Fue en 2012 cuando, técnicamente, dio el gran salto sobre la generación anterior. Ahora toca afinar sobre un producto con buena base. Adiós al frontal barroco y anodino que para nada se correspondía con esa imagen fresca y deportiva que representa la marca. Es uno de los grandes cambios, o mejor dicho, que el más a simple vista percibe el cliente. Pero bajo su piel, mucho más. Te tendrás que sentar y conducirlo, pero te prometo que se nota no ya desde el primer metro, sino desde que cierras sus puertas. Por algo, Mitsubishi define esta evolución llevada a cabo como silencio dinámico.
Y es que, parte del trabajo ha ido encaminado a mejora precisamente esa cualidad: reducción de ruidos, vibraciones y asperezas. Superior aislamiento, más calidad de vida. Objetivo alcanzado. Es algo más difícil percibir piezas de nueva estampación, pero ahí están. Su longitud es 40 mm mayor y aunque se modifican cotas de altura o anchura, el nuevo diseño intenta aparentar que el Outlander sea más bajo y ancho.
Su estructura es ahora más rígida y permite no echarse a cuesta más kilos aún mejorando componente y equipamiento. Precisamente, 30 de las 100 mejoras se centran en chasis, motor, carrocería y ruedas. Nuevos refuerzos en la suspensión delantera, amortiguador de vibraciones sobre el subchasis delantero, puntos de unión más sólidos, muelles de mayor rigidez o ajustes de dirección son algunos ejemplo. Atrás, el trabajo es similar. Y allí donde la carrocería es sometida a mayor esfuerzo, los aceros normales dejan paso a los de muy alta resistencia. La guinda, gran y abundante trabajo de insonorización mediante materiales con el grosor, densidad y tecnología apropiada.
Interior
El interior también cuenta con nuevos asientos, materiales de mejor aspecto y calidad o una nueva piel para el híbrido enchufable PHEV, y sobre el equipamiento de seguridad ya disponible, se añade un sistema de mitigación de aceleración que puede evitar un pequeño golpe de aparcamiento —reduce la aceleración si los sensores detectan un obstáculo a menos de 4 metros— o cámaras periféricas de 360 grados. Además, todos los Outlander —antes, sólo el PHEV—, contarán la mejor versión de la tracción total de Mitsubishi, denominada S-AWC. Con control de guiñada y diferencial activo delantero, puede distribuir la distribución de par entre el lado exterior e interior para inducir un efecto de giro y mejorar la agilidad del vehículo. La nueva gama contará, además, con una nueva versión de 5 plazas y tracción delantera disponible con el motor 220 DI-D.
En el lado mecánico, nada aparentemente asombroso, pero tampoco es que hiciera gran falta. La mejor de las noticias es que ese prometido mayor silencio se nota claramente en el 220 DI-D y enfatiza aún más el carácter eléctrico del PHEV. Los 150 CV de la versión Diesel siguen siendo más que suficientes para que el Outlander sea un coche con buena agilidad y capacidad de respuesta, pero ahora emite menos NOx gracias a la incorporación de un nuevo filtro especifico. Para la versión híbrida enchufable PHEV de 203 CV, la reducción interna del motor de gasolina y la mayor eficiencia de los eléctricos ha permitido bajar de los anteriores 44 g/km de CO2 a 42. También su capacidad de aceleración desde parado es mejor que antes.
Precios
De momento no hay precios. Se comunicarán a partir de octubre, mes en el que se pondrá a la venta las versiones con el motor Diesel. El PHEV llegará en diciembre.