Arrancó la nueva gama DS con el DS 7, luego llegó el DS 3, no hace mucho el DS 9 y ahora llega el que debe ser su modelo más vendido al encuadrarse en uno de los segmentos clave del mercado, el de los compactos. Las armas con las que juega el nuevo DS 4 no son nuevas dentro de la marca: diseño, calidades, tecnología y confort. Llamativo estilo para el DS 4 equilibrando elegancia y dinamismo y generando una imagen general de SUV Coupé, aunque no por altura -1,47 metros- pero sí más elevado que sus rivales naturales como Audi A3, BMW Serie 1 o Mercedes Clase A.
Me quedo en este nuevo DS 4 sobre todo con la imagen del costado y la trasera –estilo que ya nos sugirió el concepto DS Aero Sport Lounge-, con un frontal más convencional y al que ya nos ha acostumbrado DS. Esta silueta transmite poderío aunque a costa de penalizar el espacio trasero, sobre todo a nivel de espacio de rodillas y altura –el techo practicable condiciona aún más-. Tampoco es fácil el acceso trasero por un hueco estrecho. Maletero de 390 litros para la versión híbrida enchufable -40 litros más para el térmico-.
Llama la atención que DS no quiera jugar en el interior de este DS4 la baza actual de las megapantallas. Tras el aro del volante un cuadro frontal ya visto en Citroën que se complementa con proyección de info en luneta delantera y con una pantalla central de 10 pulgadas a la que se suma un Smart Touch en posición más baja y más a mano -junto a los conmutadores de cambio y modo de conducción, también vistos en el PSA- para atajar accediendo a funciones clave –no a todas y en marcha hay que acostumbrarse-. Notables calidades y excelentes materiales como cuero y aluminio de verdad, con mucho trabajo realizado a mano y acabados de alto nivel. Quizás ya nos hayamos acostumbrado al efecto wow del pasado en cuanto a interiores de DS y éste del DS 4 sea el menos revolucionario, aunque manteniendo el ADN visto en otros modelos de la marca. Siguen llamando la atención los aireadores centrales escamoteables y los laterales formando parte de las puertas. Postura de conducción fácil de conseguir jugando con asiento y volante.
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DS 4 2022: motores y comportamiento
A prueba las dos opciones de 225 CV en este DS 4, una puramente térmica y otra PHEV -234 kilos de diferencia-. El gasolina PureTech 225 nos gusta, se muestra tan efectivo y reactivo como cómodo en carreteras secundarias del norte de Francia aunque quizás un poco artificial a nivel de dirección. En el DS 4 E-Tense 225, 55 km de autonomía eléctrica y cuatro modos de conducción fruto de combinar el motor de gasolina de 180 CV junto a uno eléctrico de 110 CV que alimenta una batería de 12,4 kWh. Arranque suave o vigoroso en modo cero emisiones, según demanda de nuestro pie derecho. Cuando el motor gasolina colabora, se nota su presencia, pero con un sonido para nada desagradable. En el modo Sport, la sensación de la dirección es más consistente; en los otros modos de conducción, se siente demasiado ligera.
Pero el hábitat natural de este DS 4 es el de buscar el confort máximo de conductor y ocupantes. Y es en este modo Confort donde la amortiguación ajustable automáticamente, ayuda y mucho a la sensación de alfombra voladora en base a la información de la carretera capturada por una cámara de video y que preadapta el trabajo de la suspensión. También se nota en este DS 4 el trabajo de aislamiento acústico del interior para minimizar ruidos parásitos exteriores.
Hay un DS 4 desde 28.800 euros -130 CV gasolina- mientras que si pides electrificación enchufable –te llevas 225 CV- súmale 10.000 euros más. También tienes la opción gasolina 180 CV desde 38.500 euros y el Diesel 130 CV desde 31.100 euros. No son baratos, pero frente a los alemanes Premium sí salen las cuentas.
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