Todos corren, todos tiene buena economía de marcha y agrado diario. Eso sí, cuentan con tres diferentes evoluciones mecánicas. ¿Cuál rinde mejor? El motor de base viene de Ford. O mejor dicho de PSA, que es su fabricante. Se trata del buen dos litros turbodiésel francés, pero no de la última y superior variante de 150 CV que monta por ejemplo el Peugeot 3008, sino de la conocida de 136 CV: el que menos potencia da.
Nissan por su parte, sí opta por el refinado 2.0 dCi de Renault en nuevo desarrollo de 150 CV. Mitsubishi, en cambio, rompe con la tradición en una nueva generación mecánica, de sólo
El Mitsubishi ASX, eso sí, se defiende muy bien en cualquier campo, sobre todo con un gran medio régimen. Sin embargo, al final, paga baja cilindrada, y requiere también de desarrollos más cortos que permiten fantásticas recuperaciones, pero penalizan algo su eficiencia. Mientras, el dCi del Qashqaimuestra un funcionamiento más fino, progresivo y tanto con mejor bajo régimen como con capacidad de estirada hasta más de 5.000 rpm. Puede con desarrollos más largos, que perjudican sus adelantamientos pero no generan incordio diario (es el mejor en aceleración) y benefician consumos (como también una mejor aerodinámica).
Ante ellos, el TDCi del Ford Kuga tiene el rendimiento más veterano. Más efecto turbo y menor elasticidad (se acaba antes que sus rivales), para no ganar en ningún apartado y consumir más. Cuestión también de peso. Todos llevan precisos cambios manuales de 6 marchas.
Visualmente, el más sorprendente es el Ford Kuga. Aroma deportivo, gran sujeción de asientos, buena orientación de mandos y calidad percibida europea, cargado de superficies mullidas y suaves al tacto. Claro que también, a pesar de su mayor tamaño exterior y buenos accesos, el Kuga termina siendo el más pequeño. A excepción de la más generosa altura interior, es el menor en espacio para piernas, anchura y, sobre todo, maletero, reducido a pesar de contar con un segundo y práctico acceso por luneta abatible independiente.
Ligeramente superior en espacio es un muy japonés Mitsubishi ASX. Su magnífica calidad de realización y ajustes no tiene correspondencia a un tacto donde, como buen asiático, huye de tanto plástico mullido. Sencillo y con amplio equipamiento de serie, funcionalmente destaca por gran anchura interior y correcta capacidad de carga, siempre que no equipe un subwoofer que resta hasta
Entre la mayor igualdad de Mitsubishi y Ford sobresale un Nissan Qashqai muy práctico. Soso de diseño y con nueva pero desfasada pequeña pantalla de navegador, no sólo es un ejemplo de ergonomía, confort de asientos y agrado de mandos, sino que además es el más amplio, destacando sobre todo en un gran maletero familiar.
¿Cuál es mejor inversión?
Entramos, por último, en precios. Sin atender a promociones (fluctuantes según mes y concesionario), un hecho se desprende de la comparativa: de los tres, el Ford Kuga es el más caro... y contando además con peor equipamiento de serie sin cámara de visión trasera, techo panorámico o navegador a diferencia de nuestros protagonistas japoneses. Realidad. En cambio el segundo hecho, que este Nissan Qashqai es el más barato, requiere explicación.
Nuestro Mitsubishi ASX, como el Ford Kuga, llega en equipamiento superior. Sin embargo, el Nissan es Tekna Sport. Si optásemos al más alto Tekna Premium su precio sería entonces clavado al ASX, añadiendo también como él tapicería de piel, faros de xenón o asientos calefactados, y con la mínima diferencia de contar con climatizador bizona (de una sola zona el ASX), pero nunca con sus asientos eléctricos. Es decir, el marcaje de Mitsubishi a Nissan es total. El espacio, el diseño o las diferencias en motor y comportamiento son las que pueden marcar más distancia.
Lo mejor | Lo peor | |
Ford Kuga 2.0 TDCI 4WD |
- Comportamiento general |
- Consumo y autonomía |
Mitsubishi ASX 200 DI-D |
- Diseño |
- Confort de bacheo |
Nissan Qashqai 2.0 dCi 4x4 |
- Confort y agrado diario |
- Diseño interior soso |
Todos corren, todos tiene buena economía de marcha y agrado diario. Eso sí, cuentan con tres diferentes evoluciones mecánicas. ¿Cuál rinde mejor? El motor de base viene de Ford. O mejor dicho de PSA, que es su fabricante. Se trata del buen dos litros turbodiésel francés, pero no de la última y superior variante de 150 CV que monta por ejemplo el Peugeot 3008, sino de la conocida de 136 CV: el que menos potencia da.
Nissan por su parte, sí opta por el refinado 2.0 dCi de Renault en nuevo desarrollo de 150 CV. Mitsubishi, en cambio, rompe con la tradición en una nueva generación mecánica, de sólo
1,8 litros de cilindrada, pero también 150 CV: es el primer motor que combina turbo, inyección directa Diesel y control de alzada variable de válvulas. Pero... ¿saca partido de tanta sofisticación y baja cilindrada? Pues suena poco (sobre todo a ralentí, donde parece gasolina) y vibra menos, pero a pesar de ser el único con paquete eficiente (monta sistema Start/Stop) no es el que menos consume. Y, a pesar de la mayor ligereza de carrocería del ASX, tampoco es el más rápido.El Mitsubishi ASX, eso sí, se defiende muy bien en cualquier campo, sobre todo con un gran medio régimen. Sin embargo, al final, paga baja cilindrada, y requiere también de desarrollos más cortos que permiten fantásticas recuperaciones, pero penalizan algo su eficiencia. Mientras, el dCi del Qashqaimuestra un funcionamiento más fino, progresivo y tanto con mejor bajo régimen como con capacidad de estirada hasta más de 5.000 rpm. Puede con desarrollos más largos, que perjudican sus adelantamientos pero no generan incordio diario (es el mejor en aceleración) y benefician consumos (como también una mejor aerodinámica).
Ante ellos, el TDCi del Ford Kuga tiene el rendimiento más veterano. Más efecto turbo y menor elasticidad (se acaba antes que sus rivales), para no ganar en ningún apartado y consumir más. Cuestión también de peso. Todos llevan precisos cambios manuales de 6 marchas.
Entrando ya en el habitáculo, y a diferencia de rivales más ambiciosos (como los Honda CR-V o VW Tiguan), ninguno cuenta en esta comparativa con modularidad monovolumen, ni fila trasera deslizante en longitud. No hay más planteamiento en cualquiera de ellos que el de un turismo compacto, incluido su buen espacio familiar. Vamos al detalle.Visualmente, el más sorprendente es el Ford Kuga. Aroma deportivo, gran sujeción de asientos, buena orientación de mandos y calidad percibida europea, cargado de superficies mullidas y suaves al tacto. Claro que también, a pesar de su mayor tamaño exterior y buenos accesos, el Kuga termina siendo el más pequeño. A excepción de la más generosa altura interior, es el menor en espacio para piernas, anchura y, sobre todo, maletero, reducido a pesar de contar con un segundo y práctico acceso por luneta abatible independiente.
Ligeramente superior en espacio es un muy japonés Mitsubishi ASX. Su magnífica calidad de realización y ajustes no tiene correspondencia a un tacto donde, como buen asiático, huye de tanto plástico mullido. Sencillo y con amplio equipamiento de serie, funcionalmente destaca por gran anchura interior y correcta capacidad de carga, siempre que no equipe un subwoofer que resta hasta
30 litros de carga. Además, cuenta con 27 dm3 extra bajo la tapa del maletero.Entre la mayor igualdad de Mitsubishi y Ford sobresale un Nissan Qashqai muy práctico. Soso de diseño y con nueva pero desfasada pequeña pantalla de navegador, no sólo es un ejemplo de ergonomía, confort de asientos y agrado de mandos, sino que además es el más amplio, destacando sobre todo en un gran maletero familiar.
¿Cuál es mejor inversión?
Entramos, por último, en precios. Sin atender a promociones (fluctuantes según mes y concesionario), un hecho se desprende de la comparativa: de los tres, el Ford Kuga es el más caro... y contando además con peor equipamiento de serie sin cámara de visión trasera, techo panorámico o navegador a diferencia de nuestros protagonistas japoneses. Realidad. En cambio el segundo hecho, que este Nissan Qashqai es el más barato, requiere explicación.
Nuestro Mitsubishi ASX, como el Ford Kuga, llega en equipamiento superior. Sin embargo, el Nissan es Tekna Sport. Si optásemos al más alto Tekna Premium su precio sería entonces clavado al ASX, añadiendo también como él tapicería de piel, faros de xenón o asientos calefactados, y con la mínima diferencia de contar con climatizador bizona (de una sola zona el ASX), pero nunca con sus asientos eléctricos. Es decir, el marcaje de Mitsubishi a Nissan es total. El espacio, el diseño o las diferencias en motor y comportamiento son las que pueden marcar más distancia.
Lo mejor Lo peor Ford Kuga 2.0 TDCI 4WD
- Comportamiento general
- Tacto deportivo
- Sonoridad en marcha- Consumo y autonomía
- Elevado peso
- Diámetro de giroMitsubishi ASX 200 DI-D
- Diseño
- Adelantamientos y recuperaciones
- Gran equipamiento- Confort de bacheo
- Frenada
- Sonoridad de marchaNissan Qashqai 2.0 dCi 4x4
- Confort y agrado diario
- Prestaciones/consumo
- Espacio y maletero- Diseño interior soso
- Banqueta trasera corta
- Visibilidad 3/4 traseroTodos corren, todos tiene buena economía de marcha y agrado diario. Eso sí, cuentan con tres diferentes evoluciones mecánicas. ¿Cuál rinde mejor? El motor de base viene de Ford. O mejor dicho de PSA, que es su fabricante. Se trata del buen dos litros turbodiésel francés, pero no de la última y superior variante de 150 CV que monta por ejemplo el Peugeot 3008, sino de la conocida de 136 CV: el que menos potencia da.
Nissan por su parte, sí opta por el refinado 2.0 dCi de Renault en nuevo desarrollo de 150 CV. Mitsubishi, en cambio, rompe con la tradición en una nueva generación mecánica, de sólo
1,8 litros de cilindrada, pero también 150 CV: es el primer motor que combina turbo, inyección directa Diesel y control de alzada variable de válvulas. Pero... ¿saca partido de tanta sofisticación y baja cilindrada? Pues suena poco (sobre todo a ralentí, donde parece gasolina) y vibra menos, pero a pesar de ser el único con paquete eficiente (monta sistema Start/Stop) no es el que menos consume. Y, a pesar de la mayor ligereza de carrocería del ASX, tampoco es el más rápido.El Mitsubishi ASX, eso sí, se defiende muy bien en cualquier campo, sobre todo con un gran medio régimen. Sin embargo, al final, paga baja cilindrada, y requiere también de desarrollos más cortos que permiten fantásticas recuperaciones, pero penalizan algo su eficiencia. Mientras, el dCi del Qashqaimuestra un funcionamiento más fino, progresivo y tanto con mejor bajo régimen como con capacidad de estirada hasta más de 5.000 rpm. Puede con desarrollos más largos, que perjudican sus adelantamientos pero no generan incordio diario (es el mejor en aceleración) y benefician consumos (como también una mejor aerodinámica).
Ante ellos, el TDCi del Ford Kuga tiene el rendimiento más veterano. Más efecto turbo y menor elasticidad (se acaba antes que sus rivales), para no ganar en ningún apartado y consumir más. Cuestión también de peso. Todos llevan precisos cambios manuales de 6 marchas.
Entrando ya en el habitáculo, y a diferencia de rivales más ambiciosos (como los Honda CR-V o VW Tiguan), ninguno cuenta en esta comparativa con modularidad monovolumen, ni fila trasera deslizante en longitud. No hay más planteamiento en cualquiera de ellos que el de un turismo compacto, incluido su buen espacio familiar. Vamos al detalle.Visualmente, el más sorprendente es el Ford Kuga. Aroma deportivo, gran sujeción de asientos, buena orientación de mandos y calidad percibida europea, cargado de superficies mullidas y suaves al tacto. Claro que también, a pesar de su mayor tamaño exterior y buenos accesos, el Kuga termina siendo el más pequeño. A excepción de la más generosa altura interior, es el menor en espacio para piernas, anchura y, sobre todo, maletero, reducido a pesar de contar con un segundo y práctico acceso por luneta abatible independiente.
Ligeramente superior en espacio es un muy japonés Mitsubishi ASX. Su magnífica calidad de realización y ajustes no tiene correspondencia a un tacto donde, como buen asiático, huye de tanto plástico mullido. Sencillo y con amplio equipamiento de serie, funcionalmente destaca por gran anchura interior y correcta capacidad de carga, siempre que no equipe un subwoofer que resta hasta
30 litros de carga. Además, cuenta con 27 dm3 extra bajo la tapa del maletero.Entre la mayor igualdad de Mitsubishi y Ford sobresale un Nissan Qashqai muy práctico. Soso de diseño y con nueva pero desfasada pequeña pantalla de navegador, no sólo es un ejemplo de ergonomía, confort de asientos y agrado de mandos, sino que además es el más amplio, destacando sobre todo en un gran maletero familiar.
¿Cuál es mejor inversión?
Entramos, por último, en precios. Sin atender a promociones (fluctuantes según mes y concesionario), un hecho se desprende de la comparativa: de los tres, el Ford Kuga es el más caro... y contando además con peor equipamiento de serie sin cámara de visión trasera, techo panorámico o navegador a diferencia de nuestros protagonistas japoneses. Realidad. En cambio el segundo hecho, que este Nissan Qashqai es el más barato, requiere explicación.
Nuestro Mitsubishi ASX, como el Ford Kuga, llega en equipamiento superior. Sin embargo, el Nissan es Tekna Sport. Si optásemos al más alto Tekna Premium su precio sería entonces clavado al ASX, añadiendo también como él tapicería de piel, faros de xenón o asientos calefactados, y con la mínima diferencia de contar con climatizador bizona (de una sola zona el ASX), pero nunca con sus asientos eléctricos. Es decir, el marcaje de Mitsubishi a Nissan es total. El espacio, el diseño o las diferencias en motor y comportamiento son las que pueden marcar más distancia.
Lo mejor Lo peor Ford Kuga 2.0 TDCI 4WD
- Comportamiento general
- Tacto deportivo
- Sonoridad en marcha- Consumo y autonomía
- Elevado peso
- Diámetro de giroMitsubishi ASX 200 DI-D
- Diseño
- Adelantamientos y recuperaciones
- Gran equipamiento- Confort de bacheo
- Frenada
- Sonoridad de marchaNissan Qashqai 2.0 dCi 4x4
- Confort y agrado diario
- Prestaciones/consumo
- Espacio y maletero- Diseño interior soso
- Banqueta trasera corta
- Visibilidad 3/4 trasero