Volkswagen Beetle

Claramente inspirado en el concepto VW Ragster de 2005, VW lanza su Beetle, también nacido en México como el New Beetle al que reemplaza. Basado en la plataforma del Golf IV, este Beetle que quiere ser rival más directo de Mini. Se vende en España a partir de noviembre.

Volkswagen Beetle
Volkswagen Beetle

Cualquiera que lo ve lo reconoce como Beetle. Y eso que Walter de Silva ha osado cambiar los pilotos posteriores, que dejan de ser redondos para entroncar con el estilo de otros VW. Y eso que ha abandonado la forma de cúpula del techo, mantenida en el New Beetle. El nuevo diseño grita Beetle y, sin embargo, ni punto por punto, ni en conjunto, se parece al Beetle original.

El VW Beetle solo podía ser como es. Se reducen los consumos, se ajustan las emisiones y había que corregir los aspectos más criticados, los que hicieron que se vendieran más de un millón de New Beetle... y no dos. Para empezar, el Beetle ha crecido por fuera para crecer por dentro. La longitud es quince centímetros mayor que en el New Beetle, de lo que se beneficia especialmente el maletero. Nada menos que 75 litros más, hasta conseguir que el Beetle anuncie 310 litros de maletero. Nada espectacular para sus 4,28 metros de longitud, pero ya digno. El Beetle es dos centímetros más bajo, pero dentro, debido a la nueva silueta, con su techo alargado, la caída de la zaga deja hueco para adultos detrás: hasta 1,80 todavía se puede ir con la cabeza alta.

Las mecánicas son todas del banco de órganos de VW. Se venderá inicialmente con motores de gasolina, los dos extremos, el 1.2 TSI de 105 caballos y el 2.0 TSI de 200 caballos con cambio automático DSG de seis marchas. Poco a poco se irá completando la gama, ya en 2012, con las versiones TDI de 140 caballos con cambio manual o DSG, lanzadas a la vez que el TSI 160 CV. Más adelante la oferta Diesel se completará con el 1.6 TDI de 105 caballos.

Hemos tenido oportunidad de ponernos al volante del Beetle más potente -no de la historia, que correspondería a la serie limitada New Beetle RSi de 225 caballos con motor VR6- comprobando que el Beetle oculta algo más que imagen evocadora.

Bastidor deportivo

Unas suspensiones firmes desde que nos ponemos en movimiento denotan que el Beetle no solo pretende fusionar Golf y New Beetle, como nos habían dicho alguno de los responsables de VW, sino también algo de GTI, como nos apuntarían más tarde. No, el confort de suspensión no está en la lista de haberes de esta versión TSI 200 del Beetle.

Nada parece extraño al conductor de un Volkswagen. Numerosos mandos y botones son idénticos, a pesar del esfuerzo para que el diseño interior se llene de guiños a detalles del primero Beetle: asideros de cinta en el pilar central, guantera frontal, salpicadero en color de la carrocería...  

La ergonomía del Beetle es como la de cualquier otro VW, con las connotaciones positivas de coches "para todo el mundo". El cuadro de instrumentos superpone sus relojes como lo hiciera Porsche y el reloj central, más grande, lleva encastrada la pantalla multifunción de información. El volante presenta regulación en altura y profundidad, mientras que la dirección eléctrica no llamará la atención por esfuerzo ni por falta de precisión. En Estados Unidos, sin embargo, la versión más potente será un 2.5 atmosférico de cinco cilindros (como en el Jetta, también fabricado en México) que incorporará un servodirección hidráulica que nunca llegará a Europa. Según nos dicen, el conductor americano anteponen la suavidad extrema que les permite maniobrar con un dedo a cualquier otra consideración sobre la dirección.

El equipo de frenos incorpora discos ventilados delante y discos detrás, en todas sus versiones, algo que de lo que no disfrutarán las variantes americanas, con tambores. Sólo las versiones los 200 km/h merecerán los discos posteriores, de la misma manera que solo la variante de 200 caballos merecerá la suspensión posterior multibrazo "europea", mientras que el resto se contentará con un eje torsional trasero. No es nada nuevo, porque esta posibilidad de un eje distinto para cada mercado también se presenta en el Jetta. Toda la gama dispondrá de ESP y en la variante de 200 caballos se incorporará de serie la función XDS, una función del ESP para minimizar el subviraje.

En España se comercializará con dos niveles de acabado, Design y Sport, ambos con un elevado grado de equipamiento, como corresponde a un coche en el que el estilo manda. Y para el Sport estará disponible un chasis deportivo, asociado a lunas traseras tintadas y a un cuadro suplementario de instrumentos con tres relojes. Ya hemos hablado de la rigidez de la suspensión, aunque habrá que esperar a probarlo por nuestras vías para comprobar a qué nivel de dureza llega esta variante de chasis Sport.

Más barato, más práctico, más equipado y con más potencia. ¿De verdad importa que la plataforma sea de un Golf IV?

  • Beetle Design 1.2 TSI 105 CV manual 21.120 euros
  • Beetle Sport 2.0 TSI 200 CV DSG 28.310 euros

Antes de que se lancen en noviembre, en septiembre comenzará una venta exclusiva por internet de dos ediciones especiales limitadas a 30 unidades cada una: Beetle Turbo Black y Beetle Turbo White, a través de www.thebeetleturborace.com. Esta edición limitada se distinguirá por el color y las llantas Tornado de 19 pulgadas.

 

Si hubiera que elegir una, sin duda merece la pena ponerla sobre la casilla de Music&Sound Fender, que incorpora un equipo fruto de la colaboración de Fender-Panasonic con VW. Ya se incorpora en Passat y Jetta es Estados Unidos, pero llegará por primera vez a Europa con el Beetle. El equipo proporciona 400 watios de potencia, con un amplificador de 10 canales para mover 8 altavoces y un subwoofer. Números aparte, merece la pena escuchar la claridad y brillantez que procura, por un sobrecoste de 585 ó 485 euros (según sea acabado Design o Sport).