Sin duda lo que más llama la atención del renovado Seat Altea es el interior. Hay que decir que los cambios le han sentado bien al monovolumen español, ya que ha rejuvenecido gracias a la adopción de nuevos materiales para sus revestimientos, ahora con mejor tacto y aspecto, y con una configuración más moderna de sus controles. El Seat Altea estrena equipo de audio, concretamente el del Ibiza, que queda mejor integrado y aporta mayor elegancia a la consola central. Otro cambio es el volante, de nueva factura y con diferentes mandos integrados para el manejo del ordenador de viaje y de la radio. Por otra parte, los relojes del cuadro de instrumentos adoptan iluminación blanca y resultan más legibles, mientras que el navegador, que es opcional, cuenta ahora con pantalla táctil, que lo hace más intuitivo.
La carrocería del Seat Altea también sufre alguna variación, aunque para darse cuenta hay que mirarlo con lupa. Se ha rediseñado el reborde cromado de la parrilla central, que ahora es más fino, y los lavafaros están mejor integrados, ya que están más enrasados. Las rejillas en la zona de las luces antiniebla abarcan mayor superficie, a su vez, el contorno de los faros en su zona inferior varía ligeramente. Sin embargo, el rasgo más distintivo es el incremento de tamaño de la luneta trasera, que se traduce en una mejor visibilidad posterior. También cambian, de manera casi inapreciable, los pilotos traseros, así como la gama de llantas disponibles.
En lo que a motorizaciones se refiere, lo más relevante es la adopción de "common-rail" para la versión 2.0 TDICR, aunque sólo en la variante de 170 CV, ya que el escalón de 140 CV se mantiene con tecnología bomba-inyector. También es novedad en este nuevo Seat Altea la caja DSG de siete marchas en combinación con la mecánica 1.8 TSI de 160 CV, opción que aporta una encomiable eficacia y suavidad de funcionamiento, muy acorde con el talante deportivo del Seat Altea. Todos los modelos equipados con cambio DSG, ya sea de 6 ó 7 velocidades, llevan levas en el volante. En cuanto al Seat Altea Freetrack, el motor más potente —2.0 TSI 211 CV— es de nueva factura, ya que deriva del bloque 1.8 TSI y consume menos gracias a sus menores rozamientos internos y a su bomba de aceite de dos etapas. Pero estas no son las únicas mejoras que recibe el Seat Altea 2009: se ha optimizado el confort de marcha sin reducir las buenas capacidades dinámicas del bastidor, gracias a unos muelles menos rígidos y a un revisado tarado de amortiguadores y barras estabilizadoras. ¿Qué opinas sobre el Seat Altea? Deja tus comentarios; los más interesantes se publicarán en la revista Autopista. Si lo prefieres, debate esta noticia en nuestros foros.
Sin duda lo que más llama la atención del renovado Seat Altea es el interior. Hay que decir que los cambios le han sentado bien al monovolumen español, ya que ha rejuvenecido gracias a la adopción de nuevos materiales para sus revestimientos, ahora con mejor tacto y aspecto, y con una configuración más moderna de sus controles. El Seat Altea estrena equipo de audio, concretamente el del Ibiza, que queda mejor integrado y aporta mayor elegancia a la consola central. Otro cambio es el volante, de nueva factura y con diferentes mandos integrados para el manejo del ordenador de viaje y de la radio. Por otra parte, los relojes del cuadro de instrumentos adoptan iluminación blanca y resultan más legibles, mientras que el navegador, que es opcional, cuenta ahora con pantalla táctil, que lo hace más intuitivo.
La carrocería del Seat Altea también sufre alguna variación, aunque para darse cuenta hay que mirarlo con lupa. Se ha rediseñado el reborde cromado de la parrilla central, que ahora es más fino, y los lavafaros están mejor integrados, ya que están más enrasados. Las rejillas en la zona de las luces antiniebla abarcan mayor superficie, a su vez, el contorno de los faros en su zona inferior varía ligeramente. Sin embargo, el rasgo más distintivo es el incremento de tamaño de la luneta trasera, que se traduce en una mejor visibilidad posterior. También cambian, de manera casi inapreciable, los pilotos traseros, así como la gama de llantas disponibles.
En lo que a motorizaciones se refiere, lo más relevante es la adopción de "common-rail" para la versión 2.0 TDICR, aunque sólo en la variante de 170 CV, ya que el escalón de 140 CV se mantiene con tecnología bomba-inyector. También es novedad en este nuevo Seat Altea la caja DSG de siete marchas en combinación con la mecánica 1.8 TSI de 160 CV, opción que aporta una encomiable eficacia y suavidad de funcionamiento, muy acorde con el talante deportivo del Seat Altea. Todos los modelos equipados con cambio DSG, ya sea de 6 ó 7 velocidades, llevan levas en el volante. En cuanto al Seat Altea Freetrack, el motor más potente —2.0 TSI 211 CV— es de nueva factura, ya que deriva del bloque 1.8 TSI y consume menos gracias a sus menores rozamientos internos y a su bomba de aceite de dos etapas. Pero estas no son las únicas mejoras que recibe el Seat Altea 2009: se ha optimizado el confort de marcha sin reducir las buenas capacidades dinámicas del bastidor, gracias a unos muelles menos rígidos y a un revisado tarado de amortiguadores y barras estabilizadoras. ¿Qué opinas sobre el Seat Altea? Deja tus comentarios; los más interesantes se publicarán en la revista Autopista. Si lo prefieres, debate esta noticia en nuestros foros.
Sin duda lo que más llama la atención del renovado Seat Altea es el interior. Hay que decir que los cambios le han sentado bien al monovolumen español, ya que ha rejuvenecido gracias a la adopción de nuevos materiales para sus revestimientos, ahora con mejor tacto y aspecto, y con una configuración más moderna de sus controles. El Seat Altea estrena equipo de audio, concretamente el del Ibiza, que queda mejor integrado y aporta mayor elegancia a la consola central. Otro cambio es el volante, de nueva factura y con diferentes mandos integrados para el manejo del ordenador de viaje y de la radio. Por otra parte, los relojes del cuadro de instrumentos adoptan iluminación blanca y resultan más legibles, mientras que el navegador, que es opcional, cuenta ahora con pantalla táctil, que lo hace más intuitivo.
La carrocería del Seat Altea también sufre alguna variación, aunque para darse cuenta hay que mirarlo con lupa. Se ha rediseñado el reborde cromado de la parrilla central, que ahora es más fino, y los lavafaros están mejor integrados, ya que están más enrasados. Las rejillas en la zona de las luces antiniebla abarcan mayor superficie, a su vez, el contorno de los faros en su zona inferior varía ligeramente. Sin embargo, el rasgo más distintivo es el incremento de tamaño de la luneta trasera, que se traduce en una mejor visibilidad posterior. También cambian, de manera casi inapreciable, los pilotos traseros, así como la gama de llantas disponibles.
En lo que a motorizaciones se refiere, lo más relevante es la adopción de "common-rail" para la versión 2.0 TDICR, aunque sólo en la variante de 170 CV, ya que el escalón de 140 CV se mantiene con tecnología bomba-inyector. También es novedad en este nuevo Seat Altea la caja DSG de siete marchas en combinación con la mecánica 1.8 TSI de 160 CV, opción que aporta una encomiable eficacia y suavidad de funcionamiento, muy acorde con el talante deportivo del Seat Altea. Todos los modelos equipados con cambio DSG, ya sea de 6 ó 7 velocidades, llevan levas en el volante. En cuanto al Seat Altea Freetrack, el motor más potente —2.0 TSI 211 CV— es de nueva factura, ya que deriva del bloque 1.8 TSI y consume menos gracias a sus menores rozamientos internos y a su bomba de aceite de dos etapas. Pero estas no son las únicas mejoras que recibe el Seat Altea 2009: se ha optimizado el confort de marcha sin reducir las buenas capacidades dinámicas del bastidor, gracias a unos muelles menos rígidos y a un revisado tarado de amortiguadores y barras estabilizadoras. ¿Qué opinas sobre el Seat Altea? Deja tus comentarios; los más interesantes se publicarán en la revista Autopista. Si lo prefieres, debate esta noticia en nuestros foros.
Sin duda lo que más llama la atención del renovado Seat Altea es el interior. Hay que decir que los cambios le han sentado bien al monovolumen español, ya que ha rejuvenecido gracias a la adopción de nuevos materiales para sus revestimientos, ahora con mejor tacto y aspecto, y con una configuración más moderna de sus controles. El Seat Altea estrena equipo de audio, concretamente el del Ibiza, que queda mejor integrado y aporta mayor elegancia a la consola central. Otro cambio es el volante, de nueva factura y con diferentes mandos integrados para el manejo del ordenador de viaje y de la radio. Por otra parte, los relojes del cuadro de instrumentos adoptan iluminación blanca y resultan más legibles, mientras que el navegador, que es opcional, cuenta ahora con pantalla táctil, que lo hace más intuitivo.
La carrocería del Seat Altea también sufre alguna variación, aunque para darse cuenta hay que mirarlo con lupa. Se ha rediseñado el reborde cromado de la parrilla central, que ahora es más fino, y los lavafaros están mejor integrados, ya que están más enrasados. Las rejillas en la zona de las luces antiniebla abarcan mayor superficie, a su vez, el contorno de los faros en su zona inferior varía ligeramente. Sin embargo, el rasgo más distintivo es el incremento de tamaño de la luneta trasera, que se traduce en una mejor visibilidad posterior. También cambian, de manera casi inapreciable, los pilotos traseros, así como la gama de llantas disponibles.
En lo que a motorizaciones se refiere, lo más relevante es la adopción de "common-rail" para la versión 2.0 TDICR, aunque sólo en la variante de 170 CV, ya que el escalón de 140 CV se mantiene con tecnología bomba-inyector. También es novedad en este nuevo Seat Altea la caja DSG de siete marchas en combinación con la mecánica 1.8 TSI de 160 CV, opción que aporta una encomiable eficacia y suavidad de funcionamiento, muy acorde con el talante deportivo del Seat Altea. Todos los modelos equipados con cambio DSG, ya sea de 6 ó 7 velocidades, llevan levas en el volante. En cuanto al Seat Altea Freetrack, el motor más potente —2.0 TSI 211 CV— es de nueva factura, ya que deriva del bloque 1.8 TSI y consume menos gracias a sus menores rozamientos internos y a su bomba de aceite de dos etapas. Pero estas no son las únicas mejoras que recibe el Seat Altea 2009: se ha optimizado el confort de marcha sin reducir las buenas capacidades dinámicas del bastidor, gracias a unos muelles menos rígidos y a un revisado tarado de amortiguadores y barras estabilizadoras. ¿Qué opinas sobre el Seat Altea? Deja tus comentarios; los más interesantes se publicarán en la revista Autopista. Si lo prefieres, debate esta noticia en nuestros foros.
Sin duda lo que más llama la atención del renovado Seat Altea es el interior. Hay que decir que los cambios le han sentado bien al monovolumen español, ya que ha rejuvenecido gracias a la adopción de nuevos materiales para sus revestimientos, ahora con mejor tacto y aspecto, y con una configuración más moderna de sus controles. El Seat Altea estrena equipo de audio, concretamente el del Ibiza, que queda mejor integrado y aporta mayor elegancia a la consola central. Otro cambio es el volante, de nueva factura y con diferentes mandos integrados para el manejo del ordenador de viaje y de la radio. Por otra parte, los relojes del cuadro de instrumentos adoptan iluminación blanca y resultan más legibles, mientras que el navegador, que es opcional, cuenta ahora con pantalla táctil, que lo hace más intuitivo.
La carrocería del Seat Altea también sufre alguna variación, aunque para darse cuenta hay que mirarlo con lupa. Se ha rediseñado el reborde cromado de la parrilla central, que ahora es más fino, y los lavafaros están mejor integrados, ya que están más enrasados. Las rejillas en la zona de las luces antiniebla abarcan mayor superficie, a su vez, el contorno de los faros en su zona inferior varía ligeramente. Sin embargo, el rasgo más distintivo es el incremento de tamaño de la luneta trasera, que se traduce en una mejor visibilidad posterior. También cambian, de manera casi inapreciable, los pilotos traseros, así como la gama de llantas disponibles.
En lo que a motorizaciones se refiere, lo más relevante es la adopción de "common-rail" para la versión 2.0 TDICR, aunque sólo en la variante de 170 CV, ya que el escalón de 140 CV se mantiene con tecnología bomba-inyector. También es novedad en este nuevo Seat Altea la caja DSG de siete marchas en combinación con la mecánica 1.8 TSI de 160 CV, opción que aporta una encomiable eficacia y suavidad de funcionamiento, muy acorde con el talante deportivo del Seat Altea. Todos los modelos equipados con cambio DSG, ya sea de 6 ó 7 velocidades, llevan levas en el volante. En cuanto al Seat Altea Freetrack, el motor más potente —2.0 TSI 211 CV— es de nueva factura, ya que deriva del bloque 1.8 TSI y consume menos gracias a sus menores rozamientos internos y a su bomba de aceite de dos etapas. Pero estas no son las únicas mejoras que recibe el Seat Altea 2009: se ha optimizado el confort de marcha sin reducir las buenas capacidades dinámicas del bastidor, gracias a unos muelles menos rígidos y a un revisado tarado de amortiguadores y barras estabilizadoras. ¿Qué opinas sobre el Seat Altea? Deja tus comentarios; los más interesantes se publicarán en la revista Autopista. Si lo prefieres, debate esta noticia en nuestros foros.
Sin duda lo que más llama la atención del renovado Seat Altea es el interior. Hay que decir que los cambios le han sentado bien al monovolumen español, ya que ha rejuvenecido gracias a la adopción de nuevos materiales para sus revestimientos, ahora con mejor tacto y aspecto, y con una configuración más moderna de sus controles. El Seat Altea estrena equipo de audio, concretamente el del Ibiza, que queda mejor integrado y aporta mayor elegancia a la consola central. Otro cambio es el volante, de nueva factura y con diferentes mandos integrados para el manejo del ordenador de viaje y de la radio. Por otra parte, los relojes del cuadro de instrumentos adoptan iluminación blanca y resultan más legibles, mientras que el navegador, que es opcional, cuenta ahora con pantalla táctil, que lo hace más intuitivo.
La carrocería del Seat Altea también sufre alguna variación, aunque para darse cuenta hay que mirarlo con lupa. Se ha rediseñado el reborde cromado de la parrilla central, que ahora es más fino, y los lavafaros están mejor integrados, ya que están más enrasados. Las rejillas en la zona de las luces antiniebla abarcan mayor superficie, a su vez, el contorno de los faros en su zona inferior varía ligeramente. Sin embargo, el rasgo más distintivo es el incremento de tamaño de la luneta trasera, que se traduce en una mejor visibilidad posterior. También cambian, de manera casi inapreciable, los pilotos traseros, así como la gama de llantas disponibles.
En lo que a motorizaciones se refiere, lo más relevante es la adopción de "common-rail" para la versión 2.0 TDICR, aunque sólo en la variante de 170 CV, ya que el escalón de 140 CV se mantiene con tecnología bomba-inyector. También es novedad en este nuevo Seat Altea la caja DSG de siete marchas en combinación con la mecánica 1.8 TSI de 160 CV, opción que aporta una encomiable eficacia y suavidad de funcionamiento, muy acorde con el talante deportivo del Seat Altea. Todos los modelos equipados con cambio DSG, ya sea de 6 ó 7 velocidades, llevan levas en el volante. En cuanto al Seat Altea Freetrack, el motor más potente —2.0 TSI 211 CV— es de nueva factura, ya que deriva del bloque 1.8 TSI y consume menos gracias a sus menores rozamientos internos y a su bomba de aceite de dos etapas. Pero estas no son las únicas mejoras que recibe el Seat Altea 2009: se ha optimizado el confort de marcha sin reducir las buenas capacidades dinámicas del bastidor, gracias a unos muelles menos rígidos y a un revisado tarado de amortiguadores y barras estabilizadoras. ¿Qué opinas sobre el Seat Altea? Deja tus comentarios; los más interesantes se publicarán en la revista Autopista. Si lo prefieres, debate esta noticia en nuestros foros.