Kia Sephia II 1.6 16V RS

Por 2 millones de pesetas los coreanos de Kia ofrecen una berlina de tamaño medio que cumple con honradez sin brillar en ningún apartado.

Kia Sephia II 1.6 16V RS
Kia Sephia II 1.6 16V RS

La guinda de este modelo la pone su nuevo motor. Éste pertenece a la nueva generación de propulsores que en Kia se conoce como MI-Tech. Es una mecánica de cuatro cilindros en línea de 1,6 litros con culata multiválvulas que rinde 101 CV a 5.500 rpm. A su paso por el banco de pruebas, no escatimó ni uno sólo de sus caballos; además, desarrolló los anunciados 101 CV a un régimen algo más favorable del que publicó la marca: 5.420 rpm. Su rendimiento lo podemos catalogar como bueno, si tenemos en cuenta que apenas contaba con 1.000 kilómetros de rodaje y que, a sólo 2.000 rpm, ya estaba ofreciendo más del 80 por ciento del par motor. Además, se mantiene en valores de rendimiento muy semejantes hasta superar las 5.000 rpm, momento en el que el motor desfallece para encontrar el corte de inyección en 6.600. Su funcionamiento, asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, es bueno en líneas generales. El cambio es suave y sus desarrollos presentan un adecuado escalonamiento. Tan sólo desmerece el tacto de la palanca, algo impreciso y largo en sus movimientos.Si el conjunto motor y cambio responden bien y se ajustan al mínimo pliego de exigencias de un coche de esta categoría, lo que no está a la altura es el bastidor. Éste, con McPherson delante y detrás —en la parte posterior apoyado por dos brazos transversales—, no consigue una adecuada estabilidad lineal. Su guiado, con una dirección poco precisa que no transmite información alguna al conductor, se complica por la suavidad de las suspensiones, que consienten excesivas inclinaciones de carrocería en el paso por curva. El Sephia II dispone de dos barras estabilizadoras, la delantera de 17 milímetros y la trasera de 14. El comportamiento deja claro que está falto de rigidez en los muelles y en amortiguación; pero también de estabilizadoras, que controlarían mejor el balanceo, si fueran más gruesas. Otro apartado a mejorar es el de los frenos, porque, en nuestras mediciones, se fue hasta los 90 metros. El ABS es opcional (125.000 pesetas) y sólo con este equipamiento se montan discos traseros en lugar de tambores, con lo que seguro que mejorará la frenada. Dentro del análisis de este apartado, es obligado repartir responsabilidades con los neumáticos que empleaba nuestra unidad: unos Hankook 185/65 y llantas de 14 pulgadas que no ayudaron nada.