Junto con el Opel Astra y Renault Mègane, posee una de las líneas más clásicas del sector. Su carácter de veterano le ha dado muchas tablas y ha sabido ir introduciendo poco a poco pequeñas modificaciones estilísticas. Es un modelo apropiado para una conducción más deportiva, ya sea por su corte como por su elaborado bastidor. Así, gana al resto de sus rivales (exceptuando al Mègane) en velocidad y aceleraciones. Comparado con el Stilo, queda muy en evidencia su habitabilidad y su acabado, peor resuelto que el modelo italiano. Además, no puede completarse con elementos que en el Fiat se ofrecen como opción (climatizador, control de tracción y ordenador de a bordo). Con un motor más temperamental, el Civic recupera sin esfuerzos, a la vez que se muestra muy contenido en consumos (ofrece los mejores datos entre todos sus rivales). También destaca por su cambio, muy rápido y preciso. En comparación con los otros modelos, tiene un bastidor menos elaborado. Ofrece un equipamiento mucho más parco que el del Stilo, pero existe una versión más completa, la ES, pero el precio se dispara a los 17.000 euros (2.828.562 pesetas). Tiene el mismo peso que el Stilo (1.205 kg) y un motor similar, por lo que sus marcas son muy parejas: quizás gane en aceleraciones el modelo de Fiat, pero este Opel presenta unos consumos más contenidos. Eso sí, también se muestra mucho más aprovechable, ya que su mecánica, a pesar de tener menos cilindrada, es más elástica, lo que beneficia a las recuperaciones. También tiene una amortiguación algo blanda y un equipamiento, una vez más, menos completo. Si el Stilo destaca por su exterior, Peugeot ha conseguido revolucionar la estética del sector con el 307, un modelo de corte monovolumen, que destaca por su amplia luna delantera y por sus rasgados grupos ópticos. Este modelo es todo un ejemplo por su estabilidad, ya que, aunque también es de los más pesados, su elaborado bastidor sabe controlar este lastre. Su motor también anda más que el del Stilo, pero la diferencia no es tan grande, ya que el cambio del 307 no resulta tan ajustado como el de su rival. Aunque de puertas a dentro resulta más parco, en habitabilidad gana por mucho al modelo de Fiat. El peso pluma del segmento sabe aprovechar la diferencia de kilos y su más potente motor en la carretera. Es el más rápido y el que mejor recupera y no es, precisamente, el que más consume (un apartado que encabeza el Stilo). Como ya es una tónica en este apartado, el Mègane también suspende en la comparación de acabados a favor del Fiat, pero este modelo tiene a su favor un precio algo más bajo, para intentar paliar las diferencias a base de sumar extras (opción que encarecería más el modelo de Renault que la oferta de su rival). Junto con el Opel Astra y Renault Mègane, posee una de las líneas más clásicas del sector. Su carácter de veterano le ha dado muchas tablas y ha sabido ir introduciendo poco a poco pequeñas modificaciones estilísticas. Es un modelo apropiado para una conducción más deportiva, ya sea por su corte como por su elaborado bastidor. Así, gana al resto de sus rivales (exceptuando al Mègane) en velocidad y aceleraciones. Comparado con el Stilo, queda muy en evidencia su habitabilidad y su acabado, peor resuelto que el modelo italiano. Además, no puede completarse con elementos que en el Fiat se ofrecen como opción (climatizador, control de tracción y ordenador de a bordo). Con un motor más temperamental, el Civic recupera sin esfuerzos, a la vez que se muestra muy contenido en consumos (ofrece los mejores datos entre todos sus rivales). También destaca por su cambio, muy rápido y preciso. En comparación con los otros modelos, tiene un bastidor menos elaborado. Ofrece un equipamiento mucho más parco que el del Stilo, pero existe una versión más completa, la ES, pero el precio se dispara a los 17.000 euros (2.828.562 pesetas). Tiene el mismo peso que el Stilo (1.205 kg) y un motor similar, por lo que sus marcas son muy parejas: quizás gane en aceleraciones el modelo de Fiat, pero este Opel presenta unos consumos más contenidos. Eso sí, también se muestra mucho más aprovechable, ya que su mecánica, a pesar de tener menos cilindrada, es más elástica, lo que beneficia a las recuperaciones. También tiene una amortiguación algo blanda y un equipamiento, una vez más, menos completo. Si el Stilo destaca por su exterior, Peugeot ha conseguido revolucionar la estética del sector con el 307, un modelo de corte monovolumen, que destaca por su amplia luna delantera y por sus rasgados grupos ópticos. Este modelo es todo un ejemplo por su estabilidad, ya que, aunque también es de los más pesados, su elaborado bastidor sabe controlar este lastre. Su motor también anda más que el del Stilo, pero la diferencia no es tan grande, ya que el cambio del 307 no resulta tan ajustado como el de su rival. Aunque de puertas a dentro resulta más parco, en habitabilidad gana por mucho al modelo de Fiat. El peso pluma del segmento sabe aprovechar la diferencia de kilos y su más potente motor en la carretera. Es el más rápido y el que mejor recupera y no es, precisamente, el que más consume (un apartado que encabeza el Stilo). Como ya es una tónica en este apartado, el Mègane también suspende en la comparación de acabados a favor del Fiat, pero este modelo tiene a su favor un precio algo más bajo, para intentar paliar las diferencias a base de sumar extras (opción que encarecería más el modelo de Renault que la oferta de su rival). Junto con el Opel Astra y Renault Mègane, posee una de las líneas más clásicas del sector. Su carácter de veterano le ha dado muchas tablas y ha sabido ir introduciendo poco a poco pequeñas modificaciones estilísticas. Es un modelo apropiado para una conducción más deportiva, ya sea por su corte como por su elaborado bastidor. Así, gana al resto de sus rivales (exceptuando al Mègane) en velocidad y aceleraciones. Comparado con el Stilo, queda muy en evidencia su habitabilidad y su acabado, peor resuelto que el modelo italiano. Además, no puede completarse con elementos que en el Fiat se ofrecen como opción (climatizador, control de tracción y ordenador de a bordo). Con un motor más temperamental, el Civic recupera sin esfuerzos, a la vez que se muestra muy contenido en consumos (ofrece los mejores datos entre todos sus rivales). También destaca por su cambio, muy rápido y preciso. En comparación con los otros modelos, tiene un bastidor menos elaborado. Ofrece un equipamiento mucho más parco que el del Stilo, pero existe una versión más completa, la ES, pero el precio se dispara a los 17.000 euros (2.828.562 pesetas). Tiene el mismo peso que el Stilo (1.205 kg) y un motor similar, por lo que sus marcas son muy parejas: quizás gane en aceleraciones el modelo de Fiat, pero este Opel presenta unos consumos más contenidos. Eso sí, también se muestra mucho más aprovechable, ya que su mecánica, a pesar de tener menos cilindrada, es más elástica, lo que beneficia a las recuperaciones. También tiene una amortiguación algo blanda y un equipamiento, una vez más, menos completo. Si el Stilo destaca por su exterior, Peugeot ha conseguido revolucionar la estética del sector con el 307, un modelo de corte monovolumen, que destaca por su amplia luna delantera y por sus rasgados grupos ópticos. Este modelo es todo un ejemplo por su estabilidad, ya que, aunque también es de los más pesados, su elaborado bastidor sabe controlar este lastre. Su motor también anda más que el del Stilo, pero la diferencia no es tan grande, ya que el cambio del 307 no resulta tan ajustado como el de su rival. Aunque de puertas a dentro resulta más parco, en habitabilidad gana por mucho al modelo de Fiat. El peso pluma del segmento sabe aprovechar la diferencia de kilos y su más potente motor en la carretera. Es el más rápido y el que mejor recupera y no es, precisamente, el que más consume (un apartado que encabeza el Stilo). Como ya es una tónica en este apartado, el Mègane también suspende en la comparación de acabados a favor del Fiat, pero este modelo tiene a su favor un precio algo más bajo, para intentar paliar las diferencias a base de sumar extras (opción que encarecería más el modelo de Renault que la oferta de su rival). Junto con el Opel Astra y Renault Mègane, posee una de las líneas más clásicas del sector. Su carácter de veterano le ha dado muchas tablas y ha sabido ir introduciendo poco a poco pequeñas modificaciones estilísticas. Es un modelo apropiado para una conducción más deportiva, ya sea por su corte como por su elaborado bastidor. Así, gana al resto de sus rivales (exceptuando al Mègane) en velocidad y aceleraciones. Comparado con el Stilo, queda muy en evidencia su habitabilidad y su acabado, peor resuelto que el modelo italiano. Además, no puede completarse con elementos que en el Fiat se ofrecen como opción (climatizador, control de tracción y ordenador de a bordo). Con un motor más temperamental, el Civic recupera sin esfuerzos, a la vez que se muestra muy contenido en consumos (ofrece los mejores datos entre todos sus rivales). También destaca por su cambio, muy rápido y preciso. En comparación con los otros modelos, tiene un bastidor menos elaborado. Ofrece un equipamiento mucho más parco que el del Stilo, pero existe una versión más completa, la ES, pero el precio se dispara a los 17.000 euros (2.828.562 pesetas). Tiene el mismo peso que el Stilo (1.205 kg) y un motor similar, por lo que sus marcas son muy parejas: quizás gane en aceleraciones el modelo de Fiat, pero este Opel presenta unos consumos más contenidos. Eso sí, también se muestra mucho más aprovechable, ya que su mecánica, a pesar de tener menos cilindrada, es más elástica, lo que beneficia a las recuperaciones. También tiene una amortiguación algo blanda y un equipamiento, una vez más, menos completo. Si el Stilo destaca por su exterior, Peugeot ha conseguido revolucionar la estética del sector con el 307, un modelo de corte monovolumen, que destaca por su amplia luna delantera y por sus rasgados grupos ópticos. Este modelo es todo un ejemplo por su estabilidad, ya que, aunque también es de los más pesados, su elaborado bastidor sabe controlar este lastre. Su motor también anda más que el del Stilo, pero la diferencia no es tan grande, ya que el cambio del 307 no resulta tan ajustado como el de su rival. Aunque de puertas a dentro resulta más parco, en habitabilidad gana por mucho al modelo de Fiat. El peso pluma del segmento sabe aprovechar la diferencia de kilos y su más potente motor en la carretera. Es el más rápido y el que mejor recupera y no es, precisamente, el que más consume (un apartado que encabeza el Stilo). Como ya es una tónica en este apartado, el Mègane también suspende en la comparación de acabados a favor del Fiat, pero este modelo tiene a su favor un precio algo más bajo, para intentar paliar las diferencias a base de sumar extras (opción que encarecería más el modelo de Renault que la oferta de su rival). Junto con el Opel Astra y Renault Mègane, posee una de las líneas más clásicas del sector. Su carácter de veterano le ha dado muchas tablas y ha sabido ir introduciendo poco a poco pequeñas modificaciones estilísticas. Es un modelo apropiado para una conducción más deportiva, ya sea por su corte como por su elaborado bastidor. Así, gana al resto de sus rivales (exceptuando al Mègane) en velocidad y aceleraciones. Comparado con el Stilo, queda muy en evidencia su habitabilidad y su acabado, peor resuelto que el modelo italiano. Además, no puede completarse con elementos que en el Fiat se ofrecen como opción (climatizador, control de tracción y ordenador de a bordo). Con un motor más temperamental, el Civic recupera sin esfuerzos, a la vez que se muestra muy contenido en consumos (ofrece los mejores datos entre todos sus rivales). También destaca por su cambio, muy rápido y preciso. En comparación con los otros modelos, tiene un bastidor menos elaborado. Ofrece un equipamiento mucho más parco que el del Stilo, pero existe una versión más completa, la ES, pero el precio se dispara a los 17.000 euros (2.828.562 pesetas). Tiene el mismo peso que el Stilo (1.205 kg) y un motor similar, por lo que sus marcas son muy parejas: quizás gane en aceleraciones el modelo de Fiat, pero este Opel presenta unos consumos más contenidos. Eso sí, también se muestra mucho más aprovechable, ya que su mecánica, a pesar de tener menos cilindrada, es más elástica, lo que beneficia a las recuperaciones. También tiene una amortiguación algo blanda y un equipamiento, una vez más, menos completo. Si el Stilo destaca por su exterior, Peugeot ha conseguido revolucionar la estética del sector con el 307, un modelo de corte monovolumen, que destaca por su amplia luna delantera y por sus rasgados grupos ópticos. Este modelo es todo un ejemplo por su estabilidad, ya que, aunque también es de los más pesados, su elaborado bastidor sabe controlar este lastre. Su motor también anda más que el del Stilo, pero la diferencia no es tan grande, ya que el cambio del 307 no resulta tan ajustado como el de su rival. Aunque de puertas a dentro resulta más parco, en habitabilidad gana por mucho al modelo de Fiat. El peso pluma del segmento sabe aprovechar la diferencia de kilos y su más potente motor en la carretera. Es el más rápido y el que mejor recupera y no es, precisamente, el que más consume (un apartado que encabeza el Stilo). Como ya es una tónica en este apartado, el Mègane también suspende en la comparación de acabados a favor del Fiat, pero este modelo tiene a su favor un precio algo más bajo, para intentar paliar las diferencias a base de sumar extras (opción que encarecería más el modelo de Renault que la oferta de su rival).
Prêt-à-porter de calle
Aunque su nombre en italiano no significa precisamente “estilo", no se puede negar que este Fiat tiene mucha clase. Marca diferencias gracias a un equipamiento muy completo y a un acabado con personalidad, pero sin recurrir a precios destinados a modelos prêt-à-porter. Con el motor 1.6 de 103 CV, no desfila al mismo ritmo que otros, mas resulta muy útil y cómodo tanto en ciudad como en carretera.
