LO MEJOR
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LO PEOR
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* Espacio interior |
* Motor escaso |
Por un lado, la parte delantera se ha configurado con aires de monovolumen, con mucho espacio libre, la palanca de cambios sabiamente ubicada en el salpicadero, grandes superficies diáfanas y varios huecos para objetos de todos los tamaños, incluyendo un cajón en el reposabrazos que, por voluminoso, se vuelve molesto cuando hay que mover mucho las manos.
Pero Fiat no ha utilizado el hueco para acomodar bien a los ocupantes de las plazas delanteras, pues los asientos son bastante mediocres. Cortas las banquetas, extraña la posición, inexistente la sujeción lateral... Cuesta bastante sentarse bien ante este volante y, después, nunca se acaba de ir cómodo del todo, con las piernas poco sujetas y el tronco escurriéndose apenas el coche se inclina... Desde luego, la posición al volante es uno de los aspectos más mejorables del coche. En las plazas traseras, por su parte, se ha dejado de lado esa estética de monovolumen y se ha configurado un espacio más tradicional. Sobra sitio, eso es cierto, y tres adultos pueden viajar en esa banqueta trasera con total desahogo. Sin embargo, el asiento está muy recortado en curva por los extremos, lo que, una vez más, resta apoyo para las piernas y, por tanto, comodidad.Además, los asientos traseros no se separan, ni se escamotean, ni se mueven de forma independiente. Esta falta de modularidad sorprende en un coche que pretende ganarse el mercado familiar. En esta época en que los coches alardean de las docenas de configuraciones interiores que pueden adoptar, sorprende bastante esta falta de imaginación.
El maletero, en cambio, sí adopta una solución ingeniosa, aunque está por ver su utilidad. Gracias a un interesante sistema de bisagras, el fondo del maletero puede elevarse o bajarse. Si se eleva, queda un doble fondo que puede ser útil para esconder objetos valiosos o frágiles. Sin embargo, al habilitar ese nivel inferior, que ofrece 110 litros de capacidad, se reduce el superior a sólo 390 litros, lo que parece escaso para un coche de esta envergadura. Quien tenga que llevar mucho equipaje, claramente optará por condenar el hueco inferior y aprovechar mejor todo el espacio disponible. Bajo el doble fondo del maletero va escondida la rueda de repuesto, que, ¡malditos ahorros de coste! es de emergencia. Un detalle muy feo en un coche que apunta maneras de berlina de importancia, y, lamentablemente, no el único detalle mejorable.
Hay puntos que merecen una revisión, como el acabado de muchos puntos del habitáculo: hay guarnecidos que se desprenden, piezas que no ajustan bien, rebabas mal rematadas... Los plásticos elegidos para la consola central tampoco son de lo mejor.
A cambio, el diseño es muy moderno y atractivo, con buena lectura de los mandos y una correcta disposición de todos los controles. Incluso se aparta de lo convencional colocando la llave de contacto en el túnel central, al lado del cambio, como hacen los Saab.
Por los 24.400 euros que cuesta el Croma 1.9 JTD, Fiat ha introducido un equipamiento de serie bastante amplio. Cuenta, por ejemplo, con cinco airbags, incluyendo ya uno de rodillas para el conductor. Hay también ABS, llantas de aleación de 17 pulgadas y control de velocidad de crucero. En el interior, el climatizador bizona, el ordenador de a bordo y el equipo de sonido con reproductor de CD son lo más destacable.
Para mejorar la dotación hay que recurrir ya a las opciones, que son muchas. Entre ellas, destacamos las más recomendables: control de tracción y estabilidad (350 euros), airbags laterales traseros (300 euros)
control de estabilidad, rueda de repuesto convencional (197 euros), mandos del sonido en el volante (250 euros) y navegador (2.000 euros). También hay varios packs de equipamiento que, por buenos precios, añaden un plus de exclusividad al coche.