4x4

Ruta 4x4: Cuenca - Tragacete

La Serranía de Cuenca, un paisaje agreste de vegetación exuberante, formado por cumbres rocosas, profundos desfiladeros y angostas hoces es el espectacular entorno natural de esta ruta. Un recorrido muy técnico, que exige el uso intenso de reductoras, en el que las dificultades se presentan en forma de piedras, rocas, raíces, agujeros y barrizales.

Ruta 4x4: Cuenca - Tragacete
Ruta 4x4: Cuenca - Tragacete

La ruta comienza junto al Hotel Torremangana. Un corto recorrido por el interior de la ciudad nos lleva a cruzar el puente de San Antón para salir de Cuenca por el Paseo del Júcar. El paseo se convierte en la carretera CM-2105, que discurre por el interior de la hoz paralela al curso del río. El cauce está acompañado de un extensa y frondosa arboleda. La carretera avanza encajonada entre altas paredes calizas de caprichosas formas talladas por la erosión. En el desvío de Valdecabras, pasamos al otro lado de la hoz y retrocedemos algo menos de un kilómetro, siguiendo el Camino de San Isidro, para acceder al primer tramo fuera del asfalto del recorrido, una pista ascendente que se interna por un frondoso pinar. La subida, con piedra suelta y roca, no es complicada, pero es un avance de lo que será la ruta: un recorrido muy técnico, con un nivel de dificultad alto, que puede aumentar enormemente con la mínima presencia de barro en el firme. La pista corona un alto y a partir de este punto comienza a bajar para superar por un puente el cauce seco de una torrentera. Pasado el puente comenzamos a subir entre pinos por una preciosa zona de sierra. El firme de la pista es pedregoso y está surcado por sucesivas rajas longitudinales excavadas por el agua. Es necesario elegir los trazados para superar algunos pasos sin rozar con los bajos del vehículo; no siempre se consigue. En algunas zonas el barro se acumula sobre el firme, especialmente en el interior de las revueltas. En otras, las ramas de los árboles están tan juntas que hay que pasar despacio para no dañar la pintura. Una subida pedregosa nos lleva a circular por la cuerda de una montaña. Pasamos junto a una enorme finca, la Heredad de Santa Elena, delimitada por una valla de alambre que acompaña a la pista durante varios kilómetros. El paisaje está dominado por los tonos verdes de árboles, arbustos y praderas. Tras pasar junto a unas naves de explotación ganadera (casilla 9) iniciamos una subida por una zona de encinas. En el firme se mezclan rocosas trialeras, zanjas profundas y algunos tramos embarrados. Un recorrido, no demasiado complicado, que exige el uso de cortas si no se quiere «tocar» mucho el coche. A partir de aquí la ruta se complica aun más. La pista es una continua sucesión de dificultades: firmes arcillosos —muy deslizantes con barro—, piedras y roca, y raíces y zanjas. Hay que desplegar una conducción muy técnica (dirección, dosificación de gas y elección de trayectorias) que en algunos puntos lleva al límite las prestaciones de los TT de serie más normales. Un tramo complicado en seco. Si llueve, el nivel de dificultad aumentará exponencialmente. Este primer tramo de pista termina en Valdecabras.

Nos internamos por el pueblo para llegar a la calle Juego de Bolos, que en las afueras se convierte en una pista ancha de buen firme. Resulta algo incómoda, ya que el piso está surcado por multitud de agujeros. Avanza inicialmente por el interior de la hoz del río Valdecabras, para alejarse ascendiendo por la ladera. Pronto dejamos la pista principal para seguir una más estrecha e irregular, marcada por agujeros y rodadas profundas, que atraviesa una extensa nava poblada por pinos y praderas, un precioso paisaje serrano. En el firme se suceden tramos con barro, algunos requieren decisión y tacto con el gas, los más complicados se pueden evitar siguiendo las bifurcaciones que los rodean.

En la casilla 27 iniciamos una bajada pedregosa a través de una pista «selvática» poco pisada, un tramo lento y técnico en el que hay que elegir las trayectorias. El firme arcilloso puede complicarse con barro. En el siguiente cruce hay que recorrer un tramo dejando una profunda raja, en la parte izquierda de la pista, entre las ruedas. El firme es de piedra suelta y hay que superar varios pasos trialeros de rocas grandes. Como los tramos anteriores exige el uso de reductoras. La pista termina en una estrecha carretera. Un corto tramo de asfalto nos acerca a otra pista de firme arcilloso, una continua bajada con profundas grietas y zonas embarradas que obliga a extremar las precauciones. Un tramo trialero, con la panorámica de las cumbres de la sierra de la Madera enfrente, nos lleva hasta la carretera CM-2015.

Seguimos por asfalto en dirección a Tragacete, circulando junto al embalse de la Toba. En el siguiente cruce (casilla 38), dejamos la CM-2015 para seguir la carretera que lleva hacia las Majadas. Recorremos algo más de cinco kilómetros para acceder a una pista que comienza a ascender por una ladera de la sierra de la Madera. Una subida pronunciada y continua, con el firme surcado por zanjas, nos lleva a circular por la cuerda de una montaña a través de una pista poco pisada. La ruta avanza por un precioso paisaje de sierra, un extenso pinar que se alterna con los claros de las praderas. Continuas subidas y bajadas y bastantes pasos embarrados componen un recorrido que nos lleva a cruzar de nuevo la carretera las Majadas. Tras el cruce seguimos una pista ancha de buen firme que avanza entre pinos. El blanco del firme destaca contra el verde dominante de la vegetación.