Dicen los expertos que, cuando un producto funciona, lo mejor es no tocarlo demasiado. Eso es lo que ha pasado con el Mazda 6, la berlina media de la marca japonesa. El Mazda 6 cumple su cuarta temporada en nuestro mercado y es un producto que no ha perdido fuelle ni popularidad. ¡Ah!, pero la presión de los rivales es muy fuerte y es necesario actualizar el modelo y refrescar la imagen del mismo. Los cambios efectuados en la berlina nipona no han sido para nada radicales, sobre todo en lo que se refiere en su estética, pero sí se dejan notar. Así, se ha mejorado la eficiencia y la potencia de la mayoría de sus motorizaciones. Además, la calidad percibida en el interior, a través de nuevos materiales y mayor insonorización, es aún mejor.Las mecánicas no varían en número ni denominación respecto a la primera generación del Mazda 6, pero todos los propulsores han recibido, en mayor o menor medida, una serie de mejoras que les permiten declarar oficialmente un consumo menor. Así, dependiendo del propulsor, el ahorro va desde los 0,2 a los 0,5 litros. Los motores que han de copar el porcentaje más alto de las ventas, el 2.0 gasolina y los Diesel, reciben cambios más profundos. Así, el 2 litros de gasolina incorpora admisión y distribución variable en escape y, gracias a ello, la potencia se eleva en 6 CV y alcanza los 147 CV. Este aumento de caballos no se refleja en una mejora notable en las prestaciones, pues el conjunto tiene un peso mayor, aunque sí en los consumos, que descienden, de media, 0,5 litros.Las dos variantes Diesel, de 2 litros aunque con diferente potencia, incorporan de serie filtro de partículas sin mantenimiento y han sufrido ligeras modificaciones con el fin de incrementar su poder. La mejora más sensible se ha realizado en el propulsor de gasóleo de más caballos, que pasa de 136 a 143 CV y cuyo par se eleva desde los 31,6 a los 36,7 mkg. El Diesel “pequeño" únicamente ofrece un caballo más y el par es algo superior (32,6 mkg). Las prestaciones (velocidad máxima, aceleraciones) se ven mejoradas y el consumo es ahora bastante más frugal, del orden de 0,5 litros menos cada 100 km en ciclo combinado. El resto de motores de la gama, el 1.8 de 120 CV y el 2.3 de 166, ambos de gasolina, son más eficientes en el apartado del consumo, pero no cuentan con cambios significativos. Todas las motorizaciones, excepto el 1.8, llevan de serie una nueva caja de cambios de seis relaciones y, opcionalmente, el 2.0 de 147 CV cuenta con una automática de cinco. A la vista, el "restyling" estético del Mazda 6 ha sido mínimo y se ha centrado en una parrilla algo diferente, con el logo de Mazda más grande, y unos grupos ópticos tintados en color más oscuro y con nuevos embellecedores. En el interior, las mejoras son más notables, con unos materiales y unos ajustes de mayor calidad. La consola central es ahora de color titanio oscuro, en lugar del tono plateado metalizado del modelo anterior. La forma de los asientos y los guarnecidos de las puertas también cambian. Las buenas sensaciones que despierta el interior vienen acompañadas de una menor sonoridad dentro del habitáculo, gracias al trabajo de insonorización que han realizado los ingenieros de la marca. Además, se incorporan nuevos automatismos, como el encendido automático de las luces, el sensor de lluvia y el acceso y arranque sin llave. También hay llantas de hasta 18 pulgadas con nuevos diseños y frenos de mayor diámetro como opción. El resto del coche no cambia. Mantiene, de esa manera, sus cotas de habitabilidad y el espacio para el maletero. En las plazas traseras pueden viajar con bastante comodidad hasta tres personas de talla alta, mientras que el maletero, con cerca de 500 litros de capacidad para las diferentes carrocerías (4 y 5 puertas y wagon), es suficientemente grande como para albergar bastante equipaje. Dicen los expertos que, cuando un producto funciona, lo mejor es no tocarlo demasiado. Eso es lo que ha pasado con el Mazda 6, la berlina media de la marca japonesa. El Mazda 6 cumple su cuarta temporada en nuestro mercado y es un producto que no ha perdido fuelle ni popularidad. ¡Ah!, pero la presión de los rivales es muy fuerte y es necesario actualizar el modelo y refrescar la imagen del mismo. Los cambios efectuados en la berlina nipona no han sido para nada radicales, sobre todo en lo que se refiere en su estética, pero sí se dejan notar. Así, se ha mejorado la eficiencia y la potencia de la mayoría de sus motorizaciones. Además, la calidad percibida en el interior, a través de nuevos materiales y mayor insonorización, es aún mejor.Las mecánicas no varían en número ni denominación respecto a la primera generación del Mazda 6, pero todos los propulsores han recibido, en mayor o menor medida, una serie de mejoras que les permiten declarar oficialmente un consumo menor. Así, dependiendo del propulsor, el ahorro va desde los 0,2 a los 0,5 litros. Los motores que han de copar el porcentaje más alto de las ventas, el 2.0 gasolina y los Diesel, reciben cambios más profundos. Así, el 2 litros de gasolina incorpora admisión y distribución variable en escape y, gracias a ello, la potencia se eleva en 6 CV y alcanza los 147 CV. Este aumento de caballos no se refleja en una mejora notable en las prestaciones, pues el conjunto tiene un peso mayor, aunque sí en los consumos, que descienden, de media, 0,5 litros.Las dos variantes Diesel, de 2 litros aunque con diferente potencia, incorporan de serie filtro de partículas sin mantenimiento y han sufrido ligeras modificaciones con el fin de incrementar su poder. La mejora más sensible se ha realizado en el propulsor de gasóleo de más caballos, que pasa de 136 a 143 CV y cuyo par se eleva desde los 31,6 a los 36,7 mkg. El Diesel “pequeño" únicamente ofrece un caballo más y el par es algo superior (32,6 mkg). Las prestaciones (velocidad máxima, aceleraciones) se ven mejoradas y el consumo es ahora bastante más frugal, del orden de 0,5 litros menos cada 100 km en ciclo combinado. El resto de motores de la gama, el 1.8 de 120 CV y el 2.3 de 166, ambos de gasolina, son más eficientes en el apartado del consumo, pero no cuentan con cambios significativos. Todas las motorizaciones, excepto el 1.8, llevan de serie una nueva caja de cambios de seis relaciones y, opcionalmente, el 2.0 de 147 CV cuenta con una automática de cinco. A la vista, el "restyling" estético del Mazda 6 ha sido mínimo y se ha centrado en una parrilla algo diferente, con el logo de Mazda más grande, y unos grupos ópticos tintados en color más oscuro y con nuevos embellecedores. En el interior, las mejoras son más notables, con unos materiales y unos ajustes de mayor calidad. La consola central es ahora de color titanio oscuro, en lugar del tono plateado metalizado del modelo anterior. La forma de los asientos y los guarnecidos de las puertas también cambian. Las buenas sensaciones que despierta el interior vienen acompañadas de una menor sonoridad dentro del habitáculo, gracias al trabajo de insonorización que han realizado los ingenieros de la marca. Además, se incorporan nuevos automatismos, como el encendido automático de las luces, el sensor de lluvia y el acceso y arranque sin llave. También hay llantas de hasta 18 pulgadas con nuevos diseños y frenos de mayor diámetro como opción. El resto del coche no cambia. Mantiene, de esa manera, sus cotas de habitabilidad y el espacio para el maletero. En las plazas traseras pueden viajar con bastante comodidad hasta tres personas de talla alta, mientras que el maletero, con cerca de 500 litros de capacidad para las diferentes carrocerías (4 y 5 puertas y wagon), es suficientemente grande como para albergar bastante equipaje. Dicen los expertos que, cuando un producto funciona, lo mejor es no tocarlo demasiado. Eso es lo que ha pasado con el Mazda 6, la berlina media de la marca japonesa. El Mazda 6 cumple su cuarta temporada en nuestro mercado y es un producto que no ha perdido fuelle ni popularidad. ¡Ah!, pero la presión de los rivales es muy fuerte y es necesario actualizar el modelo y refrescar la imagen del mismo. Los cambios efectuados en la berlina nipona no han sido para nada radicales, sobre todo en lo que se refiere en su estética, pero sí se dejan notar. Así, se ha mejorado la eficiencia y la potencia de la mayoría de sus motorizaciones. Además, la calidad percibida en el interior, a través de nuevos materiales y mayor insonorización, es aún mejor.Las mecánicas no varían en número ni denominación respecto a la primera generación del Mazda 6, pero todos los propulsores han recibido, en mayor o menor medida, una serie de mejoras que les permiten declarar oficialmente un consumo menor. Así, dependiendo del propulsor, el ahorro va desde los 0,2 a los 0,5 litros. Los motores que han de copar el porcentaje más alto de las ventas, el 2.0 gasolina y los Diesel, reciben cambios más profundos. Así, el 2 litros de gasolina incorpora admisión y distribución variable en escape y, gracias a ello, la potencia se eleva en 6 CV y alcanza los 147 CV. Este aumento de caballos no se refleja en una mejora notable en las prestaciones, pues el conjunto tiene un peso mayor, aunque sí en los consumos, que descienden, de media, 0,5 litros.Las dos variantes Diesel, de 2 litros aunque con diferente potencia, incorporan de serie filtro de partículas sin mantenimiento y han sufrido ligeras modificaciones con el fin de incrementar su poder. La mejora más sensible se ha realizado en el propulsor de gasóleo de más caballos, que pasa de 136 a 143 CV y cuyo par se eleva desde los 31,6 a los 36,7 mkg. El Diesel “pequeño" únicamente ofrece un caballo más y el par es algo superior (32,6 mkg). Las prestaciones (velocidad máxima, aceleraciones) se ven mejoradas y el consumo es ahora bastante más frugal, del orden de 0,5 litros menos cada 100 km en ciclo combinado. El resto de motores de la gama, el 1.8 de 120 CV y el 2.3 de 166, ambos de gasolina, son más eficientes en el apartado del consumo, pero no cuentan con cambios significativos. Todas las motorizaciones, excepto el 1.8, llevan de serie una nueva caja de cambios de seis relaciones y, opcionalmente, el 2.0 de 147 CV cuenta con una automática de cinco. A la vista, el "restyling" estético del Mazda 6 ha sido mínimo y se ha centrado en una parrilla algo diferente, con el logo de Mazda más grande, y unos grupos ópticos tintados en color más oscuro y con nuevos embellecedores. En el interior, las mejoras son más notables, con unos materiales y unos ajustes de mayor calidad. La consola central es ahora de color titanio oscuro, en lugar del tono plateado metalizado del modelo anterior. La forma de los asientos y los guarnecidos de las puertas también cambian. Las buenas sensaciones que despierta el interior vienen acompañadas de una menor sonoridad dentro del habitáculo, gracias al trabajo de insonorización que han realizado los ingenieros de la marca. Además, se incorporan nuevos automatismos, como el encendido automático de las luces, el sensor de lluvia y el acceso y arranque sin llave. También hay llantas de hasta 18 pulgadas con nuevos diseños y frenos de mayor diámetro como opción. El resto del coche no cambia. Mantiene, de esa manera, sus cotas de habitabilidad y el espacio para el maletero. En las plazas traseras pueden viajar con bastante comodidad hasta tres personas de talla alta, mientras que el maletero, con cerca de 500 litros de capacidad para las diferentes carrocerías (4 y 5 puertas y wagon), es suficientemente grande como para albergar bastante equipaje. Dicen los expertos que, cuando un producto funciona, lo mejor es no tocarlo demasiado. Eso es lo que ha pasado con el Mazda 6, la berlina media de la marca japonesa. El Mazda 6 cumple su cuarta temporada en nuestro mercado y es un producto que no ha perdido fuelle ni popularidad. ¡Ah!, pero la presión de los rivales es muy fuerte y es necesario actualizar el modelo y refrescar la imagen del mismo. Los cambios efectuados en la berlina nipona no han sido para nada radicales, sobre todo en lo que se refiere en su estética, pero sí se dejan notar. Así, se ha mejorado la eficiencia y la potencia de la mayoría de sus motorizaciones. Además, la calidad percibida en el interior, a través de nuevos materiales y mayor insonorización, es aún mejor.Las mecánicas no varían en número ni denominación respecto a la primera generación del Mazda 6, pero todos los propulsores han recibido, en mayor o menor medida, una serie de mejoras que les permiten declarar oficialmente un consumo menor. Así, dependiendo del propulsor, el ahorro va desde los 0,2 a los 0,5 litros. Los motores que han de copar el porcentaje más alto de las ventas, el 2.0 gasolina y los Diesel, reciben cambios más profundos. Así, el 2 litros de gasolina incorpora admisión y distribución variable en escape y, gracias a ello, la potencia se eleva en 6 CV y alcanza los 147 CV. Este aumento de caballos no se refleja en una mejora notable en las prestaciones, pues el conjunto tiene un peso mayor, aunque sí en los consumos, que descienden, de media, 0,5 litros.Las dos variantes Diesel, de 2 litros aunque con diferente potencia, incorporan de serie filtro de partículas sin mantenimiento y han sufrido ligeras modificaciones con el fin de incrementar su poder. La mejora más sensible se ha realizado en el propulsor de gasóleo de más caballos, que pasa de 136 a 143 CV y cuyo par se eleva desde los 31,6 a los 36,7 mkg. El Diesel “pequeño" únicamente ofrece un caballo más y el par es algo superior (32,6 mkg). Las prestaciones (velocidad máxima, aceleraciones) se ven mejoradas y el consumo es ahora bastante más frugal, del orden de 0,5 litros menos cada 100 km en ciclo combinado. El resto de motores de la gama, el 1.8 de 120 CV y el 2.3 de 166, ambos de gasolina, son más eficientes en el apartado del consumo, pero no cuentan con cambios significativos. Todas las motorizaciones, excepto el 1.8, llevan de serie una nueva caja de cambios de seis relaciones y, opcionalmente, el 2.0 de 147 CV cuenta con una automática de cinco. A la vista, el "restyling" estético del Mazda 6 ha sido mínimo y se ha centrado en una parrilla algo diferente, con el logo de Mazda más grande, y unos grupos ópticos tintados en color más oscuro y con nuevos embellecedores. En el interior, las mejoras son más notables, con unos materiales y unos ajustes de mayor calidad. La consola central es ahora de color titanio oscuro, en lugar del tono plateado metalizado del modelo anterior. La forma de los asientos y los guarnecidos de las puertas también cambian. Las buenas sensaciones que despierta el interior vienen acompañadas de una menor sonoridad dentro del habitáculo, gracias al trabajo de insonorización que han realizado los ingenieros de la marca. Además, se incorporan nuevos automatismos, como el encendido automático de las luces, el sensor de lluvia y el acceso y arranque sin llave. También hay llantas de hasta 18 pulgadas con nuevos diseños y frenos de mayor diámetro como opción. El resto del coche no cambia. Mantiene, de esa manera, sus cotas de habitabilidad y el espacio para el maletero. En las plazas traseras pueden viajar con bastante comodidad hasta tres personas de talla alta, mientras que el maletero, con cerca de 500 litros de capacidad para las diferentes carrocerías (4 y 5 puertas y wagon), es suficientemente grande como para albergar bastante equipaje. Dicen los expertos que, cuando un producto funciona, lo mejor es no tocarlo demasiado. Eso es lo que ha pasado con el Mazda 6, la berlina media de la marca japonesa. El Mazda 6 cumple su cuarta temporada en nuestro mercado y es un producto que no ha perdido fuelle ni popularidad. ¡Ah!, pero la presión de los rivales es muy fuerte y es necesario actualizar el modelo y refrescar la imagen del mismo. Los cambios efectuados en la berlina nipona no han sido para nada radicales, sobre todo en lo que se refiere en su estética, pero sí se dejan notar. Así, se ha mejorado la eficiencia y la potencia de la mayoría de sus motorizaciones. Además, la calidad percibida en el interior, a través de nuevos materiales y mayor insonorización, es aún mejor.Las mecánicas no varían en número ni denominación respecto a la primera generación del Mazda 6, pero todos los propulsores han recibido, en mayor o menor medida, una serie de mejoras que les permiten declarar oficialmente un consumo menor. Así, dependiendo del propulsor, el ahorro va desde los 0,2 a los 0,5 litros. Los motores que han de copar el porcentaje más alto de las ventas, el 2.0 gasolina y los Diesel, reciben cambios más profundos. Así, el 2 litros de gasolina incorpora admisión y distribución variable en escape y, gracias a ello, la potencia se eleva en 6 CV y alcanza los 147 CV. Este aumento de caballos no se refleja en una mejora notable en las prestaciones, pues el conjunto tiene un peso mayor, aunque sí en los consumos, que descienden, de media, 0,5 litros.Las dos variantes Diesel, de 2 litros aunque con diferente potencia, incorporan de serie filtro de partículas sin mantenimiento y han sufrido ligeras modificaciones con el fin de incrementar su poder. La mejora más sensible se ha realizado en el propulsor de gasóleo de más caballos, que pasa de 136 a 143 CV y cuyo par se eleva desde los 31,6 a los 36,7 mkg. El Diesel “pequeño" únicamente ofrece un caballo más y el par es algo superior (32,6 mkg). Las prestaciones (velocidad máxima, aceleraciones) se ven mejoradas y el consumo es ahora bastante más frugal, del orden de 0,5 litros menos cada 100 km en ciclo combinado. El resto de motores de la gama, el 1.8 de 120 CV y el 2.3 de 166, ambos de gasolina, son más eficientes en el apartado del consumo, pero no cuentan con cambios significativos. Todas las motorizaciones, excepto el 1.8, llevan de serie una nueva caja de cambios de seis relaciones y, opcionalmente, el 2.0 de 147 CV cuenta con una automática de cinco. A la vista, el "restyling" estético del Mazda 6 ha sido mínimo y se ha centrado en una parrilla algo diferente, con el logo de Mazda más grande, y unos grupos ópticos tintados en color más oscuro y con nuevos embellecedores. En el interior, las mejoras son más notables, con unos materiales y unos ajustes de mayor calidad. La consola central es ahora de color titanio oscuro, en lugar del tono plateado metalizado del modelo anterior. La forma de los asientos y los guarnecidos de las puertas también cambian. Las buenas sensaciones que despierta el interior vienen acompañadas de una menor sonoridad dentro del habitáculo, gracias al trabajo de insonorización que han realizado los ingenieros de la marca. Además, se incorporan nuevos automatismos, como el encendido automático de las luces, el sensor de lluvia y el acceso y arranque sin llave. También hay llantas de hasta 18 pulgadas con nuevos diseños y frenos de mayor diámetro como opción. El resto del coche no cambia. Mantiene, de esa manera, sus cotas de habitabilidad y el espacio para el maletero. En las plazas traseras pueden viajar con bastante comodidad hasta tres personas de talla alta, mientras que el maletero, con cerca de 500 litros de capacidad para las diferentes carrocerías (4 y 5 puertas y wagon), es suficientemente grande como para albergar bastante equipaje.
Mazda6
Los mismos ingredientes, pero potenciados. Esa es la receta que se ha cocinado para la nueva generación del Mazda 6. La berlina nipona mejora sus motores en potencia y consumo y retoca ligeramente su imagen exterior e interior.
