Ya es bastante conocida nuestra apreciación por el Volkswagen Tiguan. La llegada de la versión con transmisión sólo a las ruedas delanteras puede parecer una mínima variación sobre la disponible hasta ahora. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que la modificación de la transmisión trae consigo un sensible número de modificaciones que varían notablemente su rendimiento.
La primera de ellas, y no la más banal, sin embargo, es sólo apreciable a la hora de poner el talón sobre la mesa del vendedor: el Volkswagen Tiguan 4x2 es sensiblemente más accesible al comprador medio, ya que se va bien por debajo de los 30.000 euros, una cifra que, poco tiempo atrás, era vista con naturalidad por muchos pero que, ahora, a la vista de los acontecimientos vuelve a ser tan inaccesible para la mayoría como lo era una década atrás.
Entrando en materia técnica, va allá primero un recordatorio. El Volkswagen Tiguan con tracción a las cuatro ruedas dispone de un sistema de transmisión de tipo Haldex, esto es, con un diferencial central de discos que sólo actúa cuando se produce una diferencia de giro entre los trenes delantero y trasero.
Con esto queremos incidir en que, mientas se circula por asfalto o, incluso, por tierra de forma moderada, el Volkswagen Tiguan 4x4 se comporta como un tracción delantera, utilizando sólo sus ruedas frontales para el empuje del vehículo. Queremos dejar claro que, para una gran mayoría de sus usuarios, este 4x2 no resultará menos seguro y eficaz que su hermano, puesto que aquéllos que no salgan del asfalto o no sufran una nevada, no sentirán la ayuda de la propulsión de las ruedas posteriores.
La desaparición del sistema de tracción total trae consigo una importante reducción del peso del vehículo. Según nuestra báscula, nada menos que 165 kg, con una modificación sensible de su reparto entre los ejes. Así, mientras sobre el tren trasero del Volkswagen Tiguan 4x4 recae el 42,7 por ciento del peso total, en este 4x2 se queda en un 40,5 por ciento.
Como resultante, los ingenieros han dispuesto una variación en el diámetro de la barra estabilizadora trasera, que se reduce de 22 a 19 milímetros. Esta variación debería tender a incrementar la tendencia al subviraje en una conducción exigente, pero esto no llega a apreciarse a causa de la reducción del peso total –que potencia la agilidad- y a que el tren trasero –con geometría multibrazo- posee una importante capacidad direccional cuando se exige mucho al bastidor en curva.
Como daño colateral al nuevo reparto de pesos, la frenada se ve ligeramente perjudicada, habiéndose obtenido una distancia tres metros más larga que con su hermano en la parada desde 140 km/h, sin duda, porque el menor peso sobre las ruedas traseras limita su potencia máxima de frenado antes de que el ABS empiece a funcionar.
Otra de las modificaciones efectuadas se refiere a la caja de cambios, pues en este Volkswagen Tiguan 4x2 se han alargado los desarrollos del cambio de forma significativa. Si nos atenemos a las prestaciones oficiales, esto no ha tenido negativa consecuencia, porque la velocidad punta y la aceleración de 0-100 km/h son más brillantes. Sin embargo, nuestro Centro Técnico no ha obtenido prestaciones mejores que en la versión del Tiguan 4x4, sino todo lo contrario, pues en todas las pruebas realizadas se han perdido muchas décimas y, por ejemplo, en recuperaciones, segundos enteros.
Una versión tremendamente interesante, porque supone un buen recorte en el precio sin que la oferta básica del VW Tiguan se vea alterada.En el tráfico diario esto queda muy palpable, sobre todo, en el uso de la sexta marcha, que queda limitado a siempre que se circule por encima de 100 km/h, ya que, por debajo, cualquier intento de aceleración resulta casi inútil.
Por el contrario, este alargamiento de los desarrollos beneficia enormemente al consumo de combustible. En nuestras mediciones, prácticamente se baja un litro a los 100 km en el consumo medio, llegando a casi 1,5 l/100 km en el consumo en ciudad. Esto es especialmente beneficioso para todos aquellos usuarios que ven en el Tiguan su coche del día a día, por cierto, suponemos que la gran mayoría.
En fin, que el Volkswagen Tiguan de tracción delantera resulta más diferente del 4x4 de lo que a primera vista parece. Más económico, tanto en consumo como en precio, pero también algo menos dinámico y seguro, pero siempre tan bien equipado y terminado. Sin duda, más destinado a clientes burgueses y tranquilos, de acuerdo a las nuevas tendencias de los SUV.— Consumo contenido
— Comportamiento en asfalto
— Calidad visual y equipamiento
— Respuesta en sexta velocidad
— Limitaciones 'off-road'
— Frenada menos eficaz
Ya es bastante conocida nuestra apreciación por el Volkswagen Tiguan. La llegada de la versión con transmisión sólo a las ruedas delanteras puede parecer una mínima variación sobre la disponible hasta ahora. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que la modificación de la transmisión trae consigo un sensible número de modificaciones que varían notablemente su rendimiento.
La primera de ellas, y no la más banal, sin embargo, es sólo apreciable a la hora de poner el talón sobre la mesa del vendedor: el Volkswagen Tiguan 4x2 es sensiblemente más accesible al comprador medio, ya que se va bien por debajo de los 30.000 euros, una cifra que, poco tiempo atrás, era vista con naturalidad por muchos pero que, ahora, a la vista de los acontecimientos vuelve a ser tan inaccesible para la mayoría como lo era una década atrás.
Entrando en materia técnica, va allá primero un recordatorio. El Volkswagen Tiguan con tracción a las cuatro ruedas dispone de un sistema de transmisión de tipo Haldex, esto es, con un diferencial central de discos que sólo actúa cuando se produce una diferencia de giro entre los trenes delantero y trasero.
Con esto queremos incidir en que, mientas se circula por asfalto o, incluso, por tierra de forma moderada, el Volkswagen Tiguan 4x4 se comporta como un tracción delantera, utilizando sólo sus ruedas frontales para el empuje del vehículo. Queremos dejar claro que, para una gran mayoría de sus usuarios, este 4x2 no resultará menos seguro y eficaz que su hermano, puesto que aquéllos que no salgan del asfalto o no sufran una nevada, no sentirán la ayuda de la propulsión de las ruedas posteriores.
La desaparición del sistema de tracción total trae consigo una importante reducción del peso del vehículo. Según nuestra báscula, nada menos que 165 kg, con una modificación sensible de su reparto entre los ejes. Así, mientras sobre el tren trasero del Volkswagen Tiguan 4x4 recae el 42,7 por ciento del peso total, en este 4x2 se queda en un 40,5 por ciento.
Como resultante, los ingenieros han dispuesto una variación en el diámetro de la barra estabilizadora trasera, que se reduce de 22 a 19 milímetros. Esta variación debería tender a incrementar la tendencia al subviraje en una conducción exigente, pero esto no llega a apreciarse a causa de la reducción del peso total –que potencia la agilidad- y a que el tren trasero –con geometría multibrazo- posee una importante capacidad direccional cuando se exige mucho al bastidor en curva.
Como daño colateral al nuevo reparto de pesos, la frenada se ve ligeramente perjudicada, habiéndose obtenido una distancia tres metros más larga que con su hermano en la parada desde 140 km/h, sin duda, porque el menor peso sobre las ruedas traseras limita su potencia máxima de frenado antes de que el ABS empiece a funcionar.
Otra de las modificaciones efectuadas se refiere a la caja de cambios, pues en este Volkswagen Tiguan 4x2 se han alargado los desarrollos del cambio de forma significativa. Si nos atenemos a las prestaciones oficiales, esto no ha tenido negativa consecuencia, porque la velocidad punta y la aceleración de 0-100 km/h son más brillantes. Sin embargo, nuestro Centro Técnico no ha obtenido prestaciones mejores que en la versión del Tiguan 4x4, sino todo lo contrario, pues en todas las pruebas realizadas se han perdido muchas décimas y, por ejemplo, en recuperaciones, segundos enteros.
Una versión tremendamente interesante, porque supone un buen recorte en el precio sin que la oferta básica del VW Tiguan se vea alterada.En el tráfico diario esto queda muy palpable, sobre todo, en el uso de la sexta marcha, que queda limitado a siempre que se circule por encima de 100 km/h, ya que, por debajo, cualquier intento de aceleración resulta casi inútil.
Por el contrario, este alargamiento de los desarrollos beneficia enormemente al consumo de combustible. En nuestras mediciones, prácticamente se baja un litro a los 100 km en el consumo medio, llegando a casi 1,5 l/100 km en el consumo en ciudad. Esto es especialmente beneficioso para todos aquellos usuarios que ven en el Tiguan su coche del día a día, por cierto, suponemos que la gran mayoría.
En fin, que el Volkswagen Tiguan de tracción delantera resulta más diferente del 4x4 de lo que a primera vista parece. Más económico, tanto en consumo como en precio, pero también algo menos dinámico y seguro, pero siempre tan bien equipado y terminado. Sin duda, más destinado a clientes burgueses y tranquilos, de acuerdo a las nuevas tendencias de los SUV.— Consumo contenido
— Comportamiento en asfalto
— Calidad visual y equipamiento
— Respuesta en sexta velocidad
— Limitaciones 'off-road'
— Frenada menos eficaz