Nissan Juke-R vs Kawasaki ZX-10R: Ninja vs Godzilla

Meter en circuito un deportivo y hacer vuelta rápida al límite con él tie­ne su riesgo, pero siempre compensa tanto para el lector como para quien lo conduce; nosotros obtenemos una buena información y el que lo pilota, no lo puedo negar, disfruta de lo lin­do. Pues bien, hacer eso mismo pero con un prototi­po único, cuyo valor ronda el medio millón de euros y ante los temerosos ojos de los responsables de la mar­ca vigilándote con pavor desde el muro, os aseguro que es una experiencia alucinante, a la vez que indes­criptible. Lo siento, no encuentro las palabras adecua­das dentro del diccionario de la RAE. Sólo deciros que después de esto creo que me puedo jubilar, aunque de momento me quedo un rato, que todavía me falta pro­bar el Porsche 918 Spyder.

Mezcla con GT-R

El Nissan Juke-R no es un coche normal y, por tanto, con él no podíamos hacer algo normal, como han he­cho el resto de publicaciones del motor a nivel mun­dial. Pedimos permiso a Nissan Europa y nos lo lle­vamos en exclusiva al Circuito de Albacete.

Hicimos dos comparativas con él: la primera, que es la que tie­nes ante ti, junto a nuestra querida revista hermana Motociclismo, que aportó una Kawasaki ZX-10R. La segunda, que verás dentro de muy poco, lo enfren­tamos a otro superdeportivo en un duelo de cuatro ruedas en el que queda claro qué coche de calle es el actual rey de los circuitos.

En ambas nos acompañó como piloto invitado Marcos Martinez, piloto de GP2, Superleague, World Series, F3... que vino acompañado de gran parte del equipo de Mas Que Coches de Tele5, programa donde también podrás ver estas y algunas de nuestras mejores pruebas.

Básicamente, el Juke-R es un GT-R con otra carroce­ría. Nissan Europa hizo esta explosiva mezcla y creó dos prototipos, uno con volante a la derecha y otro, el nuestro, a la izquierda. Tomaron un Juke y un GT-R de 2010, los desmontaron y trasladaron todo el con­junto mecánico, transmisión, frenos y suspensiones de uno a otro. Como no coincidía la batalla, cortaron el árbol de la transmisión central justo por la mitad, sustituyendo el de carbono original por uno de acero. El resto de piezas son las mismas.

Esto obliga a cier­tas "adaptaciones", como que la postura de conducción del Juke original se haya tenido que desplazar ligeramente, o que el sistema de aire acondicionado vaya ubicado tras el asiento del conductor. Esto último se aprecia tanto en el leve zumbido tras de ti –en circuito ni te enteras–, como en el calor que hace en el habitáculo, ya que los conductos van pegados a la transmisión, que calienta el aire refrigerado. En las versiones de calle –este era un prototipo–, en medio va un aislante para evitarlo, algo muy importante ya que las dos primeras unidades que se han entregado están circulando por las calles de Dubai.

Muy rápida

La Kawasaki ZX-10R pasa por ser la base de una de las mejores Superbikes del momento. Este año ha sido la moto que más superpoles ha conseguido y ha quedado segunda en el Campeonato del Mundo por medio punto; casi nada. Aun sabiendo esto, y a pesar de los slicks que calzaba, reconozco que habría apostado porque el coche hiciese el mejor tiempo o, al menos, que hubiese sido más rápido que la moto en el paso por curva. Sin embargo, la diferencia ha sido demoledora, hasta el punto de que en la gráfica de telemetría parece que estemos comparando un deportivo contra un utilitario... que pasa muy rápido por las curvas.

En curva no hay grandes diferencias, el coche incluso puede apurar más las frenadas –en parte porque llega más lento– pero en cuanto Óscar Pena pone la moto recta y acelera a fondo, el coche parece que tiene prestaciones de un utilitario... en el fondo lo es, pero con datos tan abrumadores como los 212 km/h que alcanza al final de la corta recta del Circuito de Albacete o los 120 km/h de velocidad mínima en la curva Jordi Gené, la más rápida del Circuito. Con unos slicks el coche habría sido más rápido, pero en ningún caso habría podido alcanzar el tiempo realizado por la ZX-10R.

Conducir el Juke –o mejor dicho, pilotarlo– es una gozada. Al margen del tiempo con respecto a la moto, estamos ante un deportivo muy efectivo. Su corta batalla hace que sea más nervioso que su 'hermano mayor', el GT-R, pero eso no quita que haga un tiempo extraordinario. Esta unidad estaba basada en un GT-R de 2010, si bien contaba con el equipo de frenos de un modelo de 2011. Para las unidades que se fabriquen en el futuro, se va a partir de la última evolución, con el motor de 550 caballos.

Su precio, cercano al medio millón de euros, es desorbitado; sólo se van a fabricar unas 40 unidades, por lo que a más de un coleccionista no le importará con tal de disfrutar de la exclusividad. Está claro que la velocidad y la tecnología no son baratas en el automóvil y más si comparamos con el mundo de la moto. Una ZX-10R, sin duda una de las motos de calle más rápidas en circuito, cuesta 17.000 euros; es decir, que la moto hoy nos ha ganado en todo... o no. Yo prefiero el coche ¿y tú?