Nos ha sorprendido que, exteriormente, en poco se diferencia de las versiones menos potentes. Con un corazón tan rácing esperábamos ciertos toques deportivos, sobre todo conociendo el antecedente del Impreza (alerón, tomas de aire abultadas, ensanchamiento de los pasos de rueda…). Sin embargo, el Legacy sólo destaca, afinando mucho, por la doble salida de escape y las llantas de 18 pulgadas. Frontalmente nos encontramos con una parrilla muy compacta y afilada que obliga a una reducción de la matrícula. Y comprobamos, consultando la prueba que en su día hicimos del Legacy 2.0, acceso a la gama, que nada, absolutamente nada, ha cambiado con esta nueva generación (a excepción de elementos mecánicos: caja de cambios y motor). Conserva esta berlina su aspecto estilizado, incluso haciendo un guiño a los coupés. Mirándolo de perfil, la línea que lo recorre desde el parabrisas delantero y cae hacia el maletero lo dinamiza y agiliza.En el interior, los cambios respecto a aquel Legacy que probamos hace ya casi un año sí que son patentes. Pero es una cuestión de terminaciones. En aquella ocasión era el acabado más básico y ahora se trata del tope de gama. La principal diferencia se encuentra en la tapicería de cuero, de serie en el Spec-B, y ciertos acabados en el salpicadero que nos sugieren un elevado nivel de terminación. La posición de conducción es cómoda, los asientos recogen perfectamente el cuerpo, pero la tapicería de cuero hace que, con frecuencia, resbalemos. Además, para el verano, el cuero resulta poco apetecible por las elevadas temperaturas que coge en poco tiempo. Dejando las disquisiciones climatológicas aparte, diremos que el conductor se encontrará perfectamente “acoplado" al asiento, ya que la multitud de reglajes permite encontrarse a gusto a los mandos de este Legacy. Los mandos están bien dispuestos y a mano, pero encontramos un problema con la visión de los diferentes displays. En el momento del atardecer y del amanecer apenas si se ven los datos del cuentakilómetros, o los indicadores de los intermitentes, el de nivel de combustible o el del control de tracción. Al navegador, al ordenador de a bordo y el reloj se accede desde una pantalla táctil situada en la parte superior de la consola central.Lo que más nos ha gustado de los controles a los que accedemos de manera “digital" (entiéndase como "a dedo") es la pantalla en la que nos muestra la aceleración y el consumo de combustible con un montón de datos disponibles. Y, si seguimos comentando los elementos tecnológicos, nos ha encantado el funcionamiento del control de velocidad de crucero. Ideal para viajes largos. Alcanzamos la velocidad que queremos llevar, pulsamos un botón situado en la parte derecha del volante y ¡voilà! El Legacy se encarga de mantener constante esa velocidad. Eso sí, si pisamos el pedal del freno o aceleramos de manera contundente, el sistema se desactiva y habría que volver a programarlo. El volante de tres radios Momo, de reducido diámetro, nos resulta cómodo de utilizar. Además, la dirección es muy precisa y rápida, con lo que se subraya el gusto que le hemos cogido al elemento. En nuestro mercado podemos encontrar hasta ocho versiones diferentes del Legacy (junto a este párrafo te ofrecemos un enlace al listado). Se combinan dos carrocerías –berlina y familiar- y tres motores, todos ellos de gasolina. Las versiones de acceso, tanto en berlina como en station wagon, que probamos hace un tiempo en Terra Autopista, montan un propulsor de 2 litros de capacidad y 140 CV de potencia; en la parte media de la gama encontramos un propulsor de 2,5 litros y una potencia de 165 CV; por último, en el tope de la gama, se sitúa la mecánica de 3 litros (protagonista de esta prueba) con 245 CV de potencia. Pues bien, combinando este motor, las dos carrocerías y una caja de cambios automática de cuatro relaciones y una manual de seis velocidades, obtenemos las cuatro versiones que nos faltaban. La que tiene el precio más elevado es la que monta carrocería familiar y caja de cambios manual: cuesta 73.425 euros. Subaru se caracteriza porque todos sus modelos (hasta la llegada del Justy) montaban motores de gasolina con disposición y tracción integral.
LO MEJOR
|
LO PEOR |
* Tracción total
* Sonido deportivo del motor * Velocidad punta |
* Consumo elevado * Tapicería de cuero * No lleva faros de xenón |
LO MEJOR
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LO PEOR |
* Tracción total
* Sonido deportivo del motor * Velocidad punta |
* Consumo elevado * Tapicería de cuero * No lleva faros de xenón |