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Burgos, Álava, Soria y La Rioja

En el año 1081, Rodrigo Díaz de Vivar, el legendario «Cid Campeador», fue condenado al destierro por el rey de Castilla y León Alfonso VI. El Cid salió de Burgos con su mesnada e hizo un largo y complicado recorrido que le llevó, tras múltiples batallas y escaramuzas, hasta la conquista del entonces reino musulmán de Valencia. Esta ruta es la primera etapa de una serie que tiene como base «La Ruta del Destierro del Cid» y recorre, como introducción, parte de sus extensos dominios.

Burgos, Álava, Soria y La Rioja
Burgos, Álava, Soria y La Rioja

Salimos de Oña, enclaustrada entre altos farallones rocosos, por un precioso paisaje de montaña. Por carretera seguimos el cauce del río Oca encauzado entre pétreas gargantas. Camino de Trespaderne, donde llegaremos por carretera, cruzamos el río Ebro, siempre rodeados por un precioso paisaje rocoso. Seguimos por asfalto hasta Cillaperlata, cruzando el embalse del mismo nombre sobre el Ebro. En las afueras del pueblo cogemos una excelente pista que sigue por el interior de unas gargantas rodeadas de montañas. Las laderas están cubiertas de pinos y el centro de campos de labor. Poco más de tres kilómetros nos separan de Quintanaseca, donde de nuevo seguiremos por asfalto. Desde la lejanía llama la atención, en lo alto de un roquedo, la silueta de Frías, de la que destaca el perfil de su Castillo y el alto campanario de su iglesia. Cruzamos Frías y, en las afueras, entramos en una pista ancha y buena que nos deja cerca de Valderrama. Aquí cogemos otra pista que sigue el curso del arroyo del Sorno. Aunque inicialmente el firme es excelente, empeora gradualmente hasta el punto de tener que afrontar algunos pasos complicados que exigen reductoras y concentración para ser superados. La dificultad la ponen grandes piedras y profundas zanjas excavadas por el agua. Para los menos expertos la alternativa es seguir por carretera hasta Cubilla y retomar la pista en la casilla 102. Junto al cartel de Cubilla entramos en una pista excelente que en los mapas aparece como carretera comarcal. La pista se interna por una zona verde entre montañas atravesando una preciosa zona de sierra; es ancha y en algunas zonas algo pedregosa, aunque no ofrece ninguna dificultad a nuestro paso. En algunos tramos las encinas están tan juntas que parece como si circuláramos por el interior de un túnel verde. Un par de kilómetros antes de llegar a Encio, nos desviamos entrando en unas estrechas gargantas de altas paredes rocosas. La parte inferior está cubierta por una lujuriosa vegetación, en la que sin duda se convierte en uno de los más bellos parajes del recorrido. Un par de kilómetros antes de llegar a Encio, nos desviamos entrando en unas estrechas gargantas de altas paredes rocosas. La parte inferior está cubierta por una lujuriosa vegetación, en la que sin duda se convierte en uno de los más bellos parajes del recorrido. A la salida de Pancorbo, tras pasar bajo la autovía, cogemos una pista lisa y ancha que circula por una extensa llanura entre campos de labor. A través de un pequeño valle entre pequeñas montañas llegamos a Quintanilla de San García. Desde aquí seguimos por carretera hasta Briviesca, ya que todas las pistas que conectaban estas poblaciones desaparecen entre los sembrados. Salimos de Briviesca por una pista, junto a la Plaza de Toros, que comienza ascendiendo entre casas. Al coronar la subida, la pista se interna entre sembrados. Circulamos por un alto que nos ofrece amplias vistas hacia ambos lados. Una suave bajada nos lleva hasta Reinoso, donde termina el último tramo de pista. Seguimos por carretera hasta Burgos pasando por el cercano Monasterio de Rodilla.