Volvo V40 D3, compacto de cine

Con mucho aroma premium y un diseño de lo más atractivo, el nuevo Volvo V40 apunta alto en el segmento compacto y, también, como coche sobreprotector. Y es que, gracias hoy a la electrónica, Volvo confirma su salto a la emoción sin necesidad de perder su conocida apuesta hacia la seguridad. Todo un dardo para Audi, BMW y Mercedes.

Jordi Moral

Volvo V40 D3, compacto de cine
Volvo V40 D3, compacto de cine

El nuevo Volvo V40 llega como un compacto de cine… y toca prácticamente todos los géneros posibles. La película, eso sí, comienza con ciencia ficción. Antes de sentarnos a él conviene estar en aviso, porque por su despliegue en marcha de luces, pitidos y colores puedes creer estar casi en una nave espacial.
 

Todo parte de una red de sensores, cámaras y actuadores, un gran despliegue con el que Volvo anuncia el compacto más seguro del mundo: desde lo que se ve como equipo de serie (como llamada de emergencia o un sistema anticolisión hasta 50 km/h capaz incluso de frenar automáticamente al coche para evitar o minimizar choques por alcance) a lo que no se ve pero también es de serie  (como el primer airbag para peatones, que sale del parabrisas), pasando luego por una batería extra de opciones que reconocen señales, vigilan ángulos muertos, previenen desvíos de trayectoria o hasta avisan si alguien se aproxima cuando salimos de un aparcamiento en batería. Un ángel de la guarda latente y que permite a Volvo reafirmar su compromiso con la seguridad, eso sí, abriendo nuevas licencias de imagen en la marca. Ya no hacen falta diseños rocosos, cúbicos: la electrónica ha tomado el mando.
 

Actor protagonista

La trama se convierte así, posteriormente, en romance. Quién ha visto a Volvo y quién la ve hoy. El S60 lo anunció, el V60 lo anticipó y este más pequeño V40 es definitivamente la consagración. Techo, pilotos, nervaduras… Adiós a su papel de secundario. Llama la atención, y casi tanto por fuera como por dentro. Nos gusta aquí la personalidad de Volvo. Y es que, desligada hace 3 años de Ford, el nuevo V40 mantiene su esencia a pesar de ser el primer modelo lanzado ya bajo el control total del grupo chino Geely. Cierto que el proyecto nació antes con su anterior propietario, y de hecho la plataforma se basa en el Ford Focus, pero dieron el visto bueno en su ambiciosa apuesta por luchar de tú a tú contra las marcas de lujo alemanas.
 

Delante sentimos muy buenos materiales en este nuevo Volvo V40, una postura de conducción que nos envuelve de inmediato (parece sacada de un guión de Audi), un tacto muy suave de mandos y una estética vanguardista, con su habitual consola central «flotante» pero también con el retrovisor biselado, reposacabezas traseros escamoteables por botón, o la opción de iluminar por leds el pomo y contar con instrumentación variable. Han llegado los efectos especiales.
 

El malo de la película

Pero en todo buen argumento que se precie no puede faltar la intriga, y pasamos ya a la fila trasera. ¿Afectará tanto diseño al espacio? De inicio, el acceso no es bueno y con los asientos alejados de las puertas (nuevamente, prima la máxima seguridad) es inevitable rozar las piernas con la carrocería al salir, así que ojo si está manchada. Pero, en habitabilidad pura, el Volvo V40 nos sorprende con una altura no excesiva pero correcta para adultos de más de 1,80 metros, gran anchura para dos pasajeros (por túnel de transmisión, tres irán muy justos como en casi todos los compactos) y bastante más espacio para piernas que, por ejemplo, un BMW Serie 1, un Audi A3 Sportback y hasta un Ford Focus, con quien comparte su buena batalla (2,65 metros).
 

Sin embargo, el espectacular diseño de la zaga del Volvo V40 también tiene un precio: el maletero. Con rueda de emergencia opcional (de serie, llega kit antipinchazos), apenas medimos 275 litros de carga, la capacidad casi de un Ford Ka y hasta un 40 por ciento menos que todo compacto que se precie. No digamos ya a un compacto de carrocería familiar, como parece sugerir también en imagen un Volvo V40 que, eso sí, permite abatir tanto la 2ª fila como el asiento delantero del acompañante para dejar entonces una gran superficie plana de carga. Pero plantearse el viaje con equipaje en familia en este Volvo V40 puede acercarse a una película de miedo.
 

Buen reparto mecánico

Dejando así todo exceso de equipaje, pasamos en el Volvo V40 del drama a la comedia: qué buen rato. En marcha, el agrado de uso es muy elevado. No vibra, casi no suena… y eso que, para no perder la especial tradición en Volvo, elegimos en este nuevo V40 uno de sus motores Diesel de 5 cilindros. Abrimos capó y encontramos la explicación en el grueso aislante de poliuretano. Y es que este D3 de 150 CV no es un «simple» 4 cilindros: ni por resonancia subiendo de vueltas, ni por respuesta. Comparte arquitectura con el superior D4 de 177 CV y, como él, parece no ser ni del todo inmediato ni demasiado elástico.
 

Sin embargo, la tremenda cantidad de par desde 1.600 rpm de este motor D3 es la que parece ensombrecer el empuje por debajo, mientras que, en efecto, no sacamos mucho estirándolo por encima de 3.000 rpm. Junto a un cambio manual de 6 marchas con desarrollos largos, pero no exagerados, este Volvo V40 ofrece buenas prestaciones y un rendimiento más que correcto. Con Stop/Start y frenada regenerativa, cierto  que no llega a ser tan eficiente como los brillantes 18d de BMW ó 2.0 TDi del grupo VW, pero sus consumos son contenidos teniendo en cuenta que pesa también 150 kg más, por ejemplo, que un Golf. Tanta seguridad…
 

Escenas de acción

Rápido y con buen confort acústico, el Volvo V40 también resulta cómodo en carretera. Y eso que su bastidor se siente bastante firme, pero el buen conjunto muelle-amortiguadorpermiten que, por buen asfalto,no resulte seco. Muy asentado rodando, el V40 ofrece mucho agarre, sobre todo con nuestros neumáticos Michelin Pilot Sport 225/40 R18 que, prácticamente, no le dejan ni moverse.


Al poco balanceo, el nuevo Volvo V40 une un tren delantero muy incisivo (nula tendencia a abrir la trazada ayudado por un control de tracción que llega a frenar la rueda interior simulando un diferencial), a pesar de que la dirección podría informar más para mi gusto del contacto de las ruedas con el asfalto. Puede que sea ese toque de conservadurismo «Made in Volvo», que, a pesar de la mayor emoción de hoy, sigue dejándonos sentir también la marca a través de unas ayudas electrónicas sutiles, pero que actúan rápido ante el deslizamiento (mediante frenos e interrupción de potencia) para ayudar a que no se desvíe la trayectoria, sobre todo de atrás, en fuertes apoyos. Hay que mantener el tipo, y el Volvo V40 es un caballero, sí, pero con el que se puede ir muy rápido con facilidad.
 

Llega, por fin, el desenlace a la trama del Volvo V40: nos ha gustado mucho, con buen argumento para el taquillazo. Claro que, convertido ya en «thriller», la llegada de los nuevos Audi A3 Sportback y Mercedes Clase A ofrece un enfrentamiento de altísimos vuelos. Y parece estar ya prácticamente a su altura, incluido también en un alto precio que ronda los 30.000 euros. ¿Aguantará próximamente el cuerpo a cuerpo? Continuará…