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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.
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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.
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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.
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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.
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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.
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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.
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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.
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A grandes rasgos, encontramos un habitáculo de cinco plazas (doble), de cuatro (las dos traseras muy reducidas, en el club) y de dos (simple). Combinando estas carrocerías y cuatro posibles acabados (Inform, Invite, Intensive e Instyle), obtenemos seis versiones para el mercado español, porque no todas las configuraciones se asocian a todos los acabados. Las diferencias entre unas y otras son las relativas a equipamiento, ya que la mecánica es compartida en todos los casos y ya la conocemos. El nuevo L200 lleva el mismo bloque motor que la generación anterior: el conocido 2.5 turbodiésel, que anuncia 136 CV de potencia, pero que ha sido adaptado con common rail para cumplir la normativa medioambiental Euro IV y aumentar su potencia hasta los 136 CV. Una de las bazas más importantes del propulsor es el par motor de que dispone, con un dato máximo de 31,4 mkg. Gracias al par, cuyo empuje ya se nota desde la parte más baja del cuentavueltas, el Mitsubishi L200 afronta obstáculos en recorridos off-road de manera más que aceptable (más adelante te hablamos de su comportamiento, tanto en carretera como en campo). Para transmitir la potencia al eje trasero –se trata de un propulsión trasera cuando funciona en la modalidad 4x2-, Mitsubishi ha optado por dos cajas de cambio: una transmisión manual de cinco velocidades y una automática de cuatro relaciones –esta última sólo se puede asociar a los acabados Intense e Instyle, los más altos-.Aunque el motor no se haya cambiado, además del nuevo diseño, los responsables de la marca nipona han incorporado a este Mitsubishi L200 más seguridad activa y pasiva (ha obtenido cuatro estrellas EuroNCAP) y mejoras significativas en lo que a confort se refiere: respaldos reclinables en la segunda fila de asientos y una ventanilla eléctrica para acceder desde el habitáculo a la caja de carga, por ejemplo.Mitsubishi ha definido, volviendo al principio, dos conceptos de producto:
ACT: o Active Commercial Truck, en el sentido de que proporciona toda la funcionalidad que se le puede pedir a un vehículo de trabajo, especialmente indicado en el caso de la variante con cabina simple.
ART: o Active Recreational Truck, además de mantener las funcionalidades propias de un vehículo pick-up, también explora una nueva dirección para uso personal y el tiempo libre. Se aplica a las variantes Cabina Club y Doble Cabina.