La expectación de los usuarios de vehículos TT hacia el nuevo Land Cruiser crecía día a día por conocer con exactitud el rumbo tomado por Toyota, al haber mostrado sus competidores directos sus cartas, tomando estos nuevos caminos. Por suerte Toyota ha sabido permanecer en segundo plano observando la evolución de sus competidores, y de este modo reafirmarse en convicciones propias. La primera de ellas es mantener la configuración de bastidor de largueros y travesaños, con la carrocería atornillada a acompañada con una fuerte revisión que ha dado como resultado un bastidor mucho más ancho que el anterior, con los elementos de la suspensión situados mucho más hacia fuera de la carrocería, mejorando de este modo las cualidades dinámicas.La suspensión recibe el mismo tratamiento que el chásis, repitiendo esquema, pero con una mejora sustancial. En la parte delantera seguimos con la suspensión independiente de doble trapecio con conjunto de muelle y amortiguador. Este era uno de los puntos mejorables, y es de justicia comentar que ya no se producen los continuos rebotes de este elemento, pero todavía en según que situaciones el funcionamiento podría ser algo mejor. El eje trasero es el que más cambios ha amortiguadores en una posición mucho más idónea. Sobre los largueros del bastidor se han soldado unos nuevos soportes por la cara exterior, lo que ha permitido una mejor colocación de los amortiguadores, y a su vez aumentar la longitud de estos. Para el perfecto guiado del eje encontramos cuatro tirantes de reacción, más la barra Panhard. Reafirmado también en su sistema de tracción permanente, el nuevo Land Cruiser ha sorprendido a propios y ajenos por el revisado sistema de transmisión. La principal diferencia es la adopción de un nuevo diferencial central de tipo Torsen, siempre atento a las necesidades de par motor en cada eje, y obrando así en consecuencia. En condiciones normales el eje delantero recibe el 40% de par y el trasero el 60%. Si el eje delantero patina, este reparto varía hasta el 29% delante y el 71% detrás, mitigando de manera notable la tendencia a «irse de morro» de la anterior versión. El efecto contrario de derrapaje del eje trasero traería consigo un reparto de 53%/47%. Si por el contrario vamos a circular de manera permanente por pistas muy rotas o deslizantes, una tecla situada en la consola central se encargará de bloquear este diferencial central con reparto al 50%. Este nuevo elemento permite a su vez nuevas posibilidades de circulación interesantes como poder insertar las cortas para circular por asfalto con el diferencial central abierto. Esta opción es muy interesante para gente que remolque bastante peso, y por ejemplo quiera salir de una rampa. El bloqueo de diferencial trasero al 100% ha desaparecido por desgracia para los conductores más menos duchos en la conducción campera se cuenta ahora con un moderno sistema de control de tracción, que aunque me duele, he de reconocer que funciona a las mil maravillas. Este sistema, denominado por Toyota A-TRC, se encarga, mediante la información de los sensores del ABS, de saber que rueda gira loca sin tracción, activando la pinza de freno de dicha rueda reduciendo su velocidad de giro, y pasando de este modo la tracción a la rueda que si cuenta con apoyo. Utilizando los mismos elementos mecánicos, el nuevo Land Cruiser cuenta a su vez con un efectivo control de estabilidad VSC, muy interesante para circular por asfalto. La única pega al sistema es que sólo se puede desconectar con el diferencial central bloqueado, con lo cual se acabó la conducción deportiva por asfalto, ya que cuando el Toyota comience a deslizar, la electrónica se encargará de aguarnos la fiesta. Otros sistemas, como la nueva dirección de relación de desmultiplicación variable, sí nos da licencia para conducir al ataque, en este caso por hacer gala de una rapidez y precisión encomiables. Pocas veces veremos una dirección de un vehículo como el Land Cruiser con tan solo tres vueltas entre tope y tope.Continuando con las mejoras, podemos confirmar que uno de los puntos más criticados de este modelo japonés, que sin duda era el interior, a pasado al olvido en la nueva versión. Manteniendo su aire tradicional japonés, la calidad y el buen acabado que se observa en el habitáculo han creado una nueva atmósfera, muy agradable para los ocupantes. La lista de interesantes detalles es interminable, destacando el nuevo climatizador, o el equipo de audio con nueve altavoces y cargador de 6 discos CD integrado en la consola, que es de serie en todas las versiones de equipamiento. Sí podíamos criticar del interior de este Toyota el estrecho acceso a las plazas traseras, y que únicamente se puede realizar por el asiento del acompañante. Además, dicho asiento no cuenta con memoria de posición, con lo cual cada vez que lo movamos para acceder a las plazas traseras, el ocupante de dicho asiento se verá obligado a buscar de nuevo la posición. La motorización del Land Cruiser es la ya conocida D4D turbodiesel de 3 litros, utilizada en la anterior versión 90/95. Esta mecánica vuelve a llamar nuestra atención por el excelente nivel de prestaciones que alcanza, pero siempre con unos consumos impresionantemente contenidos. El sistema de alimentación por raíl común se deja notar, y aún viajando a ritmos elevados, los consumos nunca se disparan. La pena es que esta buena respuesta en alto régimen, que permite viajar como en un avión, trae consigo la régimen. Esa capacidad para moverse con el motor casi calado de los antiguos motores 1 KZT-E con culata de 8 válvulas, ha desaparecido en el motor D4D, encontrándose este más cómodo algo más revolucionado. Traducido esto en la conducción en campo, se deja notar cuando queremos circular por zonas abruptas a muy bajas vueltas, o por ejemplo al querer realizar una zona en segunda corta. Cuando pisamos el acelerador a fondo, no responde con la misma rotundidad que antaño. Fuera de estas situaciones, el Land Cruiser por pista va mucho mejor, sobre todo por no acentuarse tanto la tendencia de alargar los virajes deslizando del eje delantero. La suspensión no pierde la compostura siempre que los baches no sean muy fuertes, ya que en este momento los rebotes de amortiguación se siguen produciendo. Lo que es verdad es más que alegre. En carretera es donde no hay pegas para este TT, dejando muy claro que la intención de Toyota es contentar al mayor número de usuarios, que nunca van a pisar el campo. Aunque los que amamos la conducción campera nos sentimos marginados, hay que reconocer que realizar un viaje con este Toyota es un gratificante ejercicio, impensable hace 10 años. Muy atentos tienen que estar los turismos para seguir la estela de este japonés. La estabilidad en autopista permite realizar trayectos en muy poco tiempo, y todo esto sin que la familia se entere, ya que el silencio interior es la nota dominante. La adopción de un nutrido equipamiento en el nuevo modelo, viene acompañado de un precio muy similar a la anterior versión, y a buen seguro este esfuerzo por parte de Toyota traerá consigo unas cifras de ventas muy por encima de las previsiones.
Toyota Land Cruiser VX 3p
Tras las buenas sensaciones percibidas con la versión de cinco puertas, este mes hemos probado el nuevo Land Cruiser corto. A todas las virtudes del modelo largo en conducción asfáltica se le unen las excitantes prestaciones en conducción campera, haciendo de este Toyota el compañero ideal para nuestras aventuras, y para intentar hacer nuestra vida más intensa y emocionante.
