Varios puntos del Plan Nacional de Seguridad Vial no han agradado a la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), por eso en el Consejo Superior de Tráfico votó en contra de la aprobación de ese documento. Casi dos semanas después, las autoescuelas explican sus razones.
Según el presidente de esta confederación, José Miguel Báez, en este documento no se habla de enseñas mínimas, que deben poseer los profesores de autoescuela y tampoco se contemplan cursos de reciclaje y formación permanente para estos docentes. Este es uno de los puntos que descubren la “poca preocupación del Gobierno en materia de seguridad", según Báez.
Hay muchos más puntos conflictivos. Según el máximo responsable de CNAE, sólo en octubre pasado se “canjearon" 16.000 permisos de conducir en la capital procedentes de Ecuador. En palabras de Báez, conseguir un carné de conducir en este país – por Ecuador- no se puede comparar, bajo ningún concepto, a los requisitos mínimos exigibles en Europa. Sin embargo, el canje se está realizando. Los cálculos de la confederación cifran en 500.000 los permisos que se canjearán de la misma forma durante el próximo año. Esta acción –canjear los permisos de conducción- pone en grave peligro la seguridad vial española. En muchas ocasiones, la documentación para conducir en otros países (Colombia, Argentina y Ecuador) se ha obtenido, además, de manera fraudulenta –procedente de mafias falsificadoras-. La CNAE no ha denunciado estas prácticas ante las autoridades competentes, pero sí le han remitido una carta al Ministerio de Interior explicando estas operaciones, pero no han recibido contestación administrativa. Otro de los temas más comprometidos y por los que la CNAE no ha querido votar a favor del Plan Nacional de Seguridad Vial es la carencia de personal en las oficinas y jefaturas de Tráfico que está sufriendo el sector. En algunas comunidades autónomas, esta falta de personal hace que los examinadores trabajen en jornadas de hasta 11 horas y, en otras, simplemente no hay días en los que poderse examinar (hay tan pocos controladores que no es posible cubrir ni los cinco días ordinarios de trabajo).
Ante este problema, la CNAE sólo ha recibido silencio administrativo. Esta petición tiene ya varios años –desde 1991, según Báez- y el Ejecutivo no contesta. La solución que propone la confederación es equiparar los requistos para conseguir un permiso de conducir en los países de donde proceden los carnés con los “mínimos" existentes en la Unión Europea. De esta forma se garantiza un mayor grado de seguridad vial en nuestras carreteras.
Aunque este tema parece que ha quedado “aparcado", después del revuelo social que ha producido, la CNAE ha opinado que la intervención por parte de los agentes de los permisos de conducir en el momento no se puede llevar a cabo. La argumentación es sencilla: los agentes locales o autonómicos no tienen formación suficiente para poder llevar a cabo esta labor y ¡sólo tienen quince días para adquirirla! La norma en principio entra en vigor el próximo 1 de enero. La CNAE siempre ha estado a favor de esta práctica, siempre y cuando se respeten ciertas premisas. Entre las propuestas de la confederación están que el acompañante no tenga menos de 28 años; se realice una entrevista previa al menor que va a sacarse el permiso de conducir acompañado; que no se permita ni un gramo de alcohol en sangre; que la compañía aseguradores del vehículo conozca la situación y cubra sus posibles percances; que no se conduzca de noche y en determinadas situaciones potencialmente peligrosas y, por último, que se realicen pruebas prácticas en las autoescuelas anteriores al examen en las que se evalúe al alumno y al acompañante siempre y cuando hayan recorrido un mínimo de 1.500 km juntos.