La electrónica que gestiona el motor del Volkswagen se ha encargado de llenar plenamente de par la zona de régimen más bajo, situación que favorece el comportamiento en la mayoría de las circunstancias. Ese aumento de potencia no se transmite en unas prestaciones más contundentes que las del Zafira. Parte de la culpa se encuentra en el peso del modelo que, en nuestra báscula, ha alcanzado los 1.666 kg. Aún así, la relación peso potencia del Touran es más favorable, con una relación de 10,97 kg/CV, frente a los 11,36 kg/CV del Opel Zafira.Lo sorprendente es que, con esa diferencia de potencia, caja de cambios de cinco marchas en el Zafira y de seis relaciones en el Touran, los dos modelos registran unas cifras de prestaciones casi calcadas. Tanto es así, que me atrevo a afirmar que en el tiempo que llevo trabajando en “esto de los coches", que no es poco, jamás había visto unas cifras de prestaciones tan cercanas entre dos modelos. De hecho, aunque parece que corre más el Volkswagen, en las cifras de aceleración en 0 a 100km/h, 0 a 400 metros y 0 a 1.000 metros, el Opel es un poco más rápido, pero sólo es cuestión de unas décimas en todas las mediciones. La contundencia de los motores TDI 1.9 con su fuerte “patada" a medio régimen no se observa en este modelo, cuya respuesta es muy suave y progresiva. De hecho, su funcionamiento se acerca más al de un HDI de 136 CV o a un JTD de 140, que al clásico TDI Volkswagen-Seat-Audi-Skoda en cualquiera de sus configuraciones de potencia. Algo parecido ocurre con los ejercicios de recuperación, aunque aquí es más difícil efectuar la comparación, pues las cajas de cambio son de cinco o seis velocidades. En cualquier caso, las cifras vuelven a estar siempre en el mismo segundo e incluso, en algún caso, coinciden en la centésima.Una vez más, en el apartado de frenos, los dos constructores parecen haberse puesto de acuerdo para lograr el mismo objetivo: frenar desde 140 km/h en 74 metros, una cifra realmente buena, comparada con el resto de modelos del segmento. Aunque en este apartado las cifras registran valores muy similares, el tacto de los frenos no es el mismo en los dos modelos. Mientras el Zafira tiene un pedal firme de tacto duro, el Tourán presenta mayor recorrido en su pedal y un tacto más esponjoso. Una vez entrados en faena, el Volkswagen acusa más el peso del conjunto y presentan una mayor tendencia a la fatiga. No llega a ser preocupante, pero sí se hunde bastante el pedal con el uso intensivo y se alargan las distancias de frenada.Por si fuera poco, las cifras de consumo vuelven a mostrar un empate técnico, con diferencias inferiores al cuarto de litro en el peor de los casos. Eso en conducción regular a diferentes velocidades, porque en conducción a ritmos más vivos, el ordenador del Touran llegaba a marcar promedios cercanos a los 12 litros a los 100 km/h.En cuanto al comportamiento dinámico, el trabajo llevado a cabo en las suspensiones del Touran tiene un claro reflejo en cuanto se abordan curvas con decisión o se circula sobre pavimentos degradados. Delante cuenta con un sistema McPherson, mientras que en el tren trasero se utiliza un sistema multibrazo. Su eficacia es rotunda, pasa por las curvas a una velocidad de vértigo y no castiga en absoluto a los ocupantes cuando se circula por zonas con el firme en malas condiciones. En combinación con la precisa dirección ofrece un comportamiento muy bueno y ágil. El Zafira no llega a los niveles del Touran en precisión y refinamiento, aunque también tiene un paso rápido por curva. Sin embargo, presenta una tendencia más marcada a irse de morro en los virajes más cerrados y las suspensiones no tratan con tanto mimo a los ocupantes.La electrónica que gestiona el motor del Volkswagen se ha encargado de llenar plenamente de par la zona de régimen más bajo, situación que favorece el comportamiento en la mayoría de las circunstancias. Ese aumento de potencia no se transmite en unas prestaciones más contundentes que las del Zafira. Parte de la culpa se encuentra en el peso del modelo que, en nuestra báscula, ha alcanzado los 1.666 kg. Aún así, la relación peso potencia del Touran es más favorable, con una relación de 10,97 kg/CV, frente a los 11,36 kg/CV del Opel Zafira.Lo sorprendente es que, con esa diferencia de potencia, caja de cambios de cinco marchas en el Zafira y de seis relaciones en el Touran, los dos modelos registran unas cifras de prestaciones casi calcadas. Tanto es así, que me atrevo a afirmar que en el tiempo que llevo trabajando en “esto de los coches", que no es poco, jamás había visto unas cifras de prestaciones tan cercanas entre dos modelos. De hecho, aunque parece que corre más el Volkswagen, en las cifras de aceleración en 0 a 100km/h, 0 a 400 metros y 0 a 1.000 metros, el Opel es un poco más rápido, pero sólo es cuestión de unas décimas en todas las mediciones. La contundencia de los motores TDI 1.9 con su fuerte “patada" a medio régimen no se observa en este modelo, cuya respuesta es muy suave y progresiva. De hecho, su funcionamiento se acerca más al de un HDI de 136 CV o a un JTD de 140, que al clásico TDI Volkswagen-Seat-Audi-Skoda en cualquiera de sus configuraciones de potencia. Algo parecido ocurre con los ejercicios de recuperación, aunque aquí es más difícil efectuar la comparación, pues las cajas de cambio son de cinco o seis velocidades. En cualquier caso, las cifras vuelven a estar siempre en el mismo segundo e incluso, en algún caso, coinciden en la centésima.Una vez más, en el apartado de frenos, los dos constructores parecen haberse puesto de acuerdo para lograr el mismo objetivo: frenar desde 140 km/h en 74 metros, una cifra realmente buena, comparada con el resto de modelos del segmento. Aunque en este apartado las cifras registran valores muy similares, el tacto de los frenos no es el mismo en los dos modelos. Mientras el Zafira tiene un pedal firme de tacto duro, el Tourán presenta mayor recorrido en su pedal y un tacto más esponjoso. Una vez entrados en faena, el Volkswagen acusa más el peso del conjunto y presentan una mayor tendencia a la fatiga. No llega a ser preocupante, pero sí se hunde bastante el pedal con el uso intensivo y se alargan las distancias de frenada.Por si fuera poco, las cifras de consumo vuelven a mostrar un empate técnico, con diferencias inferiores al cuarto de litro en el peor de los casos. Eso en conducción regular a diferentes velocidades, porque en conducción a ritmos más vivos, el ordenador del Touran llegaba a marcar promedios cercanos a los 12 litros a los 100 km/h.En cuanto al comportamiento dinámico, el trabajo llevado a cabo en las suspensiones del Touran tiene un claro reflejo en cuanto se abordan curvas con decisión o se circula sobre pavimentos degradados. Delante cuenta con un sistema McPherson, mientras que en el tren trasero se utiliza un sistema multibrazo. Su eficacia es rotunda, pasa por las curvas a una velocidad de vértigo y no castiga en absoluto a los ocupantes cuando se circula por zonas con el firme en malas condiciones. En combinación con la precisa dirección ofrece un comportamiento muy bueno y ágil. El Zafira no llega a los niveles del Touran en precisión y refinamiento, aunque también tiene un paso rápido por curva. Sin embargo, presenta una tendencia más marcada a irse de morro en los virajes más cerrados y las suspensiones no tratan con tanto mimo a los ocupantes.
Opel Zafira 2.2 DTI - Volkswagen Touran 2.0 TDI
Claramente inspirado en el veterano Zafira, el nuevo Volkswagen Touran juega con la ventaja del tiempo para limar las pequeñas asperezas conocidas en el Opel. Potencia, prestaciones y consumos son similares en ambos modelos, pero el recién llegado añade un plus en comodidad, comportamiento y modularidad, que hay que pagar con creces.
