Cuando empezaron a filtrarse las primeras imágenes del nuevo Toyota C-HR, su agresividad hizo considerarlo casi un “anti-Juke” en el mercado. Y de manera tan rápida… como desacertada habida cuenta de la diferencia real luego en dimensiones, estructura mecánica y refinamiento de marcha. De hecho, el Toyota C-HR se encuadra entre los SUV compactos, como rival del Peugeot 3008 o el Seat Ateca, en tanto que el Nissan Juke es el representante por antonomasia de derivados de utilitarios urbanos, unos SUV pequeños que están conquistando el mercado con el Peugeot 2008 y el Renault Captur a la cabeza.
El Nissan Juke, de hecho, fue uno de los SUV impulsores de esta categoría hace ya 7 años, y desde entonces se mantiene como referente de una competencia que en los últimos tiempos ha apostado por unos diseños no tan impactantes como el suyo. Pero es que el Juke también se ha desmarcado de ellos por añadir a las versiones de gran volumen de ventas Diesel y gasolina una variante ultra deportiva, de más de 200 CV de potencia, firmada por Nismo. Disponible con tracción delantera y cambio manual, o automático con tracción a las cuatro ruedas, retrotrae a hace unos años, cuando las prestaciones y la deportividad eran argumentos tanto suficientes para exhibir el potencial de la marca como para estar presentes en las conversaciones de los aficionados.
Hoy la situación es muy diferente, y más en estos segmentos SUV. Aunque el mundo del automóvil sigue priorizando al diseño, muestra incluso mayor interés en conceptos como la eficiencia energética —mejor si incluye tecnología híbrida que permite reducir los consumos—, suavidad en la conducción, el mejor equipamiento en materia de seguridad activa… cualidades todas ellas presentes en un Toyota C-HR… que se convierte pues en el opuesto al Juke Nismo RS, y tanto o más interesante.
Nissan Juke Nismo RS: tuning de marca
Como decíamos, el Nissan Juke Nismo RS hace honor a su apellido y propone una alternativa poderosa, radical, específica, que da lo mejor de sí al ignorar las limitaciones de velocidad. Ahí es donde se saca partido de su motor turbo, a una amortiguación más firme con muelles más cortos, capaz de neutralizar el balanceo de la carrocería casi al completo, a costa de transmitir cada irregularidad del asfalto al habitáculo. Pese a su poderío, su estética no resulta exagerada. De hecho, exteriormente sólo las llantas, spoilers y faldones laterales hacen sospechar que no es un Juke cualquiera, ya de por sí muy agresivo, del mismo modo que lo indican el volante de piel vuelta o esos asientos deportivos de impecable sujeción. Eso sí, no hay que confundirlo con un pequeño y ratonero GTI ya que sus dimensiones, peso, volumen y centro de gravedad elevado evidencian que se trata de otra cosa.
De ahí que el Nissan Juke sea un automóvil excepcional, rápido en cuanto a aceleración, sobre todo partiendo desde parado y con facilidad para recuperar velocidad aunque no aterrador en la entrega de potencia de su motor 1.6 —matizada por el cambio automático de variador continuo—, pero también por la excitación y buenos momentos que permite en zonas de curvas. En los virajes saca partido de una motricidad excelente que le permite ganar tiempo en cada salida a pesar de carecer del autoblocante delantero que sí montan las versiones de tracción delantera y lanzarse hacia el siguiente giro a enorme velocidad. No resulta, a pesar de todo, enormemente ágil en los cambios de apoyo más fuertes ya que la zaga no va a tender a manifestarse en ningún momento, neutralizado por un eficaz, aunque conservador control de estabilidad ESP, y sí cumple en cuanto a capacidad para frenar en unas distancias cortas.
PRESTACIONES | Nissan Juke Nismo RS | Toyota C-HR |
Acel. 0-100 km/h | 7,3 s | 11,7 s |
Acel. 0-1000 metros | 28,5 s | 33,4 s |
Adelantamiento 80-120 km/h | 5,0 s | 8,6 s |
Sonoridad 100 km/h | 70,2 dB | 65,7 dB |
Sonoridad 120 km/h | 72,8 dB | 69,1 dB |
Frenada desde 120 km/h | 55,0 m | 53,5 m |
Peso en báscula | 1.464 kg | 1.488 kg |
Eso sí, hay que reconocer que este Nissan Juke Nismo RS no es un automóvil barato. Para nada. De hecho, la variante de tracción integral supera los 30.000 euros, aunque también es cierto que la manual (27.200 euros) podría compararse a otro capricho como el Volkswagen Beetle R-Line de 220 CV y resulta más confortable que los ultra radicales GTI en torno a los cuatro metros.
Toyota C-HR: el SUV moderno
Curiosamente, el Nissan Juke Nismo RS se mueve en una horquilla de precios semejante a la del nuevo y más grande Toyota C-HR, un SUV híbrido de dimensiones semejantes a las de Seat Ateca, Nissan Qashqai o Kia Niro —su gran rival al también combinar alternativamente los motores eléctrico y de inyección directa de gasolina—, que señala el camino del futuro de la categoría y es capaz de conseguir unos consumos, especialmente en ciudad, apenas imaginados por sus rivales.
La explicación radica en cómo el Toyota C-HR da prioridad al funcionamiento del motor eléctrico, responsable de iniciar la marcha en cada arrancada y que se responsabiliza en exclusiva de impulsar el coche a poco que la conducción resulte mínimamente favorable por la pendiente o el aprovechamiento de las inercias. Cuando no es suficiente, el sistema conecta el motor térmico con total suavidad, siempre y cuando seamos cuidadosos con el acelerador.
CONSUMOS | Nissan Juke Nismo RS | Toyota C-HR |
Consumo en ciudad | 10,4 l/100 km | 3,4 l/100 km |
Consumo en carretera | 8,2 l/100 km | 4,9 l/100 km |
Porque el particular cambio del Toyota C-HR (compartido con el Prius, como la plataforma y mayoría de componentes mecánicos), va a producir una sonoridad alta al hundir el pedal derecho con decisión y hará recomendable usarlo de sólo dos maneras para conseguir el mejor placer de uso: con suavidad, para ahorrar combustible y sonoridad, o a fondo si necesitamos ganar velocidad en el menor espacio posible, lo que consigue en unos valores razonables, aunque no brillantes.
ESPACIO | Nissan Juke Nismo RS | Toyota C-HR |
Anchura delantera | 137 cm | 138 cm |
Anchura trasera | 125 cm | 132 cm |
Altura delantera | 94-99 cm | 90-96 cm |
Altura trasera | 86 cm | 90 cm |
Espacio para piernas | 72 cm | 72 cm |
Maletero | 225 litros | 420 litros |
Agrado es el calificativo que mejor puede definir a cambio el uso cotidiano del Toyota C-HR, ya que resulta cómodo de suspensión —lo que no le impide entrar en los virajes obedeciendo impertérrito las órdenes del volante—, frena en unas distancias notables, con un tacto de pedal más conseguido en la fase de recuperación de energía mediante el frenado que otros híbridos, y ofrece una buena perspectiva visual de la carretera, al menos hacia delante. Porque el diseño de su zona posterior condiciona no sólo el acceso a los ocupantes, sino la visibilidad al conductor hacia atrás y los lados. Pocos peros pueden ponerse, en cambio, a su equipamiento, uno de los elementos vitales del automóvil en nuestros días, ya que toda la gama Toyota C-HR cuenta con elementos como el control de crucero con función de frenado, el Toyota Safety Sense (reconocimiento de señales de tráfico, sistema de seguridad precolisión, asistente de cambio involuntario de carril y cambio de luces de carretera/cruce), cámara de aparcamiento, climatizador y airbag de rodilla, entre otros. Todo eso le convierte en una de las propuestas más interesantes del momento en el panorama SUV.
PRECIOS CON DESCUENTO (ABRIL 2017) | Nissan Juke Nismo RS (Entre 27.200 y 34.450 euros) | Toyota C-HR (Entre 24.750 y 29.000 euros) |
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