Tanto el Lupo como el Polo GTI representan un buen producto con un envoltorio de lujo. El aspecto del Lupo apenas puede ser más sugerente, con una parrilla de nido de abeja, paragolpes de mayor tamaño pintado del color de la carrocería y unos faros de larga distancia en el lugar que ocupan en los demás Lupo los intermitentes. Le siguen por el lateral unos estribos, unas llantas preciosas de 15 pulgadas y una parte trasera con un doble escape central que es todo un acierto para rematar el aspecto deportivo. No está recargado y su imagen suscita simpatías y bastantes miradas. Se encuentra lleno de cuidados detalles y guiños de coquetería. El Polo sigue las mismas pautas que el Lupo pero no llama tanto la atención, aunque los recursos son similares. En el interior ocurre lo mismo, comparten el mismo cuadro de mandos, volante, palanca de cambios y salpicadero, con las dos diferencias de la parte baja de la consola central —por llevar el Polo climatizador y el Lupo aire acondicionado— y los pedales de aluminio del Lupo. A partir de ahí cada uno desarrolla su personalidad. El Lupo, con mayor desenfado, con chapa a la vista en las puertas y tejidos más coloristas, mientras que el Polo sorprende con una tapicería de cuero integral con buena sensación de calidad. El cuero llega a los paneles de las puertas y a los laterales de la parte trasera. Resulta extraño encontrar tanta piel incluso cuando se paga aparte por ella, y en este caso es de serie.En habitabilidad, como es lógico, el mayor tamaño del Polo le beneficia, pero más en la anchura que en el espacio para las piernas. El Lupo se conforma con cuatro plazas, aunque existe una opción que cuesta 16.000 pesetas, que incorpora un tercer cinturón y reposacabezas detrás, con lo que se homologa para cinco. El acceso a la parte trasera resulta curiosamente más sencillo en el Lupo ya que cuenta de serie con el sistema "Easy entry" con lo que los asientos delanteros basculan hacia delante al abatirlos, mientras que en el Polo no existe esa posibilidad. Los 21 cm que existen de diferencia en la longitud exterior de los dos coches se notan en la práctica, sobre todo, en el maletero. El del Lupo se queda muy escaso, mientras que el del Polo cuenta con una capacidad medianamente razonable. El motor es el mismo en los dos casos, un 1.6 16V que rinde 125 CV y los desarrollos son casi idénticos, con una pequeña diferencia debida a la diferente anchura de los neumáticos, que también implica idénticos diámetros de giro. Como la diferencia de peso real entre los dos es de 56 kg, las sensaciones del motor son muy parecidas. Con unos desarrollos ajustados y un motor muy dispuesto a cualquier régimen, aunque ruidoso a partir de 5.500 vueltas, las reacciones al acelerador son inmediatas en cualquiera de los dos.Tanto el Lupo como el Polo GTI representan un buen producto con un envoltorio de lujo. El aspecto del Lupo apenas puede ser más sugerente, con una parrilla de nido de abeja, paragolpes de mayor tamaño pintado del color de la carrocería y unos faros de larga distancia en el lugar que ocupan en los demás Lupo los intermitentes. Le siguen por el lateral unos estribos, unas llantas preciosas de 15 pulgadas y una parte trasera con un doble escape central que es todo un acierto para rematar el aspecto deportivo. No está recargado y su imagen suscita simpatías y bastantes miradas. Se encuentra lleno de cuidados detalles y guiños de coquetería. El Polo sigue las mismas pautas que el Lupo pero no llama tanto la atención, aunque los recursos son similares. En el interior ocurre lo mismo, comparten el mismo cuadro de mandos, volante, palanca de cambios y salpicadero, con las dos diferencias de la parte baja de la consola central —por llevar el Polo climatizador y el Lupo aire acondicionado— y los pedales de aluminio del Lupo. A partir de ahí cada uno desarrolla su personalidad. El Lupo, con mayor desenfado, con chapa a la vista en las puertas y tejidos más coloristas, mientras que el Polo sorprende con una tapicería de cuero integral con buena sensación de calidad. El cuero llega a los paneles de las puertas y a los laterales de la parte trasera. Resulta extraño encontrar tanta piel incluso cuando se paga aparte por ella, y en este caso es de serie.En habitabilidad, como es lógico, el mayor tamaño del Polo le beneficia, pero más en la anchura que en el espacio para las piernas. El Lupo se conforma con cuatro plazas, aunque existe una opción que cuesta 16.000 pesetas, que incorpora un tercer cinturón y reposacabezas detrás, con lo que se homologa para cinco. El acceso a la parte trasera resulta curiosamente más sencillo en el Lupo ya que cuenta de serie con el sistema "Easy entry" con lo que los asientos delanteros basculan hacia delante al abatirlos, mientras que en el Polo no existe esa posibilidad. Los 21 cm que existen de diferencia en la longitud exterior de los dos coches se notan en la práctica, sobre todo, en el maletero. El del Lupo se queda muy escaso, mientras que el del Polo cuenta con una capacidad medianamente razonable. El motor es el mismo en los dos casos, un 1.6 16V que rinde 125 CV y los desarrollos son casi idénticos, con una pequeña diferencia debida a la diferente anchura de los neumáticos, que también implica idénticos diámetros de giro. Como la diferencia de peso real entre los dos es de 56 kg, las sensaciones del motor son muy parecidas. Con unos desarrollos ajustados y un motor muy dispuesto a cualquier régimen, aunque ruidoso a partir de 5.500 vueltas, las reacciones al acelerador son inmediatas en cualquiera de los dos.
Volkswagen Lupo GTI / Volkswagen Polo GTI
Recuperan el concepto GTI puro de sensaciones y dinamismo, pero vestidos con complementos de lujo y elementos de seguridad de última generación, convirtiéndose en caprichos de calidad.
