Opel Vectra 2.2 DTI 16V CDX

No siempre hace falta recurrir a soluciones tecnológicas de última generación. Opel ha dado un gran paso al incluir en el Vectra una variante mecánica con motor Diesel de 2.2 litros y turbocompresor de geometría variable, que ya empleó en el extinto Sintra, para el que anuncia 125 CV de potencia.

Opel Vectra 2.2 DTI 16V CDX
Opel Vectra 2.2 DTI 16V CDX

Opel ha estado "nadando contra corriente" durante algún tiempo en cuanto a su política de motores. O al menos eso parecía. Mientras todos sus rivales dotaban a sus modelos de mecánicas turbodiésel cada vez más potentes, en Opel estrenaban motores que en algunos casos submotorizaban a algunas de sus variantes ya existentes. Pero esto se ha acabado, y buena prueba de ello es la incorporación de un motor que parecía el más razonable para poner al Vectra a la altura -o por encima- de los modelos que compiten con él en su segmento. Este motor es el mismo que se estrenaba en el monovolumen Sintra y pertenece a la misma familia que el motor 2.0 DTI 16V, al que se le alarga la carrera, con lo que la cilindrada se sube hasta los 2.2 litros. Obviamente, recibe una nueva gestión electrónica y para conseguir 125 CV sin desmerecer a bajo régimen cuenta con la presencia del turbocompresor de geometría variable. Por supuesto, también se han realizado diversos refuerzos y modificaciones encaminadas a que motor y cambio aguanten sin ningún problema el incremento de potencia y par. A la hora de pasar por nuestro banco de potencia, lo cierto es que este motor ha dado muestras de encontrarse totalmente en forma. Si su hermano pequeño de 100 CV nos obsequió con algo más de 119, éste no se podía quedar atrás y ha pasado de los 139 CV de potencia. Pero quizá lo más importante no sea este exceso de caballos, sino la forma de mantener cifras de par por encima de los 19 mkg desde poco más allá de las 1.500 rpm y mantenerse en unos valores más bien altos hasta llegar a las 4.500 rpm. Ciertamente, con estas cifras ya se puede dar por sentado que el funcionamiento de esta mecánica resulta sumamente efectivo. Y así es. El motor, aunque no responde en la zona baja con la contundencia de un motor TDI de VW -que, se quiera o no, es la referencia del segmento-, sí que cuenta con una buena entrega de potencia desde las 2.000 rpm y sube sin desfallecer hasta llegar a las 4.500 rpm, con lo que el margen de utilización es bastante amplio. La presencia del turbocompresor de geometría variable y la inclusión de un grupo y una cuarta y quinta velocidad más cortas hacen que en uso urbano el motor del Vectra permita circular en las últimas marchas a baja velocidad sin ningún problema. Mientras tengamos el motor por encima de esas 2.000 rpm, la respuesta al acelerador es inmediata. Puestos en carretera es donde más se aprecian las mejoras que conlleva la presencia de su nuevo motorLas aceleraciones son rápidas y los adelantamientos se realizan con gran facilidad. De hecho, comparando sus prestaciones con las del Vectra 100 CV, se nota una clara ventaja de esta nueva versión que, por ejemplo, en el caso de los adelantamientos en quinta velocidad, resultan casi 3 segundos más rápidos, algo que sucede en todas las mediciones realizadas. Estas mejoras de prestaciones, ciertamente lógicas con respecto a la versión menos potente, también le sitúan en franca competencia con el resto de sus rivales, ya que, gracias a sus nuevas cifras, el Vectra 2.2 DTI puede codearse con ellos sin complejos. Otro de los apartados que también ha mejorado es el relativo a la sonoridad. Ya sea por los árboles de equilibrado o una meticulosa puesta a punto ha bajado en todas las mediciones cerca de 3 dB con respecto al motor de 100 CV.