Volvo V70 2.4T automático

El familiar de gama alta de Volvo estrena un buen número de novedades que lo convierten en un modelo de lo más interesante: diseño de nuevo cuño, mecánica afinada y una inédita caja de cambios automática de cinco relaciones.

Volvo V70 2.4T automático
Volvo V70 2.4T automático

un grado de satisfacción elevadísimo. No cabe duda de que en Volvo han dado con un equipo de diseño de interiores con el que pocas marcas pueden competir. Por diseño, calidad, terminación y estética, el habitáculo del V70 no puede generar más que complacencia. El salpicadero es fantástico en su aspecto y la posición del conductor al volante no puede calificarse más que de excepcional. Como, además, el uso de brazos y piernas se reduce con la transmisión automática, la posición de conducción resultante al final de pocos segundos de intentos es fantástica. El confort no merece otros calificativos. Si empezamos por analizar los asientos, Volvo ha conseguido otros - y ya van…- realmente soberanos: amplios, acogedores, sujetando bien en las curvas, con mullido que se adapta al cuerpo sin perder firmeza. En fin, lo mejor para enfrentarse a cientos de kilómetros sin descanso. Además, disponen del sistema WIHPS que amortigua los efectos sobre el cuello y espalda de los típicos golpes por alcance posterior. Pero esto es sólo el principio. La suspensión resulta de lo más adaptada para esos viajes a la costa -o de ella a la montaña- en los que conviene llegar frescos para aprovechar al máximo el tiempo de disfrute. Se han reducido al mínimo la transmisión al interior de las sacudidas producidas al pasar sobre irregularidades, algo que en el S80 se echa un poco en falta. La transmisión automática contribuye en este capítulo del confort con un funcionamiento impecable, por suavidad, realizando su trabajo de forma casi imperceptible. Además, contribuye a que el motor pase desapercibido a los oídos de los ocupantes, pues su tendencia natural es la de utilizar la marcha más larga a poco que no exijamos capacidad de aceleración. En fin, podemos asegurar que nada de lo que se ha previsto en el V70 queda al azar en lo relativo al confort. Simplemente, sensacional. La versatilidad de la carrocería no excede la habitual en un modelo de tipo familiar. Algunos "gagdets", como la posibilidad de sujetar las bolsas de la compra, de disponer de papeleras en el habitáculo o de que sirva de portamonedas y caja de CD´s el reposabrazos central, además de otros, nos proporcionan una utilidad siempre bienvenida. Lo que no podemos dejar pasar es el cerco de seguridad con que Volvo abraza a sus usuarios. Además del ya comentado WHIPS, el habitáculo del V70 encierra, además de los airbags delanteros -en el que el de acompañante es opcional sin costo-, los Sipsbags, que protegen el tórax lateralmente y los airbags de techo laterales, que se convierten en una cortina cubriendo ambas ventanillas y que pueden estar inflados hasta tres segundos, para mantener la protección durante un vuelco. Teniendo en cuenta que los airbags son de inflado progresivo en función de la fuerza del impacto y que los cinturones delanteros poseen pretensores con distensión inmediata, mientras los traseros disponen de anclaje en el mismo asiento, podemos asegurar que el Volvo V70 se emplaza en el grupo de cabeza de modelos con máxima capacidad de protección pasiva.