Skoda Roomster

Un aspecto visual desenfadado, amplitud y modularidad interiores de gran brillantez conforman esta nueva oferta de Skoda que estará a la venta el próximo otoño en España con cinco motores –dos gasolina y tres Diesel- y tres niveles de terminación. La horquilla de precios estará comprendida entre los 14.500 y los 19.900 euros.

Skoda Roomster
Skoda Roomster

En Skoda se respira una gran satisfacción con esta su cuarta línea de modelos, que se une a las de los Fabia, Octavia y Superb. En una fase en que la marca checa gana notoriamente aceptación popular en toda Europa por su buena relación valor/precio, un producto distinto como éste supone un apreciado complemento para sus responsables, aunque el proyecto no es comercialmente muy ambicioso, con una previsión de 50.000 unidades anuales; producción que, por cierto, se ha situado en la planta checa de Kvasiny, junto a la del Superb. Aunque la graciosa línea no deja de recordar a realizaciones como el Citroën Berlingo o el Renault Kangoo, en Skoda prefieren enfocar su Roomster como un rival potencial de monovolúmenes compactos como el Nissan Note y el Opel Meriva; o, incluso, el Renault Scénic, pues la funcionalidad de este vehículo corresponde más bien a los coches del segmento C. El Skoda, de 4,2 metros, comparte con los modelos citados una notable altura y el enfoque de modularidad interior. El primer rasgo permite situar a los ocupantes posteriores 46 mm. más altos que los delanteros para una mejor visibilidad (evitando en los pasajeros infantiles la tendencia al mareo), pero sin por ello dejar de ofrecer una altura útil interior que supera los 100 cm. Los detalles de modularidad no son tan extremos y numerosos como en alguno de sus rivales, pero el Roomster tiene una adecuada oferta en este apartado. Entre los huecos portaobjetos, destacan la doble guantera derecha, la pequeña repisa en el lado del conductor, el portagafas en el techo, las bolsas en las cuatro puertas, la guantera/gaveta central delantera y los tres posavasos. En el maletero, un semicírculo desmontable permite acotar ciertos bultos de peso que podrían moverse inconvenientemente en las curvas, y dos bandejas por encima de los pasos de ruedas acomodan impedimenta como los triángulos de señalización o los chalecos reflectantes. Esta zona posterior dispone también de una toma de 12 voltios.A través de un gran portón trasero accedemos a este portaequipajes, bajo el cual disponemos de una rueda de repuesto de tamaño completo. La capacidad real puede oscilar entre los 450 y 550 dm3 bajo la bandeja trasera, hasta en torno a 1 metro cúbico si prescindimos de ella. La variación se debe a que, de los tres asientos traseros individuales –todos ellos con regulación de inclinación de respaldo de 13 grados-, los laterales tienen una regulación longitudinal de 15 cm. Cada uno de estos tres asientos es fácilmente replegable y desmontable. Cuando se desmonta el central, que pesa 11 kg, el sistema Varioflex permite reposicionar los dos laterales más hacia el centro, para aprovechar mejor el espacio. Huelga decir que, si retiramos los tres asientos, tenemos el hueco disponible para carga de una auténtica furgoneta. A unos meses de su comercialización, aún queda por perfeccionar la bandeja trasera, que puede fijarse a dos niveles, pero que en su estado actual deja un poco conveniente hueco visual por el que se atisba la carga, entre su borde delantero y los respaldos traseros en su posición más atrasada e inclinada. En el interior del Roomster, por otra parte, se echa de menos una prestancia algo mayor en ajustes y detalles, como, por ejemplo, en el aspecto del tablero o los asideros de techo con retorno sin amortiguar.Estructuralmente, el Roomster consigue una buena rigidez basándose en diversos elementos ya existentes en el banco de órganos de la marca, aunque obviamente la carrocería en sí (con un coeficiente de penetración aerodinámica de 0,34) es enteramente original. La estructura, con la parte delantera muy similar al Fabia y suspensiones tipo MacPherson, se combina con un suelo específico que posibilita la larga distancia entre ejes de 262 cm, y un tren trasero tomado del anterior Octavia (léase anterior Golf, anterior Toledo, anterior A3, etc). Este eje, con gran anchura de vía y una viga torsional transversal uniendo los brazos longitudinales semi-independientes, favorece el aprovechamiento del espacio en la parte posterior. Su disposición, además, hace que apenas haya variaciones de ángulos con muy diferentes cargas. Anunciado con su venta en España para octubre, el Roomster se ofrecerá aquí en versiones Friend, Family y Fun, con precios entre 14.500 y 19.900 euros. El equipamiento está sin definir con detalle, especialmente en lo que respecta a qué versiones llevarán control de estabilidad, elemento que se decide típicamente país por país (y en el nuestro no es exigido fuertemente por la clientela). Pero sí sabemos que todas las versiones llevarán ABS, dirección asistida, regulación del volante en altura y profundidad, cuatro airbag, blocapuertas, alzacristales delanteros eléctricos, sistema Varioflex y ordenador de a bordo. En Skoda se respira una gran satisfacción con esta su cuarta línea de modelos, que se une a las de los Fabia, Octavia y Superb. En una fase en que la marca checa gana notoriamente aceptación popular en toda Europa por su buena relación valor/precio, un producto distinto como éste supone un apreciado complemento para sus responsables, aunque el proyecto no es comercialmente muy ambicioso, con una previsión de 50.000 unidades anuales; producción que, por cierto, se ha situado en la planta checa de Kvasiny, junto a la del Superb. Aunque la graciosa línea no deja de recordar a realizaciones como el Citroën Berlingo o el Renault Kangoo, en Skoda prefieren enfocar su Roomster como un rival potencial de monovolúmenes compactos como el Nissan Note y el Opel Meriva; o, incluso, el Renault Scénic, pues la funcionalidad de este vehículo corresponde más bien a los coches del segmento C. El Skoda, de 4,2 metros, comparte con los modelos citados una notable altura y el enfoque de modularidad interior. El primer rasgo permite situar a los ocupantes posteriores 46 mm. más altos que los delanteros para una mejor visibilidad (evitando en los pasajeros infantiles la tendencia al mareo), pero sin por ello dejar de ofrecer una altura útil interior que supera los 100 cm. Los detalles de modularidad no son tan extremos y numerosos como en alguno de sus rivales, pero el Roomster tiene una adecuada oferta en este apartado. Entre los huecos portaobjetos, destacan la doble guantera derecha, la pequeña repisa en el lado del conductor, el portagafas en el techo, las bolsas en las cuatro puertas, la guantera/gaveta central delantera y los tres posavasos. En el maletero, un semicírculo desmontable permite acotar ciertos bultos de peso que podrían moverse inconvenientemente en las curvas, y dos bandejas por encima de los pasos de ruedas acomodan impedimenta como los triángulos de señalización o los chalecos reflectantes. Esta zona posterior dispone también de una toma de 12 voltios.A través de un gran portón trasero accedemos a este portaequipajes, bajo el cual disponemos de una rueda de repuesto de tamaño completo. La capacidad real puede oscilar entre los 450 y 550 dm3 bajo la bandeja trasera, hasta en torno a 1 metro cúbico si prescindimos de ella. La variación se debe a que, de los tres asientos traseros individuales –todos ellos con regulación de inclinación de respaldo de 13 grados-, los laterales tienen una regulación longitudinal de 15 cm. Cada uno de estos tres asientos es fácilmente replegable y desmontable. Cuando se desmonta el central, que pesa 11 kg, el sistema Varioflex permite reposicionar los dos laterales más hacia el centro, para aprovechar mejor el espacio. Huelga decir que, si retiramos los tres asientos, tenemos el hueco disponible para carga de una auténtica furgoneta. A unos meses de su comercialización, aún queda por perfeccionar la bandeja trasera, que puede fijarse a dos niveles, pero que en su estado actual deja un poco conveniente hueco visual por el que se atisba la carga, entre su borde delantero y los respaldos traseros en su posición más atrasada e inclinada. En el interior del Roomster, por otra parte, se echa de menos una prestancia algo mayor en ajustes y detalles, como, por ejemplo, en el aspecto del tablero o los asideros de techo con retorno sin amortiguar.Estructuralmente, el Roomster consigue una buena rigidez basándose en diversos elementos ya existentes en el banco de órganos de la marca, aunque obviamente la carrocería en sí (con un coeficiente de penetración aerodinámica de 0,34) es enteramente original. La estructura, con la parte delantera muy similar al Fabia y suspensiones tipo MacPherson, se combina con un suelo específico que posibilita la larga distancia entre ejes de 262 cm, y un tren trasero tomado del anterior Octavia (léase anterior Golf, anterior Toledo, anterior A3, etc). Este eje, con gran anchura de vía y una viga torsional transversal uniendo los brazos longitudinales semi-independientes, favorece el aprovechamiento del espacio en la parte posterior. Su disposición, además, hace que apenas haya variaciones de ángulos con muy diferentes cargas. Anunciado con su venta en España para octubre, el Roomster se ofrecerá aquí en versiones Friend, Family y Fun, con precios entre 14.500 y 19.900 euros. El equipamiento está sin definir con detalle, especialmente en lo que respecta a qué versiones llevarán control de estabilidad, elemento que se decide típicamente país por país (y en el nuestro no es exigido fuertemente por la clientela). Pero sí sabemos que todas las versiones llevarán ABS, dirección asistida, regulación del volante en altura y profundidad, cuatro airbag, blocapuertas, alzacristales delanteros eléctricos, sistema Varioflex y ordenador de a bordo.