Skoda Octavia Combi 4x4

Skoda lanza la versión 4x4 de su Octavia Combi y demuestra que ha logrado perfeccionar su concepto de familiar añadiéndole el plus de seguridad y poderío que supone la tracción integral. Nos hemos ido hasta el Círculo Polar Ártico para que conozcas este interesante coche.

Skoda Octavia Combi 4x4
Skoda Octavia Combi 4x4

Un año después de la presentación del Octavia berlina en Atenas, y medio año después de presentar en Praga la variante familiar Combi, llega la versión más completa del Octavia, el Combi 4x4. Y lo hace en un terreno que pone a prueba sus aptitudes –y actitudes- como tracción integral: la Laponia Finlandesa.

Allí, sobre carreteras parcialmente nevadas, pistas de tierra y nieve y trazados especiales de hielo, hemos tomado contacto con un coche muy atractivo por precio, seguridad, tamaño, solvencia mecánica y capacidad motriz. Skoda lo vende ya en España con dos motores, el 1.9 TDI de 105 CV y el gasolina 2.0 FSI de 150 CV. Cuestan 24.390 y 25.260 euros respectivamente y sólo hay un nivel de acabado. Como ya ha quedado claro, la nota distintiva de este Octavia Combi 4x4 es su tracción integral permanente. Skoda ha recurrido a la segunda generación de los embragues de tipo Haldex para convertir su familiar en un más que poderoso 4x4. Como se sabe, este tipo de transmisiones no funcionan siempre en 4x4, sino que, por lo normal, son tracciones delanteras que, ante la pérdida de adherencia en el eje delantero, envía par al trasero. Puede enviar hasta un 50 por ciento de la fuerza.

Pero no se queda ahí la cosa. Esta tracción integral va combinada con el muy probado sistema de control de estabilidad del grupo Volkswagen, el ESP, que se encarga de evitar que las pérdidas de adherencia sean demasiado largas y de corregir cualquier problema con las trazadas. La combinación es muy buena, porque lo que no neutraliza la tracción total es rápidamente dominado por el ESP, permitiendo que el conductor tenga siempre agarre en las ruedas y motricidad de sobra sobre los terrenos más complicados.La tracción integral por embrague Haldex es uno de los más empleados por los fabricantes. En su última generación, adoptada por Skoda en 2004, el sistema tiene su núcleo en un embrague que va acoplado al eje trasero y que es el encargado de transmitirle fuerza dicho a eje cuando es preciso.
El embrague es una caja dentro de la cual van unos discos sumergidos en un baño de aceite. Una barra de transmisión Cardan conecta esta caja con el eje delantero, que es controlado por diversos sensores. Cuando estos sensores detectan que el eje delantero pierde tracción (las ruedas delanteras giran mucho más rápido que las traseras), activan unas bombas de pistones que incrementan la presión del aceite dentro de la caja Haldex. El aumento de presión hace que los discos sumergidos se peguen, con lo que la tracción trasera se conecta y las ruedas empujan. Todo esto, como es lógico, sucede en fracciones de segundo.
El mecanismo elegido por Skoda permite que las ruedas posteriores reciban hasta un 50 por ciento del par liberado por el motor. Además, la firma checa destaca varias ventajas de este Haldex de segunda generación. Dicen que reduce el consumo en comparación con otros sistemas 4x4, que proporciona conexiones muy rápidas y continuas entre ambos ejes, que es muy compacto y que resulta muy barato. También hacen hincapié en su compatibilidad con elementos como el ABS y el ESP y señalan que tiene menos mantenimiento que otros equipos. Al volante, sobre zonas muy complicadas por nieve, hielo o barro, el conductor se da cuenta enseguida de las bondades de esta tracción integral. Es bastante difícil que el coche pierda motricidad, sobre todo si lleva unos buenos neumáticos de invierno. El trabajo simultáneo de ambos ejes se produce sin que se note, con suavidad y eficacia. Con el control de estabilidad conectado, el Octavia Combi 4x4 se mueve rápido y ágil sobre las pistas heladas o nevadas. Desde el habitáculo, la única noticia del duro esfuerzo que realiza la mecánica son los ruidos que hace el ESP al frenar unas u otras ruedas… Otro cantar es la desconexión del ESP, que da más libertad a las reacciones del coche. Ahí es donde mejor da la talla la tracción integral, dominando a fuerza de agarre y motricidad los excesos de las inercias y los deslizamientos.Los países nórdicos son, en invierno, lugar de peregrinaje para los fabricantes de coches, que llevan a aquellas tierras heladas sus últimos modelos para probarlos en las circunstancias más duras: temperaturas muy por debajo de 0º C, nieve, hielo y barro.
Skoda ha elegido para probar el Octavia Combi 4x4 el circuito de Metalltracks, cercad de la ciudad finlandesa de Ívalo, 300 km por encima del Círculo Polar Ártico. Allí, entre pinares inacabables y renos de mirada triste, hay un complejo de pruebas que permite hacer verdaderas “diabluras" con los coches.
Durante las horas que estuvimos allí, pudimos realizar cuatro ensayos diferentes. En uno de ellos, dimos vueltas en círculo sobre una superficie helada y, a tramos, embarrada. En este ejercicio se trataba de ver cómo gestiona el coche los subvirajes y los sobrevirajes, probando siempre con y sin el control de estabilidad.
Después pasamos por una larga pista helada donde realizamos una serie de slaloms. Se trataba de probar el control de estabilidad y su capacidad para mantener las trayectorias correctas.
Por último, un camino de tierra cubierto de nieve y fango sirvió para que probásemos a fondo las cualidades off-road del Octavia. Allí, tracción integral y ESP se dieron una buena “paliza".
Es obligado comentar que, tanto con el control de estabilidad como sin él, el coche reaccionó siempre de forma muy noble y progresiva, permitiendo que nos divirtiéramos con largos y controlados derrapades en el hielo.
Al buen rendimiento contribuyen de manera decisiva los neumáticos que llevábamos, unos Continental de invierno en llanta de 16 pulgada que se agarran al hielo de una forma que a veces resulta increíble.

Si quieres saber más sobre estas pruebas de invierno, no te pierdas el reportaje que realizamos en nuestro anterior paso por Ívalo.

Un año después de la presentación del Octavia berlina en Atenas, y medio año después de presentar en Praga la variante familiar Combi, llega la versión más completa del Octavia, el Combi 4x4. Y lo hace en un terreno que pone a prueba sus aptitudes –y actitudes- como tracción integral: la Laponia Finlandesa.

Allí, sobre carreteras parcialmente nevadas, pistas de tierra y nieve y trazados especiales de hielo, hemos tomado contacto con un coche muy atractivo por precio, seguridad, tamaño, solvencia mecánica y capacidad motriz. Skoda lo vende ya en España con dos motores, el 1.9 TDI de 105 CV y el gasolina 2.0 FSI de 150 CV. Cuestan 24.390 y 25.260 euros respectivamente y sólo hay un nivel de acabado. Como ya ha quedado claro, la nota distintiva de este Octavia Combi 4x4 es su tracción integral permanente. Skoda ha recurrido a la segunda generación de los embragues de tipo Haldex para convertir su familiar en un más que poderoso 4x4. Como se sabe, este tipo de transmisiones no funcionan siempre en 4x4, sino que, por lo normal, son tracciones delanteras que, ante la pérdida de adherencia en el eje delantero, envía par al trasero. Puede enviar hasta un 50 por ciento de la fuerza.

Pero no se queda ahí la cosa. Esta tracción integral va combinada con el muy probado sistema de control de estabilidad del grupo Volkswagen, el ESP, que se encarga de evitar que las pérdidas de adherencia sean demasiado largas y de corregir cualquier problema con las trazadas. La combinación es muy buena, porque lo que no neutraliza la tracción total es rápidamente dominado por el ESP, permitiendo que el conductor tenga siempre agarre en las ruedas y motricidad de sobra sobre los terrenos más complicados.La tracción integral por embrague Haldex es uno de los más empleados por los fabricantes. En su última generación, adoptada por Skoda en 2004, el sistema tiene su núcleo en un embrague que va acoplado al eje trasero y que es el encargado de transmitirle fuerza dicho a eje cuando es preciso.
El embrague es una caja dentro de la cual van unos discos sumergidos en un baño de aceite. Una barra de transmisión Cardan conecta esta caja con el eje delantero, que es controlado por diversos sensores. Cuando estos sensores detectan que el eje delantero pierde tracción (las ruedas delanteras giran mucho más rápido que las traseras), activan unas bombas de pistones que incrementan la presión del aceite dentro de la caja Haldex. El aumento de presión hace que los discos sumergidos se peguen, con lo que la tracción trasera se conecta y las ruedas empujan. Todo esto, como es lógico, sucede en fracciones de segundo.
El mecanismo elegido por Skoda permite que las ruedas posteriores reciban hasta un 50 por ciento del par liberado por el motor. Además, la firma checa destaca varias ventajas de este Haldex de segunda generación. Dicen que reduce el consumo en comparación con otros sistemas 4x4, que proporciona conexiones muy rápidas y continuas entre ambos ejes, que es muy compacto y que resulta muy barato. También hacen hincapié en su compatibilidad con elementos como el ABS y el ESP y señalan que tiene menos mantenimiento que otros equipos. Al volante, sobre zonas muy complicadas por nieve, hielo o barro, el conductor se da cuenta enseguida de las bondades de esta tracción integral. Es bastante difícil que el coche pierda motricidad, sobre todo si lleva unos buenos neumáticos de invierno. El trabajo simultáneo de ambos ejes se produce sin que se note, con suavidad y eficacia. Con el control de estabilidad conectado, el Octavia Combi 4x4 se mueve rápido y ágil sobre las pistas heladas o nevadas. Desde el habitáculo, la única noticia del duro esfuerzo que realiza la mecánica son los ruidos que hace el ESP al frenar unas u otras ruedas… Otro cantar es la desconexión del ESP, que da más libertad a las reacciones del coche. Ahí es donde mejor da la talla la tracción integral, dominando a fuerza de agarre y motricidad los excesos de las inercias y los deslizamientos.Los países nórdicos son, en invierno, lugar de peregrinaje para los fabricantes de coches, que llevan a aquellas tierras heladas sus últimos modelos para probarlos en las circunstancias más duras: temperaturas muy por debajo de 0º C, nieve, hielo y barro.
Skoda ha elegido para probar el Octavia Combi 4x4 el circuito de Metalltracks, cercad de la ciudad finlandesa de Ívalo, 300 km por encima del Círculo Polar Ártico. Allí, entre pinares inacabables y renos de mirada triste, hay un complejo de pruebas que permite hacer verdaderas “diabluras" con los coches.
Durante las horas que estuvimos allí, pudimos realizar cuatro ensayos diferentes. En uno de ellos, dimos vueltas en círculo sobre una superficie helada y, a tramos, embarrada. En este ejercicio se trataba de ver cómo gestiona el coche los subvirajes y los sobrevirajes, probando siempre con y sin el control de estabilidad.
Después pasamos por una larga pista helada donde realizamos una serie de slaloms. Se trataba de probar el control de estabilidad y su capacidad para mantener las trayectorias correctas.
Por último, un camino de tierra cubierto de nieve y fango sirvió para que probásemos a fondo las cualidades off-road del Octavia. Allí, tracción integral y ESP se dieron una buena “paliza".
Es obligado comentar que, tanto con el control de estabilidad como sin él, el coche reaccionó siempre de forma muy noble y progresiva, permitiendo que nos divirtiéramos con largos y controlados derrapades en el hielo.
Al buen rendimiento contribuyen de manera decisiva los neumáticos que llevábamos, unos Continental de invierno en llanta de 16 pulgada que se agarran al hielo de una forma que a veces resulta increíble.

Si quieres saber más sobre estas pruebas de invierno, no te pierdas el reportaje que realizamos en nuestro anterior paso por Ívalo.

Un año después de la presentación del Octavia berlina en Atenas, y medio año después de presentar en Praga la variante familiar Combi, llega la versión más completa del Octavia, el Combi 4x4. Y lo hace en un terreno que pone a prueba sus aptitudes –y actitudes- como tracción integral: la Laponia Finlandesa.

Allí, sobre carreteras parcialmente nevadas, pistas de tierra y nieve y trazados especiales de hielo, hemos tomado contacto con un coche muy atractivo por precio, seguridad, tamaño, solvencia mecánica y capacidad motriz. Skoda lo vende ya en España con dos motores, el 1.9 TDI de 105 CV y el gasolina 2.0 FSI de 150 CV. Cuestan 24.390 y 25.260 euros respectivamente y sólo hay un nivel de acabado. Como ya ha quedado claro, la nota distintiva de este Octavia Combi 4x4 es su tracción integral permanente. Skoda ha recurrido a la segunda generación de los embragues de tipo Haldex para convertir su familiar en un más que poderoso 4x4. Como se sabe, este tipo de transmisiones no funcionan siempre en 4x4, sino que, por lo normal, son tracciones delanteras que, ante la pérdida de adherencia en el eje delantero, envía par al trasero. Puede enviar hasta un 50 por ciento de la fuerza.

Pero no se queda ahí la cosa. Esta tracción integral va combinada con el muy probado sistema de control de estabilidad del grupo Volkswagen, el ESP, que se encarga de evitar que las pérdidas de adherencia sean demasiado largas y de corregir cualquier problema con las trazadas. La combinación es muy buena, porque lo que no neutraliza la tracción total es rápidamente dominado por el ESP, permitiendo que el conductor tenga siempre agarre en las ruedas y motricidad de sobra sobre los terrenos más complicados.La tracción integral por embrague Haldex es uno de los más empleados por los fabricantes. En su última generación, adoptada por Skoda en 2004, el sistema tiene su núcleo en un embrague que va acoplado al eje trasero y que es el encargado de transmitirle fuerza dicho a eje cuando es preciso.
El embrague es una caja dentro de la cual van unos discos sumergidos en un baño de aceite. Una barra de transmisión Cardan conecta esta caja con el eje delantero, que es controlado por diversos sensores. Cuando estos sensores detectan que el eje delantero pierde tracción (las ruedas delanteras giran mucho más rápido que las traseras), activan unas bombas de pistones que incrementan la presión del aceite dentro de la caja Haldex. El aumento de presión hace que los discos sumergidos se peguen, con lo que la tracción trasera se conecta y las ruedas empujan. Todo esto, como es lógico, sucede en fracciones de segundo.
El mecanismo elegido por Skoda permite que las ruedas posteriores reciban hasta un 50 por ciento del par liberado por el motor. Además, la firma checa destaca varias ventajas de este Haldex de segunda generación. Dicen que reduce el consumo en comparación con otros sistemas 4x4, que proporciona conexiones muy rápidas y continuas entre ambos ejes, que es muy compacto y que resulta muy barato. También hacen hincapié en su compatibilidad con elementos como el ABS y el ESP y señalan que tiene menos mantenimiento que otros equipos. Al volante, sobre zonas muy complicadas por nieve, hielo o barro, el conductor se da cuenta enseguida de las bondades de esta tracción integral. Es bastante difícil que el coche pierda motricidad, sobre todo si lleva unos buenos neumáticos de invierno. El trabajo simultáneo de ambos ejes se produce sin que se note, con suavidad y eficacia. Con el control de estabilidad conectado, el Octavia Combi 4x4 se mueve rápido y ágil sobre las pistas heladas o nevadas. Desde el habitáculo, la única noticia del duro esfuerzo que realiza la mecánica son los ruidos que hace el ESP al frenar unas u otras ruedas… Otro cantar es la desconexión del ESP, que da más libertad a las reacciones del coche. Ahí es donde mejor da la talla la tracción integral, dominando a fuerza de agarre y motricidad los excesos de las inercias y los deslizamientos.Los países nórdicos son, en invierno, lugar de peregrinaje para los fabricantes de coches, que llevan a aquellas tierras heladas sus últimos modelos para probarlos en las circunstancias más duras: temperaturas muy por debajo de 0º C, nieve, hielo y barro.
Skoda ha elegido para probar el Octavia Combi 4x4 el circuito de Metalltracks, cercad de la ciudad finlandesa de Ívalo, 300 km por encima del Círculo Polar Ártico. Allí, entre pinares inacabables y renos de mirada triste, hay un complejo de pruebas que permite hacer verdaderas “diabluras" con los coches.
Durante las horas que estuvimos allí, pudimos realizar cuatro ensayos diferentes. En uno de ellos, dimos vueltas en círculo sobre una superficie helada y, a tramos, embarrada. En este ejercicio se trataba de ver cómo gestiona el coche los subvirajes y los sobrevirajes, probando siempre con y sin el control de estabilidad.
Después pasamos por una larga pista helada donde realizamos una serie de slaloms. Se trataba de probar el control de estabilidad y su capacidad para mantener las trayectorias correctas.
Por último, un camino de tierra cubierto de nieve y fango sirvió para que probásemos a fondo las cualidades off-road del Octavia. Allí, tracción integral y ESP se dieron una buena “paliza".
Es obligado comentar que, tanto con el control de estabilidad como sin él, el coche reaccionó siempre de forma muy noble y progresiva, permitiendo que nos divirtiéramos con largos y controlados derrapades en el hielo.
Al buen rendimiento contribuyen de manera decisiva los neumáticos que llevábamos, unos Continental de invierno en llanta de 16 pulgada que se agarran al hielo de una forma que a veces resulta increíble.

Si quieres saber más sobre estas pruebas de invierno, no te pierdas el reportaje que realizamos en nuestro anterior paso por Ívalo.

Un año después de la presentación del Octavia berlina en Atenas, y medio año después de presentar en Praga la variante familiar Combi, llega la versión más completa del Octavia, el Combi 4x4. Y lo hace en un terreno que pone a prueba sus aptitudes –y actitudes- como tracción integral: la Laponia Finlandesa.

Allí, sobre carreteras parcialmente nevadas, pistas de tierra y nieve y trazados especiales de hielo, hemos tomado contacto con un coche muy atractivo por precio, seguridad, tamaño, solvencia mecánica y capacidad motriz. Skoda lo vende ya en España con dos motores, el 1.9 TDI de 105 CV y el gasolina 2.0 FSI de 150 CV. Cuestan 24.390 y 25.260 euros respectivamente y sólo hay un nivel de acabado. Como ya ha quedado claro, la nota distintiva de este Octavia Combi 4x4 es su tracción integral permanente. Skoda ha recurrido a la segunda generación de los embragues de tipo Haldex para convertir su familiar en un más que poderoso 4x4. Como se sabe, este tipo de transmisiones no funcionan siempre en 4x4, sino que, por lo normal, son tracciones delanteras que, ante la pérdida de adherencia en el eje delantero, envía par al trasero. Puede enviar hasta un 50 por ciento de la fuerza.

Pero no se queda ahí la cosa. Esta tracción integral va combinada con el muy probado sistema de control de estabilidad del grupo Volkswagen, el ESP, que se encarga de evitar que las pérdidas de adherencia sean demasiado largas y de corregir cualquier problema con las trazadas. La combinación es muy buena, porque lo que no neutraliza la tracción total es rápidamente dominado por el ESP, permitiendo que el conductor tenga siempre agarre en las ruedas y motricidad de sobra sobre los terrenos más complicados.La tracción integral por embrague Haldex es uno de los más empleados por los fabricantes. En su última generación, adoptada por Skoda en 2004, el sistema tiene su núcleo en un embrague que va acoplado al eje trasero y que es el encargado de transmitirle fuerza dicho a eje cuando es preciso.
El embrague es una caja dentro de la cual van unos discos sumergidos en un baño de aceite. Una barra de transmisión Cardan conecta esta caja con el eje delantero, que es controlado por diversos sensores. Cuando estos sensores detectan que el eje delantero pierde tracción (las ruedas delanteras giran mucho más rápido que las traseras), activan unas bombas de pistones que incrementan la presión del aceite dentro de la caja Haldex. El aumento de presión hace que los discos sumergidos se peguen, con lo que la tracción trasera se conecta y las ruedas empujan. Todo esto, como es lógico, sucede en fracciones de segundo.
El mecanismo elegido por Skoda permite que las ruedas posteriores reciban hasta un 50 por ciento del par liberado por el motor. Además, la firma checa destaca varias ventajas de este Haldex de segunda generación. Dicen que reduce el consumo en comparación con otros sistemas 4x4, que proporciona conexiones muy rápidas y continuas entre ambos ejes, que es muy compacto y que resulta muy barato. También hacen hincapié en su compatibilidad con elementos como el ABS y el ESP y señalan que tiene menos mantenimiento que otros equipos. Al volante, sobre zonas muy complicadas por nieve, hielo o barro, el conductor se da cuenta enseguida de las bondades de esta tracción integral. Es bastante difícil que el coche pierda motricidad, sobre todo si lleva unos buenos neumáticos de invierno. El trabajo simultáneo de ambos ejes se produce sin que se note, con suavidad y eficacia. Con el control de estabilidad conectado, el Octavia Combi 4x4 se mueve rápido y ágil sobre las pistas heladas o nevadas. Desde el habitáculo, la única noticia del duro esfuerzo que realiza la mecánica son los ruidos que hace el ESP al frenar unas u otras ruedas… Otro cantar es la desconexión del ESP, que da más libertad a las reacciones del coche. Ahí es donde mejor da la talla la tracción integral, dominando a fuerza de agarre y motricidad los excesos de las inercias y los deslizamientos.Los países nórdicos son, en invierno, lugar de peregrinaje para los fabricantes de coches, que llevan a aquellas tierras heladas sus últimos modelos para probarlos en las circunstancias más duras: temperaturas muy por debajo de 0º C, nieve, hielo y barro.
Skoda ha elegido para probar el Octavia Combi 4x4 el circuito de Metalltracks, cercad de la ciudad finlandesa de Ívalo, 300 km por encima del Círculo Polar Ártico. Allí, entre pinares inacabables y renos de mirada triste, hay un complejo de pruebas que permite hacer verdaderas “diabluras" con los coches.
Durante las horas que estuvimos allí, pudimos realizar cuatro ensayos diferentes. En uno de ellos, dimos vueltas en círculo sobre una superficie helada y, a tramos, embarrada. En este ejercicio se trataba de ver cómo gestiona el coche los subvirajes y los sobrevirajes, probando siempre con y sin el control de estabilidad.
Después pasamos por una larga pista helada donde realizamos una serie de slaloms. Se trataba de probar el control de estabilidad y su capacidad para mantener las trayectorias correctas.
Por último, un camino de tierra cubierto de nieve y fango sirvió para que probásemos a fondo las cualidades off-road del Octavia. Allí, tracción integral y ESP se dieron una buena “paliza".
Es obligado comentar que, tanto con el control de estabilidad como sin él, el coche reaccionó siempre de forma muy noble y progresiva, permitiendo que nos divirtiéramos con largos y controlados derrapades en el hielo.
Al buen rendimiento contribuyen de manera decisiva los neumáticos que llevábamos, unos Continental de invierno en llanta de 16 pulgada que se agarran al hielo de una forma que a veces resulta increíble.

Si quieres saber más sobre estas pruebas de invierno, no te pierdas el reportaje que realizamos en nuestro anterior paso por Ívalo.