No querría arrancar a analizar este tándem de mecheros rodantes, como son el BMW 316d y el Volkswagen Passat 1.6 TDI BlueMotion, pasando por alto cómo se ha normalizado este tipo de desarrollos orientados a la ultra eficiencia, especialmente en el caso del Volkswagen, cuyo apellido BlueMotion implica una evolución específica que afectaba y afecta a diferentes parámetros del coche, no sólo al motor: relaciones de cambio, suspensiones algo más bajas que mejoran la aerodinámica, ruedas diferentes, motores con un rendimiento optimizado e incluso aceites específicos. Subirse a este tipo de coches obligaba, en cierto modo, a adaptar tu conducción a sus características, incluso cuando esa tipología de coche eficiente no implicaba necesariamente baja potencia. El mejor ejemplo, los BMW 320d Efficient Dynamics conocidos hasta hace bien poco, con unos impresionantes y rapidísimos 163 CV, pero con no pocas contraprestaciones en el día a día, una de ellas, su extremadamente baja altura de carrocería.
BMW 316d vs VW Passat 1.6 TDI: potencia, la justa
Así son, sencillamente, los coches que probamos hoy: berlinas con un nivel bajo de potencia oficial: 116 CV para el BMW 316d, “movido” por un motor de 2.0 litros; y 120 CV para el VW Passat 1.6 TDI BlueMotion, el cual utiliza un motor bastante más pequeño de “sólo” 1,6 litros de cilindrada. Tal vez, cifras un tanto justas por más que nuestro banco de potencia confirme un muy buen estado de forma para ambos propulsores: 120 CV es la potencia real del BMW 316d… y 127 CV para el VW Passat 1.6 TDI, aunque el motor 2.0 litros de BMW se desmarca en cifra de par: 30,5 mkg (insisto, cifras reales medias por nuestro Centro Técnico) frente a 28 mkg del Passat. Aunque te adelanto que no es tanto el cuánto sino el cómo lo que en esta comparativa marca las distancias.
Siguiendo con nuestro argumento inicial, hay que dejar ya dicho que aún cuando existe en la gama un Volkswagen Passat 1.6 TDI "normal" con el mismo rendimiento, a este BlueMotion no le cuesta tanto como antes asimilar una transmisión un 9 por ciento más larga (su desarrollo final en sexta marcha es de 59,7 km/h por cada 1.000 rpm, ligerísimamente mayor que su rival), ni su gran equipo de ruedas implica una pérdida de prestación dinámica. El caso del 316d de BMW es diferente, pues en realidad se trata de una versión "normal" en la gama cuyo potentísimo motor de origen —es el mismo 2.0 litros de hasta 190 CV en versión monoturbo— se ha limitado electrónicamente para dejarlo en 116 CV. Y es precisamente ese detalle el que, desde el primer momento, te hace sentir a un coche mecánicamente más íntegro y consistente que el otro, aunque en realidad la diferencia real en prestaciones —aceleraciones, especialmente— no sea determinante.
Hay un factor también que juega a favor de este tipo de vehículos, y no es otro que el tipo de circulación al que nos venimos moviendo ya desde hace tiempo en nuestro país, a un ritmo perfectamente asumible por estas dos locomotoras cuyo hándicap es, precisamente, la poca agilidad en el cambio de ritmo, medición mucho más importante que la velocidad pura que puedan desarrollar durante fases de aceleración. La verdad es que con un 0 a 100 km/h de 10,7 segundos para el BMW 316d y de 10,29 segundos para el VW Passat BlueMotion no es que pueda decir que sean coches muy rápidos, pero cuánto SUV hay, por citar una categoría de gran demanda, que con más potencia no logra estos más que razonables registros. Para tener una idea más amplia de sus prestaciones, citar que acaban el kilómetro casi a la par en unos 32 segundos justos. Por otro lado, sus recuperaciones de 80 a 120 km/h tampoco es que sean nada malas en cuarta y quinta marcha en ambos casos (unos 8 “y medio” segundos y 11 “y medio), aunque sus sextas relaciones sí ralentizan enormemente esta maniobra, superando los 15 segundos en el caso del BMW 316d y los 16 segundos el VW Passat BlueMotion.
BMW 316d vs VW Passat 1.6 TDI BlueMotion: la velocidad "muro"
Así las cosas, creo que sabiendo lo que compras, no sentirás inframotorización alguna ni en el BMW 316d y VW Passat 1.6 TDI BlueMotion para lanzarlos hasta "nuestra" velocidad máxima legal, e incluso un poquito más, ni mucho menos para mantener ese crucero con cierto desahogo cuando la orografía no es del todo favorable, pero desde ahí progresan como si llevaran una enorme losa a cuestas. Ya desde el primer momento sientes que el 1.6 TDI del Passat BlueMotion es un motor que da de sí, sencillamente, lo que puede dar de sí y esperas de un motor de su potencia, y de un coche de su tamaño y peso, por cierto, aspecto en el que este Passat sorprende. Pero es un propulsor cuya falta de empuje se puede agilizar con la reducción de una o dos marchas, llevando el motor a un medio y "alto" régimen donde sí irás encontrando esa potencia que necesitas.
El caso de BMW es diametralmente opuesto, porque hacer girar el motor más allá de 2.800 rpm implica sentirlo forzado y fuera de lugar. Tiene a cambio una elasticidad prodigiosa y un constante empuje en sus dos mil primeras vueltas con las que tendrás que resolver cualquier maniobra que se te presente. Ahí, vale su peso en oro su cilindrada frente a un más "pequeño" 1.6 TDI cuyo funcionamiento, independientemente de cifras de consumo que consiga uno y otro coche, hace al Volkwagen Passat un coche más equilibrado y homogéneo que el excesivamente descafeinado 2.0d a este BMW 316d.
BMW 316d vs VW Passat 1.6 TDi BlueMotion, su consumo real
Salvo que intencionadamente conduzcas mal, raro será que no saldes cualquier desplazamiento que sea mínimamente largo con cifras de consumo de cuatro y pico litros cada 100 km en el BMW 316d y el VW Passat 1.6 BlueMotion. De nuevo, nos trasladamos en el tiempo: vista atrás hacia los Passat y BMW más eficientes en generaciones anteriores para descubrir que desde hace más de una década, este tipo de coches resuelve nuestro recorrido de carretera con esos mismos cuatro “y pico” de hoy.
Más referencias, ya de ahora: 4,7 l/100 km es el consumo registrado por un Seat Ibiza 1.4 TDI de tres cilindros en el mismo recorrido, más de lo que gastan nuestros dos protagonistas. Efectivamente, la labor de los programas y evoluciones orientados a optimizar emisiones —y, directamente, también consumos— dan su fruto, pero, como el mismísimo ser humano, el turbodiésel necesita un mínimo de "calorías" que muevan sus músculos para mantenerse en pie, y su equivalente a combustible, son esos menos de cuatro “y pico” litros de media: menos, hoy es imposible aún. Sí ha habido enormes progresos en circulación urbana, donde ya ahora sólo nuevas tecnologías podrán rebajar las excelentes cifras actualmente conseguidas: aquí, las diferencias llegan a ser de hasta 2 l/100 km respecto a un VW Passat BlueMotion anterior a esta década, marcando ahora un registro de 5,3 l/100 km frente a los también muy buenos 5,9 l/100 km del BMW 316d.
Del resto de apartados no tendrás grandes noticias ni en BMW 316d ni en VW Passat 1.6 TDI BlueMotion, porque tienen prácticamente las mismas cualidades que otras versiones más potentes. Más bien, volver a incidir en esa normalidad de la que te hablaba al inicio en, por ejemplo, la flexibilidad de amortiguación del Passat, cuya versión BlueMotion goza de un extraordinario equilibrio entre calidad de rodadura y comportamiento dinámico. O la agilidad de chasis que siempre sientes al conducir un BMW Serie 3. Por tipología de coche y presumible orientación familiar, habría que poner en la balanza habitabilidad, calidades o precio, aspectos con los que el Volkswagen Passat refuerza los dominios conquistados a su rival por la parte mecánica.
Aceleración. Servicios mínimos. Aunque sea poca la diferencia, siento al VW Passat algo más consistente. No son rápidos en el 1.000 metros, pero tampoco son lentos para relanzar el coche hasta 120 km/h, donde empiezas a sentir que la falta de potencia es un "muro".
Frenada. Aprobado a secas. No miniaturizan frenos, pero respecto a versiones más potentes, obtienen resultados diferentes: VW empeora respecto a un 2.0 TDi/150, pero este BlueMotion frena mejor que, por ejemplo, el mismísimo 320d.
Sonoridad. De casta. Rendimiento al margen, los coches esconden una base común para versiones superiores, garantizando prácticamente el mismo nivel de bien estar y bajo ruido que versiones más ambiciosas y prestacionales.
Adelantamientos. “Elaaaaasticos”. Sin mucha fuerza, pero tiene en su haber una prodigiosa elasticidad y agrado de marcha y uso para moverse más que dignamente en el tráfico real. VW vuelve a parecerme inicialmente más ágil, pero BMW hace valer finalmente su mayor motor.
Potencia y par. Diametralmente opuestos. El 1.6 TDI del Passat es un motor que evoluciona de principio a fin sin poder dar más de sí; el BMW deriva de un propulsor muy potente electrónicamente limitado, apreciándose claramente este efecto en su uso. Encuentras en la respuesta del TDI, por tanto, mayor normalidad.
Consumos. Ultra eficientes. Hoy, la especialización no desequilibra tanto la usabilidad mecánica de este tipo de coches, salvo su rapidez, fruto de su potencia. Gastar en carretera menos que, por ejemplo, un Peugeot 208 Blue HDi 100 deja claro la eficiencia de ambos.
Dimensiones y pesos. Passat, por mayoría absoluta. No es que el Serie 3 sea pequeño, es que el Volkswagen Passat es enorme, más grande en tamaño, con mejor acceso y mayor desahogo interior. También es especialmente ligero, evolución del programa BlueMotion.
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