Fiat 500X, Opel Crossland X y Seat Arona: buscamos el mejor SUV de gasolina

Los nuevos motores de gasolina pueden que hayan llegado algo tarde a Fiat, pero lo han hecho a lo grande. La marca italiana se suma así a los fabricantes que añaden nuevos motores turbo de 3 cilindros con su familia FireFly, dispuesta a mejorar productos a los que les cuesta competir frente a los grandes líderes de sus segmentos. Es el caso del siempre interesante 500X, un modelo que ha visto como Renault Captur, Peugeot 2008, Seat Arona y Opel Crossland X le han pasado por la izquierda superándole hoy en día claramente en ventas.

Por eso, actualizado ahora en este inicio de 2019 en forma y, sobre todo, en fondo, ¿estará ahora más a la altura que nunca de sus rivales? Lo comparamos así y medimos con su nuevo 1.0 FireFly Turbo de gasolina y 120 CV frente a dos modelos que pueden considerare ya una referencia. De un lado, el emergente Seat Arona con su siempre pletórico motor 1.0 EcoTSI de 115 CV del grupo VW; del otro, el nuevo Opel Crossland X con su 1.2 Turbo de 110 CV. Todos de 3 cilindros, ¿cuál gana la partida? Te contamos cómo es y cómo va cada uno… y te dejamos los cuadros con todas las mediciones de nuestro Centro Técnico.

Fiat 500X 1.0 Firefly Turbo/120

Partiendo así de la misma plataforma que el original Jeep Renegade, el Fiat 500X se actualiza con un ligero lifting facial, que añade nuevos faros de LED al conjunto, rediseñados paragolpes, nuevos pilotos y asistentes, y una tecnología superior. También por dentro, el modelo italiano renueva asientos, acabados, tapicerías, volante y hasta instrumentación, ahora con una novedosa pantalla TFT de estilo neo-clásico. La pantalla táctil de serie con 7 pulgadas es más grande que antes, aunque podría también mejorar algo en su rapidez de respuesta y gráficos.

Este ambiente mejorado ahora en el Fiat 500X no se corresponde, sin embargo, con una mayor amplitud y espacio a bordo. La practicidad siempre fue uno de los lunares del SUV italiano frente a su competencia… y seguirá siéndolo. Como puedes ver en las mediciones, no es que sea demasiado pequeño para su segmento, pero en espacio trasero para piernas cuenta con menos distancia, su maletero es bastante contenido y tampoco sobresale ni en las cotas de altura ni de anchura. Por aquí, desde luego, no va a marcar diferencias, aunque puede compensar por diseño. ¿Pero y en su nueva mecánica?

Sí, porque como hemos dicho, quizá la gran novedad que incluye ahora el Fiat 500X se esconde bajo el capó. Ahí nos encontramos hoy a la nueva familia FireFly Turbo, que emerge ahora con nuevos bloques de cilindrada contenida, inyección directa de gasolina, turbo fijo con control electrónico de descarga y accionamiento de su árbol de levas por cadena. En esta ocasión, nos subimos al motor de entrada, de 1 litro, 3 cilindros y 120 CV de potencia con caja manual de 6 velocidades.

Con un buen rendimiento para mantener al ritmo del tráfico, es verdad que frente al superior 1.3 FireFly de 150 CV y 4 cilindros se aprecia una mayor debilidad, debiendo recurrir con más frecuencia al cambio para obtener siempre la respuesta deseada. Pero no puede considerarse lento ni extremadamente perezoso, cumpliendo con creces en un modelo como el 500X. Ágil, no alcanza eso sí el tremendo empuje a bajo régimen del nuevamente referente 1.0 TSI del Grupo VW, pero a pesar de lidiar con un mayor peso de carrocería, resulta más rápido que el 1.2 Turbo del Crossland X, gastando de media prácticamente lo mismo. No es para nada un mal conjunto.

Dinámicamente, poco cambia, y el Fiat 500X sigue respondiendo bien en carretera, no siendo el modelo de su clase que mejor filtra el bache o absorbe en amortiguación, pero ofreciendo un buen tacto de mandos y una eficacia más que notable. Con una buena capacidad de frenada también, ahora además se ha modernizado mucho con nuevos sistemas de advertencia de fatiga, reconocimiento de señales, mantenimiento de carril con corrección activa hasta 180 km/h y frenada de emergencia, que, aunque alguno quizá demasiado sensible, le permiten ganar mucho en comodidad y seguridad.

Cerramos el repaso al Fiat 500X conociendo sus precios. Disponible entre 20.250 y 23.250 euros, con descuentos incluidos y en función al acabado, el SUV italiano no es el más barato, pero tampoco excesivamente caro. ¿Y sus rivales?

Opel Crossland X 1.2 Turbo/110

Pues nos subimos ya al Opel Crossland X… que puede presumir, él sí, de ser uno de los SUV más baratos de su categoría. En esta ocasión, el SUV, que comparte desarrollo con el actual Citroën C3 Aircross, parte de 17.400 euros y es posible adquirirlo con cambio automático y máximo equipamiento hasta 23.170 euros. Sin duda, un modelo muy competitivo e interesante, que también ofrece muchos detalles de personalización (como en carrocería bicolor), aunque por dentro sea menos llamativo y caracterizado más por su sobriedad y la abundancia de plásticos más duros.

Ya por dentro, y aunque el Opel Crossland X, no sea el SUV más amplio de su clase, sí es capaz de sumar frente al 500X unas cotas más que razonables en toda su habitabilidad, con el mayor maletero de esta comparativa: con 425 litros de carga medidos por nuestro Centro Técnico, sí puede considerarse aquí una referencia en capacidad. Además, también destaca su variabilidad de espacio, con piso ajustable para ganar más profundidad y altura o dejar el fondo plano. Además, y como gran valor añadido, cuenta también con fila trasera regulable en hasta 15 centímetros y respaldos traseros que pueden también variar su ángulo.

Grande por dentro, ¿y mecánicamente? Aquí emerge su nuevo 1.2 Turbo, que no es más que el mismo bloque de 3 cilindros y 110 CV que en PSA llaman PureTech. Eso sí, aunque en los últimos Peugeot y Citroën probados siempre nos encandiló, aquí en el Crossland X deja algo frío. Le falta algo de empuje hasta cerca de 2.000 rpm, por lo que aunque luego estira bien, esa falta de vivacidad inicial termina por hacerle más lento que sus rivales. Y tampoco en consumos es una referencia, donde paga su mayor cilindrada que el Fiat y el Seat. El cambio manual, de largos desarrollos, tampoco ayuda.

Ya en marcha, este Opel Crossland X sigue mostrándonos un mejor compromiso hacia el confort de rodadura que a la precisión, no siendo demasiado directo y mostrando una dirección demasiado asistida. Por tacto, no es el SUV de su clase que más convence, aunque está bien aislado y resulta cómodo en los desplazamientos familiares. Y, volvemos al inicio, sobre todo está muy bien equipado a muy buen precio. Esa es su liga.

Seat Arona 1.0 TSI/115

Frente a ellos, y quizá en un término medio de precio, emerge hoy el Seat Arona… que sigue escalando mes a mes comercialmente y se sitúa ya casi, casi a la altura de Renault Captur y Peugeot 2008 como SUV más vendidos de su clase. En esta ocasión, este modelo concreto se mueve en una horquilla de entre 19.560 euros a 23.610, eso sí en este último caso ya con acabado FR y cambio automático DSG de doble embrague y 7 velocidades. Cochazo.

Pero, ¿qué aporta frente a Fiat 500X y Opel Crossland X? Pues prácticamente de todo. Derivado de la nueva plataforma MQB A0 del Grupo VW, la misma de Ibiza o Audi A1, el Seat Arona sorprende por su contenido tamaño y lo mucho que ofrece en espacio y tecnología. Siendo el más corto, más estrecho y más bajo, su habitabilidad en las dos filas interiores es la mejor, con una gran altura, anchura y espacio para piernas. Eso sí, a cambio, su maletero es más limitado, con 375 litros reales que no aprovechan bien las formas en capacidad. Y tampoco cuenta con la flexibilidad y variabilidad el Crossland X.

Junto a esta gran habitabilidad, el Seat Arona sorprende por un interior más llamativo y que, por primera vez en el segmento, puede incluir hasta cuadro de instrumentación completamente digital o una sofisticada pantalla de información y entretenimiento de 8 pulgadas. Muy buen equipamiento y ambiente, que se contempla con una puesta a punto más dinámica… que se corona con el acabado deportivo FR.

El Seat Arona, por tanto, se muestra en carretera con un tacto más directo y una dirección muy precisa. Su comportamiento es muy ágil, gracias también a su contenido tamaño y a ser el más ligero de todos, mientras que su suspensión es la más firme y logra contener muy bien cualquier movimiento de carrocería. Y puestos a redondear el conjunto, hora de hablar de su motor, de “el motor".

Y es que este 1.0 TSI de 3 cilindros y 115 CV se muestra pletórico en el Seat Arona. Aprovechando, como ya hemos dicho, la ligereza del SUV, ofrece una gran respuesta desde bajo régimen, llevando en volandas al Arona como el más rápido claramente de la comparativa en todas las mediciones. Pero es que, además, completa su ejemplar rendimiento una eficiencia fantástica, capaz de llevarle a unos consumos hasta 1 l/100 km menores tanto en carretera como en ciudad… y es mucho en este segmento y con estos coches.

En definitiva, que por agilidad, espacio, rendimiento y tecnología, el Seat Arona domina claramente esta comparativa, con un Opel Crossland X muy económico y que se situaría detrás impulsado con su gran espacio, modularidad y capacidad de maletero. El Fiat 500X, que ha mejorado, debe seguir esperando turno, porque no termina de ser el mejor en ningún apartado… aunque tampoco es, ni mucho menos, malo.