Al igual que los campesinos miran al cielo esperando con ansia la llegada de la necesaria lluvia que alimente sus cosechas, los amantes de Honda estaban deseando que la marca japonesa sacara una versión Diesel de su modelo más popular, el Civic.
De esta manera, esta mecánica de gasóleo, de 1,7 litros y 101 CV (102,5 en nuestro banco de pruebas) completa una gama bastante rica en la que podemos contar con versiones de 1,4 y 1,6 litros (de 90 y 110 CV, respectivamente) en carrocería compacta o sedán, deportivos extremos como el Type R (200 CV) e incluso un monovolumen derivado (el Stream).
El objetivo de la automovilística oriental es la de incrementar su presencia en los mercados del Viejo Continente, algo que, en los días que corren, únicamente se puede lograr gracias a la introducción de propulsores turbodiésel, algo que hasta hace poco tiempo no se había hecho.
Centrándonos en el que equipa este Civic, se trata de un propulsor de 1.686 centímetros cúbicos de origen Isuzu. Este motor, que es el mismo que utiliza Opel en algunos de sus modelos (Corsa y Astra), ha sido tratado por los ingenieros de la marca para adecuarlo a las necesidades del Civic (potenciarlo desde los 75 hasta los 100 CV) y para intentar paliar los problemas de exceso de consumo de aceite que han azotado a estos motores.
Aunque la arquitectura de la distribución es idéntica, con dos árboles de levas en culata y 4 válvulas por cilindro, lo que varía es el sistema de alimentación, pues en vez de mantener el sistema de inyección directa con bomba rotativa, turbocompresor e intercooler, utiliza inyección directa con sistema common-rail de segunda generación con una presión de 1.600 bares, sobrealimentado por un turbocompresor de geometría variable e intercooler, con una disminución en la relación de compresión. Al mismo tiempo, cigüeñal, bielas y pistones son nuevos.
El resultado, según los tests de nuestro banco de rodillos, es que el consumo se ha elevado una media de medio litro cada 100 kilómetros respecto al Opel Astra mientras que se ha incrementado la potencia en algo más de 25 CV y los desarrollos elegidos en el Civic se han acortado con el fin de remarcar la deportividad del modelo. Lo que también se ha logrado es reducir el ruido del motor, una de las pegas más signicativas de esta mecánica en los Opel que la montan. Esto se ha llevado a cabo a través de un aislamiento acústico adicional.