Honda Jazz 1.2 i-DSI LS

Honda busca con el Jazz (conocido en Japón como Fit) hacerse con un espacio propio en el segmento de los utilitarios; para ello sus creadores han realizado un esfuerzo que ha tenido sus frutos: un pequeño por fuera que presenta un interior espacioso y que ofrece ese “algo más" que a otros les falta.

Honda Jazz 1.2 i-DSI LS
Honda Jazz 1.2 i-DSI LS

La velocidad máxima que avanza la marca es de 170 kilómetros por hora. En nuestro caso, la velocidad máxima que se ha alcanzado es de 160 kilómetros por hora y se trataba de circunstancias más que favorables. Lo normal es que el Jazz se mantenga sin dificultad en 120, pero rondando los 140 el motor parece decir que “hasta aquí he llegado". Es más, no sólo el propulsor llega a su tope, el resto del coche tampoco admite velocidades más elevadas, ya que el ruido aerodinámico comienza a hacerse molesto y la estabilidad del coche comienza a comprometerse. En cuanto al comportamiento del Jazz, se trata de un modelo ágil y de sencilla conducción. Es difícil meterlo en líos y, si se mete, sale sin dificultad. Sólo la dirección pone una mancha en este apartado; y es que la suavidad que se agradece en ciudad en carretera no admite demasiados despistes, ya que a cierta velocidad cualquier mínimo movimiento del volante se traduce un movimiento (no tan mínimo) del coche.

El Jazz es cómodo, aunque en firmes muy irregulares deja que estos bacheados se transmitan en demasía al volante.

Tal y como hemos comentado, los pedales y el funcionamiento de freno y acelerador son muy suaves, aunque efectivos. En cuanto al embrague, tiene una posición algo elevada. Sin salir de la zona, hay que indicar que el paso de rueda no es demasiado cómodo para apoyar el pie, algo que se nota más al realizar un viaje.

Lo cierto es que el coche, en general, es una muy buena opción de compra. Se trata de un modelo algo caro (13.800 euros ó casi 2,3 millones de pesetas), con un precio por encima del de los modelos que comparten segmento con él (no hay que olvidar ese toque de exclusividad del que lo ha dotado el fabricante), con un diseño atractivo y un espacio interior sorprendente. Sin embargo, el motor se le queda pequeño, un poco más de potencia no le vendría nada mal. El Jazz no tiene en sus prestaciones su mejor baza, sino que se basa más en la amplitud de su habitáculo, en las posibilidades que le ofrece su flexible espacio interior y en su consumo, que se sitúa en unos 5,5 litros a los 100 en recorrido mixto y en 6,8 litros en ciudad.