Hay automóviles que a primera vista seducen gracias a una estética atrayente y llena de contundencia. Esto es lo que sucede, bajo mi punto de vista, con la nueva generación del Avensis. La marcada musculatura y la robustez que preside el conjunto no evita que el diseño de la berlina japonesa tenga sus toques clásicos. Toyota, al contrario que, por ejemplo, su compatriota Nissan, ha optado por unas líneas no demasiado vanguardistas para tener una buena acogida entre sus potenciales compradores. Si han acertado, el tiempo y las ventas lo dirán; por el momento parece que han dado en el clavo.Pero, al igual que con las personas, hay que cerciorarse de si hay algo más tras una cara bonita. Nuestra unidad de pruebas, con el motor de 1,8 litros y 129 CV y asociada al acabado más bajo de la gama, cuesta 20.150 euros. “Uyuyuy, muy barato me parece", pienso, “seguro que hasta el volante lo pagas como opción". Pero no, el periodista bocazas que esto firma se tiene que tragar sus pensamientos al comprobar que esta nueva generación del Avensis tiene un equipamiento bastante completo. En él no faltan elementos tan básicos y tan agradecidos como el climatizador bi-zona(de los que enfría bien), la radio con CD, la alarma antirrobo, el ABS o los faros antiniebla. Además existen numerosos airbags (conductor, acompañante, lateral, de cortina) entre los que destaca uno novedoso dedicado para las rodillas y que ha sido diseñado para impedir golpes de las piernas con superficies duras como la columna de la dirección. Incluso introduce ciertos elementos que, hasta el momento, sólo han pertenecido a las dotaciones de serie de vehículos de superior gama. Hablamos, por ejemplo, de los retrovisores plegables eléctricamente, del sensor de ocupación del asiento del acompañante o el limpiaparabrisas con sensor de lluvia. Como pequeño fallo en este apartado cabe citar la ausencia del control de estabilidad, que no se contempla ni siquiera como opción para esta motorización. Nos introducimos en el interior con el objetivo de ver “de qué pie cojea" este Avensis. Pero aquí tampoco está la trampa; el uso de los plásticos es generalizado en todo el habitáculo, pero se trata de materiales con un ajuste muy bueno y de calidad acorde a lo esperado en una berlina de estas características. El diseño, sin ser un paradigma de la modernidad, no peca de aburrido y cumple perfectamente con su cometido: los mandos están donde nuestra intuición espera encontrarlos, su tacto es agradable y su funcionamiento, simple. Para terminar con este apartado, reseñar la buena impresión que nos ha causado el ordenador de a bordo, que, sin aportar datos fuera de lugar, es muy legible (y evita, como ocurre en otros automóviles, que debamos centrar, con el consiguiente peligro, demasiado la atención en el mismo) y ofrece una información muy útil. Los asientos destacan por sus múltiples regulaciones, que permiten a cualquier tipo de ocupante viajar con la máxima comodidad y sujeción. Si ese ocupante es el conductor, cuenta además con la posibilidad de regular la columna de la dirección en altura y profundidad y lograr así que la postura al volante sea la ideal. La parte trasera puede dar cabida a tres personas sin demasiados problemas, ofreciendo cifras destacables en los apartados de espacio para las piernas o anchura del habitáculo. El único “pero" es la altura disponible en las plazas posteriores, que hace que personas que superen el 1,85 no viajen lo a gusto que cabría esperar. Sí, sí, que cabría esperar, porque esta nueva generación del Avensis supera en todas sus dimensiones a su predecesor: es 14 centímetros más largo, cinco más ancho, seis más alto y posee una batalla siete centímetros más larga. Sin embargo, las cifras obtenidas, aunque destacables, no son significativamente superiores a las del anterior modelo. El maletero tampoco varía su capacidad y se mantiene en unos meritorios 530 litros, entre los más grandes del mercado. Sin embargo, sus formas irregulares y un portón que no permite introducir bultos grandes hacen que esa cifra de capacidad de carga sea más teórica que otra cosa.
Toyota Avensis 1.8 Sedán Sol
Es difícil escribir sobre un coche en el que casi todo está bien. Es difícil hablar maravillas de un automóvil sin que vean, quizás, intereses ocultos. Es difícil, por tanto, hablar de un coche como el Avensis, un producto bien realizado, moderno y con un precio muy competitivo. Ya sería perfecto si montara un motor más animoso y el tacto de la dirección no fuera tan “especial". Pero, ya se sabe, ser perfecto es tan difícil…
