Peso pluma, directo GTI

Atrae muchas miradas, pero los otros conductores sólo entenderán la esencia de este modelo cuando vean alejarse las siglas GTI delante de ellos. Nada que ver con un pequeño utilitario: este Lupo se mueve con soltura en terreno virado, en carretera abierta se lanza al contraataque y se abre hueco con facilidad entre el tráfico urbano.

Volkswagen Lupo 1.6 16 V GTI
Volkswagen Lupo 1.6 16 V GTI

Lupo contra Saxo. Con un precio muy atractivo, el Saxo se presenta como un coche muy divertido de conducir, aunque algo menos que el Lupo. Gana en centímetros al modelo de Volkswagen, pero su habitabilidad tampoco es muy destacable, ya que carece de regulación en altura del volante. Estéticamente, sus llantas de aleación y su diseño más agresivo y su motor resultón, muy brillante a alto régimen, hacen de este Citroën un rival ante el que el Lupo no puede bajar la guardia. Lupo contra Punto. El modelo de Fiat es difícil de sacar del cuadrilátero: tiene un bastidor excepcional, además hace valer los centímetros de diferencia en su habitáculo, donde hay más espacio para los viajeros. Eso sí, también tiene más peso, pero, gracias a su mayor cilindrada, consigue marcar los mismos tiempos que el Lupo. Lupo contra Corsa. Tiene una imagen más convencional que el Lupo, pero también es un coche muy ágil y rápido, aunque menos radical. Este Opel presenta un buen equipamiento y una habitabilidad excepcional, que le hacen muy atractivo para aquellos que busquen un coche diferente, pero no tan exclusivo como los ejemplos anteriores. Lupo contra 206. Los dos modelos tienen una relación peso-potencia excepcional, un poco más ventajosa para el 206 debido a las diferencias de cilindradas. El Peugeot no tendrá la estética rompedora del Lupo, pero en carretera resulta incluso más radical. Además, gracias a su mayor tamaño, también resulta más utilizable. Bien equipado (salvando también la carencia del control de estabilidad), el 206 es más económico, pero tiene unos consumos más disparados que los de su rival. Lupo contra Clio. Encontrar rivales para el Lupo no es tarea sencilla, ya que por tamaño, por motor y por equipamiento navega entre dos aguas: utilitario o deportivo. El Clio, por su parte, tiene una vocación deportiva más clara, como lo demuestran los más de 50 CV que le separan del Lupo. Más grande, más potente y más caro, el modelo de Renault no incluye el control de estabilidad, una gran laguna para un vehículo de estas características. Lupo contra Arosa: las dos caras de la misma moneda. Si sobreponemos los dos coches, veremos que se trata de dos pesos ligeros. Medidas similares (hasta los dos tienen el mismo exiguo maletero), pero, debido a sus mecánicas, las diferencias entre ambos son abismales, tanto, que el Volkswagen sobrepasa al Seat en casi 20 km/h en velocidad punta. Eso sí, el Arosa es un modelo más recomendable para aquellos que busquen un utilitario diferente, pero no tan exclusivo. Es un duelo un poco desigual entre dos modelos del mismo grupo, de la misma categoría y de las mismas dimensiones. Lupo contra Polo. Este duelo fratricida se ganará por los puntos, ya que ambos comparten el mismo motor, por lo que susregistros son similares; además, los dos están muy bien acabados y equipados. Si bien el Polo es algo más caro, puede entenderse este desembolso extra, ya que, gracias a su mayor tamaño, puede recibir un uso más familiar. Lupo contra Saxo. Con un precio muy atractivo, el Saxo se presenta como un coche muy divertido de conducir, aunque algo menos que el Lupo. Gana en centímetros al modelo de Volkswagen, pero su habitabilidad tampoco es muy destacable, ya que carece de regulación en altura del volante. Estéticamente, sus llantas de aleación y su diseño más agresivo y su motor resultón, muy brillante a alto régimen, hacen de este Citroën un rival ante el que el Lupo no puede bajar la guardia. Lupo contra Punto. El modelo de Fiat es difícil de sacar del cuadrilátero: tiene un bastidor excepcional, además hace valer los centímetros de diferencia en su habitáculo, donde hay más espacio para los viajeros. Eso sí, también tiene más peso, pero, gracias a su mayor cilindrada, consigue marcar los mismos tiempos que el Lupo. Lupo contra Corsa. Tiene una imagen más convencional que el Lupo, pero también es un coche muy ágil y rápido, aunque menos radical. Este Opel presenta un buen equipamiento y una habitabilidad excepcional, que le hacen muy atractivo para aquellos que busquen un coche diferente, pero no tan exclusivo como los ejemplos anteriores. Lupo contra 206. Los dos modelos tienen una relación peso-potencia excepcional, un poco más ventajosa para el 206 debido a las diferencias de cilindradas. El Peugeot no tendrá la estética rompedora del Lupo, pero en carretera resulta incluso más radical. Además, gracias a su mayor tamaño, también resulta más utilizable. Bien equipado (salvando también la carencia del control de estabilidad), el 206 es más económico, pero tiene unos consumos más disparados que los de su rival. Lupo contra Clio. Encontrar rivales para el Lupo no es tarea sencilla, ya que por tamaño, por motor y por equipamiento navega entre dos aguas: utilitario o deportivo. El Clio, por su parte, tiene una vocación deportiva más clara, como lo demuestran los más de 50 CV que le separan del Lupo. Más grande, más potente y más caro, el modelo de Renault no incluye el control de estabilidad, una gran laguna para un vehículo de estas características. Lupo contra Arosa: las dos caras de la misma moneda. Si sobreponemos los dos coches, veremos que se trata de dos pesos ligeros. Medidas similares (hasta los dos tienen el mismo exiguo maletero), pero, debido a sus mecánicas, las diferencias entre ambos son abismales, tanto, que el Volkswagen sobrepasa al Seat en casi 20 km/h en velocidad punta. Eso sí, el Arosa es un modelo más recomendable para aquellos que busquen un utilitario diferente, pero no tan exclusivo. Es un duelo un poco desigual entre dos modelos del mismo grupo, de la misma categoría y de las mismas dimensiones. Lupo contra Polo. Este duelo fratricida se ganará por los puntos, ya que ambos comparten el mismo motor, por lo que susregistros son similares; además, los dos están muy bien acabados y equipados. Si bien el Polo es algo más caro, puede entenderse este desembolso extra, ya que, gracias a su mayor tamaño, puede recibir un uso más familiar. Lupo contra Saxo. Con un precio muy atractivo, el Saxo se presenta como un coche muy divertido de conducir, aunque algo menos que el Lupo. Gana en centímetros al modelo de Volkswagen, pero su habitabilidad tampoco es muy destacable, ya que carece de regulación en altura del volante. Estéticamente, sus llantas de aleación y su diseño más agresivo y su motor resultón, muy brillante a alto régimen, hacen de este Citroën un rival ante el que el Lupo no puede bajar la guardia. Lupo contra Punto. El modelo de Fiat es difícil de sacar del cuadrilátero: tiene un bastidor excepcional, además hace valer los centímetros de diferencia en su habitáculo, donde hay más espacio para los viajeros. Eso sí, también tiene más peso, pero, gracias a su mayor cilindrada, consigue marcar los mismos tiempos que el Lupo. Lupo contra Corsa. Tiene una imagen más convencional que el Lupo, pero también es un coche muy ágil y rápido, aunque menos radical. Este Opel presenta un buen equipamiento y una habitabilidad excepcional, que le hacen muy atractivo para aquellos que busquen un coche diferente, pero no tan exclusivo como los ejemplos anteriores. Lupo contra 206. Los dos modelos tienen una relación peso-potencia excepcional, un poco más ventajosa para el 206 debido a las diferencias de cilindradas. El Peugeot no tendrá la estética rompedora del Lupo, pero en carretera resulta incluso más radical. Además, gracias a su mayor tamaño, también resulta más utilizable. Bien equipado (salvando también la carencia del control de estabilidad), el 206 es más económico, pero tiene unos consumos más disparados que los de su rival. Lupo contra Clio. Encontrar rivales para el Lupo no es tarea sencilla, ya que por tamaño, por motor y por equipamiento navega entre dos aguas: utilitario o deportivo. El Clio, por su parte, tiene una vocación deportiva más clara, como lo demuestran los más de 50 CV que le separan del Lupo. Más grande, más potente y más caro, el modelo de Renault no incluye el control de estabilidad, una gran laguna para un vehículo de estas características. Lupo contra Arosa: las dos caras de la misma moneda. Si sobreponemos los dos coches, veremos que se trata de dos pesos ligeros. Medidas similares (hasta los dos tienen el mismo exiguo maletero), pero, debido a sus mecánicas, las diferencias entre ambos son abismales, tanto, que el Volkswagen sobrepasa al Seat en casi 20 km/h en velocidad punta. Eso sí, el Arosa es un modelo más recomendable para aquellos que busquen un utilitario diferente, pero no tan exclusivo. Es un duelo un poco desigual entre dos modelos del mismo grupo, de la misma categoría y de las mismas dimensiones. Lupo contra Polo. Este duelo fratricida se ganará por los puntos, ya que ambos comparten el mismo motor, por lo que susregistros son similares; además, los dos están muy bien acabados y equipados. Si bien el Polo es algo más caro, puede entenderse este desembolso extra, ya que, gracias a su mayor tamaño, puede recibir un uso más familiar. Lupo contra Saxo. Con un precio muy atractivo, el Saxo se presenta como un coche muy divertido de conducir, aunque algo menos que el Lupo. Gana en centímetros al modelo de Volkswagen, pero su habitabilidad tampoco es muy destacable, ya que carece de regulación en altura del volante. Estéticamente, sus llantas de aleación y su diseño más agresivo y su motor resultón, muy brillante a alto régimen, hacen de este Citroën un rival ante el que el Lupo no puede bajar la guardia. Lupo contra Punto. El modelo de Fiat es difícil de sacar del cuadrilátero: tiene un bastidor excepcional, además hace valer los centímetros de diferencia en su habitáculo, donde hay más espacio para los viajeros. Eso sí, también tiene más peso, pero, gracias a su mayor cilindrada, consigue marcar los mismos tiempos que el Lupo. Lupo contra Corsa. Tiene una imagen más convencional que el Lupo, pero también es un coche muy ágil y rápido, aunque menos radical. Este Opel presenta un buen equipamiento y una habitabilidad excepcional, que le hacen muy atractivo para aquellos que busquen un coche diferente, pero no tan exclusivo como los ejemplos anteriores. Lupo contra 206. Los dos modelos tienen una relación peso-potencia excepcional, un poco más ventajosa para el 206 debido a las diferencias de cilindradas. El Peugeot no tendrá la estética rompedora del Lupo, pero en carretera resulta incluso más radical. Además, gracias a su mayor tamaño, también resulta más utilizable. Bien equipado (salvando también la carencia del control de estabilidad), el 206 es más económico, pero tiene unos consumos más disparados que los de su rival. Lupo contra Clio. Encontrar rivales para el Lupo no es tarea sencilla, ya que por tamaño, por motor y por equipamiento navega entre dos aguas: utilitario o deportivo. El Clio, por su parte, tiene una vocación deportiva más clara, como lo demuestran los más de 50 CV que le separan del Lupo. Más grande, más potente y más caro, el modelo de Renault no incluye el control de estabilidad, una gran laguna para un vehículo de estas características. Lupo contra Arosa: las dos caras de la misma moneda. Si sobreponemos los dos coches, veremos que se trata de dos pesos ligeros. Medidas similares (hasta los dos tienen el mismo exiguo maletero), pero, debido a sus mecánicas, las diferencias entre ambos son abismales, tanto, que el Volkswagen sobrepasa al Seat en casi 20 km/h en velocidad punta. Eso sí, el Arosa es un modelo más recomendable para aquellos que busquen un utilitario diferente, pero no tan exclusivo. Es un duelo un poco desigual entre dos modelos del mismo grupo, de la misma categoría y de las mismas dimensiones. Lupo contra Polo. Este duelo fratricida se ganará por los puntos, ya que ambos comparten el mismo motor, por lo que susregistros son similares; además, los dos están muy bien acabados y equipados. Si bien el Polo es algo más caro, puede entenderse este desembolso extra, ya que, gracias a su mayor tamaño, puede recibir un uso más familiar. Lupo contra Saxo. Con un precio muy atractivo, el Saxo se presenta como un coche muy divertido de conducir, aunque algo menos que el Lupo. Gana en centímetros al modelo de Volkswagen, pero su habitabilidad tampoco es muy destacable, ya que carece de regulación en altura del volante. Estéticamente, sus llantas de aleación y su diseño más agresivo y su motor resultón, muy brillante a alto régimen, hacen de este Citroën un rival ante el que el Lupo no puede bajar la guardia. Lupo contra Punto. El modelo de Fiat es difícil de sacar del cuadrilátero: tiene un bastidor excepcional, además hace valer los centímetros de diferencia en su habitáculo, donde hay más espacio para los viajeros. Eso sí, también tiene más peso, pero, gracias a su mayor cilindrada, consigue marcar los mismos tiempos que el Lupo. Lupo contra Corsa. Tiene una imagen más convencional que el Lupo, pero también es un coche muy ágil y rápido, aunque menos radical. Este Opel presenta un buen equipamiento y una habitabilidad excepcional, que le hacen muy atractivo para aquellos que busquen un coche diferente, pero no tan exclusivo como los ejemplos anteriores. Lupo contra 206. Los dos modelos tienen una relación peso-potencia excepcional, un poco más ventajosa para el 206 debido a las diferencias de cilindradas. El Peugeot no tendrá la estética rompedora del Lupo, pero en carretera resulta incluso más radical. Además, gracias a su mayor tamaño, también resulta más utilizable. Bien equipado (salvando también la carencia del control de estabilidad), el 206 es más económico, pero tiene unos consumos más disparados que los de su rival. Lupo contra Clio. Encontrar rivales para el Lupo no es tarea sencilla, ya que por tamaño, por motor y por equipamiento navega entre dos aguas: utilitario o deportivo. El Clio, por su parte, tiene una vocación deportiva más clara, como lo demuestran los más de 50 CV que le separan del Lupo. Más grande, más potente y más caro, el modelo de Renault no incluye el control de estabilidad, una gran laguna para un vehículo de estas características. Lupo contra Arosa: las dos caras de la misma moneda. Si sobreponemos los dos coches, veremos que se trata de dos pesos ligeros. Medidas similares (hasta los dos tienen el mismo exiguo maletero), pero, debido a sus mecánicas, las diferencias entre ambos son abismales, tanto, que el Volkswagen sobrepasa al Seat en casi 20 km/h en velocidad punta. Eso sí, el Arosa es un modelo más recomendable para aquellos que busquen un utilitario diferente, pero no tan exclusivo. Es un duelo un poco desigual entre dos modelos del mismo grupo, de la misma categoría y de las mismas dimensiones. Lupo contra Polo. Este duelo fratricida se ganará por los puntos, ya que ambos comparten el mismo motor, por lo que susregistros son similares; además, los dos están muy bien acabados y equipados. Si bien el Polo es algo más caro, puede entenderse este desembolso extra, ya que, gracias a su mayor tamaño, puede recibir un uso más familiar. Lupo contra Saxo. Con un precio muy atractivo, el Saxo se presenta como un coche muy divertido de conducir, aunque algo menos que el Lupo. Gana en centímetros al modelo de Volkswagen, pero su habitabilidad tampoco es muy destacable, ya que carece de regulación en altura del volante. Estéticamente, sus llantas de aleación y su diseño más agresivo y su motor resultón, muy brillante a alto régimen, hacen de este Citroën un rival ante el que el Lupo no puede bajar la guardia. Lupo contra Punto. El modelo de Fiat es difícil de sacar del cuadrilátero: tiene un bastidor excepcional, además hace valer los centímetros de diferencia en su habitáculo, donde hay más espacio para los viajeros. Eso sí, también tiene más peso, pero, gracias a su mayor cilindrada, consigue marcar los mismos tiempos que el Lupo. Lupo contra Corsa. Tiene una imagen más convencional que el Lupo, pero también es un coche muy ágil y rápido, aunque menos radical. Este Opel presenta un buen equipamiento y una habitabilidad excepcional, que le hacen muy atractivo para aquellos que busquen un coche diferente, pero no tan exclusivo como los ejemplos anteriores. Lupo contra 206. Los dos modelos tienen una relación peso-potencia excepcional, un poco más ventajosa para el 206 debido a las diferencias de cilindradas. El Peugeot no tendrá la estética rompedora del Lupo, pero en carretera resulta incluso más radical. Además, gracias a su mayor tamaño, también resulta más utilizable. Bien equipado (salvando también la carencia del control de estabilidad), el 206 es más económico, pero tiene unos consumos más disparados que los de su rival. Lupo contra Clio. Encontrar rivales para el Lupo no es tarea sencilla, ya que por tamaño, por motor y por equipamiento navega entre dos aguas: utilitario o deportivo. El Clio, por su parte, tiene una vocación deportiva más clara, como lo demuestran los más de 50 CV que le separan del Lupo. Más grande, más potente y más caro, el modelo de Renault no incluye el control de estabilidad, una gran laguna para un vehículo de estas características. Lupo contra Arosa: las dos caras de la misma moneda. Si sobreponemos los dos coches, veremos que se trata de dos pesos ligeros. Medidas similares (hasta los dos tienen el mismo exiguo maletero), pero, debido a sus mecánicas, las diferencias entre ambos son abismales, tanto, que el Volkswagen sobrepasa al Seat en casi 20 km/h en velocidad punta. Eso sí, el Arosa es un modelo más recomendable para aquellos que busquen un utilitario diferente, pero no tan exclusivo. Es un duelo un poco desigual entre dos modelos del mismo grupo, de la misma categoría y de las mismas dimensiones. Lupo contra Polo. Este duelo fratricida se ganará por los puntos, ya que ambos comparten el mismo motor, por lo que susregistros son similares; además, los dos están muy bien acabados y equipados. Si bien el Polo es algo más caro, puede entenderse este desembolso extra, ya que, gracias a su mayor tamaño, puede recibir un uso más familiar. Lupo contra Saxo. Con un precio muy atractivo, el Saxo se presenta como un coche muy divertido de conducir, aunque algo menos que el Lupo. Gana en centímetros al modelo de Volkswagen, pero su habitabilidad tampoco es muy destacable, ya que carece de regulación en altura del volante. Estéticamente, sus llantas de aleación y su diseño más agresivo y su motor resultón, muy brillante a alto régimen, hacen de este Citroën un rival ante el que el Lupo no puede bajar la guardia. Lupo contra Punto. El modelo de Fiat es difícil de sacar del cuadrilátero: tiene un bastidor excepcional, además hace valer los centímetros de diferencia en su habitáculo, donde hay más espacio para los viajeros. Eso sí, también tiene más peso, pero, gracias a su mayor cilindrada, consigue marcar los mismos tiempos que el Lupo. Lupo contra Corsa. Tiene una imagen más convencional que el Lupo, pero también es un coche muy ágil y rápido, aunque menos radical. Este Opel presenta un buen equipamiento y una habitabilidad excepcional, que le hacen muy atractivo para aquellos que busquen un coche diferente, pero no tan exclusivo como los ejemplos anteriores. Lupo contra 206. Los dos modelos tienen una relación peso-potencia excepcional, un poco más ventajosa para el 206 debido a las diferencias de cilindradas. El Peugeot no tendrá la estética rompedora del Lupo, pero en carretera resulta incluso más radical. Además, gracias a su mayor tamaño, también resulta más utilizable. Bien equipado (salvando también la carencia del control de estabilidad), el 206 es más económico, pero tiene unos consumos más disparados que los de su rival. Lupo contra Clio. Encontrar rivales para el Lupo no es tarea sencilla, ya que por tamaño, por motor y por equipamiento navega entre dos aguas: utilitario o deportivo. El Clio, por su parte, tiene una vocación deportiva más clara, como lo demuestran los más de 50 CV que le separan del Lupo. Más grande, más potente y más caro, el modelo de Renault no incluye el control de estabilidad, una gran laguna para un vehículo de estas características. Lupo contra Arosa: las dos caras de la misma moneda. Si sobreponemos los dos coches, veremos que se trata de dos pesos ligeros. Medidas similares (hasta los dos tienen el mismo exiguo maletero), pero, debido a sus mecánicas, las diferencias entre ambos son abismales, tanto, que el Volkswagen sobrepasa al Seat en casi 20 km/h en velocidad punta. Eso sí, el Arosa es un modelo más recomendable para aquellos que busquen un utilitario diferente, pero no tan exclusivo. Es un duelo un poco desigual entre dos modelos del mismo grupo, de la misma categoría y de las mismas dimensiones. Lupo contra Polo. Este duelo fratricida se ganará por los puntos, ya que ambos comparten el mismo motor, por lo que susregistros son similares; además, los dos están muy bien acabados y equipados. Si bien el Polo es algo más caro, puede entenderse este desembolso extra, ya que, gracias a su mayor tamaño, puede recibir un uso más familiar.