Sin duda alguna, lo más importante de este Meriva es su interior. Sus dimensiones y aspecto exteriores (4.042 mm de longitud, 1.694 de anchura y 1.624 de altura) no hacen suponer que dentro encontraremos habitabilidad y modularidad a raudales. Es tal la modularidad de los asientos de este coche que estamos hablando de la posibilidad de tener 1, 2, 3 ó 4 plazas adicionales conservando bastante maletero. La capacidad de éste cuando las cinco plazas van ocupadas es de 340 litros, pero se puede ampliar hasta los 790 litros abatiendo y moviendo asientos .Una de las características más importantes del Meriva es la posibilidad de abatir los asientos traseros y dejarlos a la altura del piso del maletero. Esto se hace gracias al concepto Flexispace de Opel, que permite la movilidad longitudinal y transversal de los mismos. Mientras que en la mayoría de los vehículos se opta por un plegado trasero de las banquetas con una configuración 40/60, en este Opel se ha elegido 40/20/40. Esto significa que podemos abatir un 40 por ciento del ancho de los tres asientos, sólo un 20, un 20 40, un 40 40, etc. Es decir, las combinaciones son múltiples y con ello se consigue una máxima habitabilidad.Las plazas traseras disponen de un ancho interior de 1.370 mm. En las plazas delanteras la anchura interior gana un centímetro. La posición de conducción es muy elevada, en la línea de sus hermanos Agila y Zafira y permite el control visual de todos los ángulos. El mullido de los asientos es bastante agradable, aunque no sujetan mucho. El volante nos ha parecido algo grande y se echa en falta la regulación del mismo en profundidad. Un aspecto que nos disgusta en todos los Opel es el accionamiento del intermitente, aunque en este Meriva parece que se ha subsanado –o que nosotros, poco a poco, nos hemos acostumbrado-. El problema consiste básicamente en que hay que andar muy afinado a la hora de accionar los intermitentes. Caben dos posibilidades: con toque leve en el mando, el intermitente se enciende tres veces y, con un toque más firme, la luz de intermitencia se mantiene hasta que nosotros pongamos fin a la operación con otro toque firme o giremos la dirección. No dispone, aun siendo el acabado más alto disponible, de regulación eléctrica de los retrovisores.Nos ha llamado la atención el diseño de las toberas del aire acondicionado, formadas por finas láminas que se pueden abrir y regular mediante unas ruedecitas colocadas en posición horizontal y vertical o bien mediante suaves toques con la mano. Entre el equipamiento de serie que incluye este Meriva –es el que tiene más alto acabado, el Cosmo- podemos encontrar airbag de conductor, pasajero y laterales delanteros, sistema antibloqueo de frenos, aire acondicionado y llantas de aleación. Nuestra unidad equipaba, además, como elementos opcionales el control de estabilidad –410 euros- y los faros de xenón –540 euros-. La gama Meriva está formada en nuestro país por cuatro motorizaciones: tres gasolina (1.6 de 87 CV, 1.6 de 100 CV y 1.8 de 125 CV) y otra Diesel 1.7 Dti de 75. Pronto se incorporará otra Diesel de 100 CV. Están disponibles tres acabados (Enjoy, Esentia y Cosmo) y cuenta con la posibilidad de montar una caja de cambios automática Easytronic. El precio de la versión más barata es de 12.770 euros y la más cara es la unidad que hemos probado nosotros, que, sin elementos opcionales, cuesta 16.410 euros. Sin duda alguna, lo más importante de este Meriva es su interior. Sus dimensiones y aspecto exteriores (4.042 mm de longitud, 1.694 de anchura y 1.624 de altura) no hacen suponer que dentro encontraremos habitabilidad y modularidad a raudales. Es tal la modularidad de los asientos de este coche que estamos hablando de la posibilidad de tener 1, 2, 3 ó 4 plazas adicionales conservando bastante maletero. La capacidad de éste cuando las cinco plazas van ocupadas es de 340 litros, pero se puede ampliar hasta los 790 litros abatiendo y moviendo asientos .Una de las características más importantes del Meriva es la posibilidad de abatir los asientos traseros y dejarlos a la altura del piso del maletero. Esto se hace gracias al concepto Flexispace de Opel, que permite la movilidad longitudinal y transversal de los mismos. Mientras que en la mayoría de los vehículos se opta por un plegado trasero de las banquetas con una configuración 40/60, en este Opel se ha elegido 40/20/40. Esto significa que podemos abatir un 40 por ciento del ancho de los tres asientos, sólo un 20, un 20 40, un 40 40, etc. Es decir, las combinaciones son múltiples y con ello se consigue una máxima habitabilidad.Las plazas traseras disponen de un ancho interior de 1.370 mm. En las plazas delanteras la anchura interior gana un centímetro. La posición de conducción es muy elevada, en la línea de sus hermanos Agila y Zafira y permite el control visual de todos los ángulos. El mullido de los asientos es bastante agradable, aunque no sujetan mucho. El volante nos ha parecido algo grande y se echa en falta la regulación del mismo en profundidad. Un aspecto que nos disgusta en todos los Opel es el accionamiento del intermitente, aunque en este Meriva parece que se ha subsanado –o que nosotros, poco a poco, nos hemos acostumbrado-. El problema consiste básicamente en que hay que andar muy afinado a la hora de accionar los intermitentes. Caben dos posibilidades: con toque leve en el mando, el intermitente se enciende tres veces y, con un toque más firme, la luz de intermitencia se mantiene hasta que nosotros pongamos fin a la operación con otro toque firme o giremos la dirección. No dispone, aun siendo el acabado más alto disponible, de regulación eléctrica de los retrovisores.Nos ha llamado la atención el diseño de las toberas del aire acondicionado, formadas por finas láminas que se pueden abrir y regular mediante unas ruedecitas colocadas en posición horizontal y vertical o bien mediante suaves toques con la mano. Entre el equipamiento de serie que incluye este Meriva –es el que tiene más alto acabado, el Cosmo- podemos encontrar airbag de conductor, pasajero y laterales delanteros, sistema antibloqueo de frenos, aire acondicionado y llantas de aleación. Nuestra unidad equipaba, además, como elementos opcionales el control de estabilidad –410 euros- y los faros de xenón –540 euros-. La gama Meriva está formada en nuestro país por cuatro motorizaciones: tres gasolina (1.6 de 87 CV, 1.6 de 100 CV y 1.8 de 125 CV) y otra Diesel 1.7 Dti de 75. Pronto se incorporará otra Diesel de 100 CV. Están disponibles tres acabados (Enjoy, Esentia y Cosmo) y cuenta con la posibilidad de montar una caja de cambios automática Easytronic. El precio de la versión más barata es de 12.770 euros y la más cara es la unidad que hemos probado nosotros, que, sin elementos opcionales, cuesta 16.410 euros.
Opel Meriva 1.8 Cosmo
La apuesta de Opel por las carrocerías monovolumen se demuestra una vez más con la llegada del Meriva. Este es un vehículo a camino entre el Agila y el Zafira, que ofrece unas prestaciones dignas, un comportamiento a la altura de su fin y un interior difícilmente superable en cuanto a aprovechamiento y modularidad se refiere. Así es el nuevo Meriva.
