómetros de carreteras de cada comunidad autónoma, dado que la suma de las tres comunidades más multadas abarca más de la mitad del territorio.
Otro dato interesante del análisis de AEA es su clasificación de los radares por productividad, dividiendo el total de denuncias por el número de radares instalados en cada comunidad. Los más productivos estuvieron en Navarra (11.424 denuncias por cada radar), y, de nuevo, Andalucía (7.185 denuncias) y Castilla-La Mancha (6.137 denuncias).
Los menos productivos coinciden con las comunidades autónomas donde menos se multó, aunque en diferente orden: Asturias (920), La Rioja (1.624) y Canarias (1.731). Y desde el archipiélago llega un dato curioso: un radar, instalado en Tenerife, no captó ninguna infracción en todo 2016.
Por otra parte, a AEA le llama la atención que 7 de los 25 radares más activos en 2015 no estuvieron en funcionamiento en 2016.
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