Ford Focus C–Max 1.8 y 2.0 TDCI

A finales del año que viene tendremos ya el nuevo Focus. Mientras tanto, para abrir boca, en Ford nos han presentado el C – Max, su propuesta de monovolumen compacto sobre la base del Focus. El bastidor y los motores, todo nuevo, serán los mismos que utilice el superventas del óvalo en 2004.

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El C–Max es un coche muy interesante: una buena idea. Llega para ocupar una carencia que tenía Ford en la parte media de su gama, en ese segmento de monovolúmenes compactos donde reinan el Scénic y el Zafira y al que acaba de llegar el Touran de Volkswagen con maneras de invasor.
La propuesta de Ford para la categoría se desmarca con claridad de los discursos de estos poderosos competidores.

José Pablo Rodríguez, responsable del producto en España, explica con facilidad en qué se fundamenta este desmarque: “el pliego de condiciones del proyecto C – Max exigía que el coche fuera moderno, de diseño atractivo y muy dinámico, de carácter deportivo". Desde ese condicionamiento de partida no se podía esperar un coche similar a sus rivales. Por eso, el C-Max tiene un sabor propio que nos habla de lo que ha sido el Focus hasta ahora y nos aventura lo que será cuando esté rediseñado. Es decir, es un familiar de tamaño compacto, algo más grande que la versión actual, diseño moderno y desenfadado y comportamiento audaz, en la línea de lo que ha sido siempre el divertidísimo Focus. En este sentido, pretenden desmarcarse por completo de la competencia con un modelo muchísimo más dinámico que los conocidos hasta la fecha.Sin embargo, esta búsqueda del dinamismo descartaba desde el principio la posibilidad de montar siete plazas, como han hecho sus rivales Zafira, Touran y que en breve será seguida por Renault con la versión larga del Scenic. De todas formas, en Ford no se preocupan por este tema: sus estudios de mercado indican que los compradores de este coche tendrán, por media, menos de dos hijos.

José Pablo Rodríguez, responsable en España de la comercialización del C-Max, asegura que el objetivo que se ha fijado Ford España para el primer año completo de venta del nuevo modelo está en 25.000 unidades, un horizonte ambicioso que se alcanzará una vez que esté la gama completa, hacia 2005. Para 2004, de momento, se conforman con 15.000 coches matriculados. Desde octubre de este mismo 2003 ya se podrá comprar en los concesionarios.

Rodríguez explica que este Focus viene a cubrir un hueco importante en la gama de Ford, que todavía no tenía el tan demandado monovolumen compacto. Los datos que manejan en la empresa señalan que un 42 por ciento de las ventas de coches en nuestro país corresponden al segmento compacto y, dentro de él, un 20 por ciento de los coches vendidos son monovolúmenes. Además, un 74 por ciento de la categoría se motoriza con máquinas Diesel.

“Las personas que compran estos coches", explica José Pablo Rodríguez, son “modernas pero no en exceso, disfrutan de la familia y tienen cierto poder económico". Estos compradores son mayoritariamente hombres (81 por ciento), de entre 30 y 45 años (63 por ciento) y con menos de dos hijos (65 por ciento de ellos) . La disponibilidad de espacio es su argumento de compra fundamental (39 por ciento), pero no el único, porque el diseño supone el 28 por ciento de la decisión.
Este dato es muy importante y, desde luego, está detrás del estudiado dibujo que luce este C-Max, mucho más arriesgado que sus rivales de segmento.
De precios todavía no hablan en Ford, pero sí dicen que nadie se irá a la competencia “por precio". El C–Max es un coche muy interesante: una buena idea. Llega para ocupar una carencia que tenía Ford en la parte media de su gama, en ese segmento de monovolúmenes compactos donde reinan el Scénic y el Zafira y al que acaba de llegar el Touran de Volkswagen con maneras de invasor.
La propuesta de Ford para la categoría se desmarca con claridad de los discursos de estos poderosos competidores.

José Pablo Rodríguez, responsable del producto en España, explica con facilidad en qué se fundamenta este desmarque: “el pliego de condiciones del proyecto C – Max exigía que el coche fuera moderno, de diseño atractivo y muy dinámico, de carácter deportivo". Desde ese condicionamiento de partida no se podía esperar un coche similar a sus rivales. Por eso, el C-Max tiene un sabor propio que nos habla de lo que ha sido el Focus hasta ahora y nos aventura lo que será cuando esté rediseñado. Es decir, es un familiar de tamaño compacto, algo más grande que la versión actual, diseño moderno y desenfadado y comportamiento audaz, en la línea de lo que ha sido siempre el divertidísimo Focus. En este sentido, pretenden desmarcarse por completo de la competencia con un modelo muchísimo más dinámico que los conocidos hasta la fecha.Sin embargo, esta búsqueda del dinamismo descartaba desde el principio la posibilidad de montar siete plazas, como han hecho sus rivales Zafira, Touran y que en breve será seguida por Renault con la versión larga del Scenic. De todas formas, en Ford no se preocupan por este tema: sus estudios de mercado indican que los compradores de este coche tendrán, por media, menos de dos hijos.

José Pablo Rodríguez, responsable en España de la comercialización del C-Max, asegura que el objetivo que se ha fijado Ford España para el primer año completo de venta del nuevo modelo está en 25.000 unidades, un horizonte ambicioso que se alcanzará una vez que esté la gama completa, hacia 2005. Para 2004, de momento, se conforman con 15.000 coches matriculados. Desde octubre de este mismo 2003 ya se podrá comprar en los concesionarios.

Rodríguez explica que este Focus viene a cubrir un hueco importante en la gama de Ford, que todavía no tenía el tan demandado monovolumen compacto. Los datos que manejan en la empresa señalan que un 42 por ciento de las ventas de coches en nuestro país corresponden al segmento compacto y, dentro de él, un 20 por ciento de los coches vendidos son monovolúmenes. Además, un 74 por ciento de la categoría se motoriza con máquinas Diesel.

“Las personas que compran estos coches", explica José Pablo Rodríguez, son “modernas pero no en exceso, disfrutan de la familia y tienen cierto poder económico". Estos compradores son mayoritariamente hombres (81 por ciento), de entre 30 y 45 años (63 por ciento) y con menos de dos hijos (65 por ciento de ellos) . La disponibilidad de espacio es su argumento de compra fundamental (39 por ciento), pero no el único, porque el diseño supone el 28 por ciento de la decisión.
Este dato es muy importante y, desde luego, está detrás del estudiado dibujo que luce este C-Max, mucho más arriesgado que sus rivales de segmento.
De precios todavía no hablan en Ford, pero sí dicen que nadie se irá a la competencia “por precio". El C–Max es un coche muy interesante: una buena idea. Llega para ocupar una carencia que tenía Ford en la parte media de su gama, en ese segmento de monovolúmenes compactos donde reinan el Scénic y el Zafira y al que acaba de llegar el Touran de Volkswagen con maneras de invasor.
La propuesta de Ford para la categoría se desmarca con claridad de los discursos de estos poderosos competidores.

José Pablo Rodríguez, responsable del producto en España, explica con facilidad en qué se fundamenta este desmarque: “el pliego de condiciones del proyecto C – Max exigía que el coche fuera moderno, de diseño atractivo y muy dinámico, de carácter deportivo". Desde ese condicionamiento de partida no se podía esperar un coche similar a sus rivales. Por eso, el C-Max tiene un sabor propio que nos habla de lo que ha sido el Focus hasta ahora y nos aventura lo que será cuando esté rediseñado. Es decir, es un familiar de tamaño compacto, algo más grande que la versión actual, diseño moderno y desenfadado y comportamiento audaz, en la línea de lo que ha sido siempre el divertidísimo Focus. En este sentido, pretenden desmarcarse por completo de la competencia con un modelo muchísimo más dinámico que los conocidos hasta la fecha.Sin embargo, esta búsqueda del dinamismo descartaba desde el principio la posibilidad de montar siete plazas, como han hecho sus rivales Zafira, Touran y que en breve será seguida por Renault con la versión larga del Scenic. De todas formas, en Ford no se preocupan por este tema: sus estudios de mercado indican que los compradores de este coche tendrán, por media, menos de dos hijos.

José Pablo Rodríguez, responsable en España de la comercialización del C-Max, asegura que el objetivo que se ha fijado Ford España para el primer año completo de venta del nuevo modelo está en 25.000 unidades, un horizonte ambicioso que se alcanzará una vez que esté la gama completa, hacia 2005. Para 2004, de momento, se conforman con 15.000 coches matriculados. Desde octubre de este mismo 2003 ya se podrá comprar en los concesionarios.

Rodríguez explica que este Focus viene a cubrir un hueco importante en la gama de Ford, que todavía no tenía el tan demandado monovolumen compacto. Los datos que manejan en la empresa señalan que un 42 por ciento de las ventas de coches en nuestro país corresponden al segmento compacto y, dentro de él, un 20 por ciento de los coches vendidos son monovolúmenes. Además, un 74 por ciento de la categoría se motoriza con máquinas Diesel.

“Las personas que compran estos coches", explica José Pablo Rodríguez, son “modernas pero no en exceso, disfrutan de la familia y tienen cierto poder económico". Estos compradores son mayoritariamente hombres (81 por ciento), de entre 30 y 45 años (63 por ciento) y con menos de dos hijos (65 por ciento de ellos) . La disponibilidad de espacio es su argumento de compra fundamental (39 por ciento), pero no el único, porque el diseño supone el 28 por ciento de la decisión.
Este dato es muy importante y, desde luego, está detrás del estudiado dibujo que luce este C-Max, mucho más arriesgado que sus rivales de segmento.
De precios todavía no hablan en Ford, pero sí dicen que nadie se irá a la competencia “por precio".