Mercedes C220 CDi

No es el más rápido, tampoco el que menos consume. Por supuesto, los hay más baratos y muy bien equipados. Sin embargo, este Mercedes va más allá: suavidad, confort, eficacia... En definitiva, conducción de guante blanco.

Mercedes asegura que han querido hacer un Clase C más deportivo. Quitarse un poco de encima esa aureola que los persigue de coche digno para comprar cuando se han cumplido los cincuenta. Sin embargo, no renuncian a sus principios: al lujo sin estridencias y a la comodidad por bandera. Y es que este coche es un canto a la buena terminación, a los pequeños detalles que hacen la vida mucho más cómoda. De hecho, el interior es donde más se notan los cambios realizados por la marca. Por ejemplo, todo el salpicadero es de nuevo cuño. Parece desarrollado con una clara premisa: “todo lo que quiera el señor"; en este caso, el conductor. Mandos al volante, cargador de teléfono, navegador con lector de DVD… No sólo tenemos todo a mano, sino que el coche también “obedece" a nuestra voz. Apretamos un botón, le ordenamos lo que queremos y el coche ejecuta. Es el Linguatronic, un elemento que se vende como opción, curioso y práctico, pero de un precio algo elevado: 542,72 euros. Y llegamos al apartado donde sale peor parado: sus precios. Su lista de equipamiento es amplia: no podía ser menos en un coche que vale 34.700 euros (casi 6 millones de las antiguas pesetas). Ten en cuenta que, si quieres la versión automática, deberás desembolsar 2.339,84 euros más. Amplio conjunto de airbags (hasta 10), luces de cortesía, botiquín, climatizador dual, control de estabilidad, faros con encendido automático, ordenador de viaje, radio CD, volante multifunción... Hasta el control de crucero es de serie. La postura al volante resulta realmente cómoda. Los asientos son de nuevo cuño y recogen bien el cuerpo del conductor. También fíjate en el volante de tres radios que estrena la Clase C. Poco queda por incorporarle a este modelo, pero aquel que quiera algún que otro capricho más debe saber que Mercedes no es tan generosa con los extras. Por ejemplo, pagar más de 300 euros para que el respaldo posterior sea abatible nos parece un tanto excesivo. Sin embargo, comprarse un Mercedes es toda una garantía. Este modelo –la berlina media de la marca y encima Diesel- se deprecia mucho menos que otros coches y podemos conseguir un buen precio si lo intentamos vender años más tarde. Mercedes asegura que han querido hacer un Clase C más deportivo. Quitarse un poco de encima esa aureola que los persigue de coche digno para comprar cuando se han cumplido los cincuenta. Sin embargo, no renuncian a sus principios: al lujo sin estridencias y a la comodidad por bandera. Y es que este coche es un canto a la buena terminación, a los pequeños detalles que hacen la vida mucho más cómoda. De hecho, el interior es donde más se notan los cambios realizados por la marca. Por ejemplo, todo el salpicadero es de nuevo cuño. Parece desarrollado con una clara premisa: “todo lo que quiera el señor"; en este caso, el conductor. Mandos al volante, cargador de teléfono, navegador con lector de DVD… No sólo tenemos todo a mano, sino que el coche también “obedece" a nuestra voz. Apretamos un botón, le ordenamos lo que queremos y el coche ejecuta. Es el Linguatronic, un elemento que se vende como opción, curioso y práctico, pero de un precio algo elevado: 542,72 euros. Y llegamos al apartado donde sale peor parado: sus precios. Su lista de equipamiento es amplia: no podía ser menos en un coche que vale 34.700 euros (casi 6 millones de las antiguas pesetas). Ten en cuenta que, si quieres la versión automática, deberás desembolsar 2.339,84 euros más. Amplio conjunto de airbags (hasta 10), luces de cortesía, botiquín, climatizador dual, control de estabilidad, faros con encendido automático, ordenador de viaje, radio CD, volante multifunción... Hasta el control de crucero es de serie. La postura al volante resulta realmente cómoda. Los asientos son de nuevo cuño y recogen bien el cuerpo del conductor. También fíjate en el volante de tres radios que estrena la Clase C. Poco queda por incorporarle a este modelo, pero aquel que quiera algún que otro capricho más debe saber que Mercedes no es tan generosa con los extras. Por ejemplo, pagar más de 300 euros para que el respaldo posterior sea abatible nos parece un tanto excesivo. Sin embargo, comprarse un Mercedes es toda una garantía. Este modelo –la berlina media de la marca y encima Diesel- se deprecia mucho menos que otros coches y podemos conseguir un buen precio si lo intentamos vender años más tarde.