Con la llegada de esta segunda generación del Volvo S40, la gama Diesel es la que sale más favorecida -no en vano era la más necesitada-, gracias a la adopción de dos modernos propulsores "common rail". En esta primera versión que probamos, la más potente con 116 CV, además del salto cualitativo que garantiza la utilización de la técnica del conducto común, se da otro cuantitativo, gracias a unas prestaciones dinámicas que posicionan al S40 1.9D en un lugar bastante más acorde con la imagen que se desprende de la berlina pequeña de Volvo. De las 1.500 modificaciones que presenta esta segunda generación del S40 con respecto a la primera, la adopción de motores "common rail", y en concreto esta versión de 116 CV, reposiciona a la berlina pequeña de Volvo entre las más interesantes de su segmento. De la escalada de potencia y refinamiento que vivimos con los motores Diesel de última generación, el Volvo S40 había perdido la comba de los mejores. La anterior versión ya disponía de un motor de inyección directa de 95 CV, que si bien ofrecía unas prestaciones honestas que compaginaba con unos consumos muy ajustados, pecaba de falta de refinamiento mecánico preciso para rematar la faena, por cuestiones de tacto de motor y de calidad acústica. Y esto sucedía mientras en sus rivales se generalizaba el uso de mecánicas más suaves, silenciosas y que sobrepasaban la barrera de los 100 CV. Renault ha sido siempre el suministrador oficial de motores Diesel para la gama baja de Volvo y para esta nueva generación del S40 ha puesto a disposición su última línea de motores Diesel "common rail". La gama se compone de dos versiones, una 1.9D de 102 CV y un 1.9D de 116 CV. La diferencia en precio es de sólo 110.000 pesetas, en contra de la más potente, una diferencia insignificante en facturas por encima de los 3,5 millones y que hace claramente recomendable la versión que probamos. Curiosamente, el propulsor que presenta el S40 1.9D es un estreno en toda regla, adelantándose a las próximas aplicaciones de esta mecánica en la gama Renault. Deriva del 1.9 dCi que montan el Scénic (105 CV) y el Laguna (110 CV), con la particularidad de disponer de un turbo de geometría variable. Los valores de potencia y par anunciados, que ya de por sí parecen excelentes, con 116 CV y 27 mkg, han terminado de convencernos al pasar nuestra unidad de pruebas por el banco de rodillos, ya que ha conseguido unos valores de 123,4 CV y 29,4 mkg.
Volvo S40 1.9D
Sin notables cambios exteriores, el S40 vive su segunda juventud, a la que da nuevos bríos un generoso motor, como antes, de origen Renault, pero esta vez con la moderna tecnología "common rail" y turbo variable.
