Cuando Toyota lanzó el Yaris Verso hace ya más de un año planteaba un coche radicalmente nuevo. No es un monovolumen al uso, sino que está en la talla del segmento B, donde entran coches como el Ibiza, el Polo o el Berlingo, aunque no tiene ni vocación de utilitario ni de comercial. Lógicamente, es un poquito más ancho que esos modelos (1.690 mm) y bastante más alto (1680 mm). A primera vista uno piensa que en una curva rápida y fuerte, con tanta altura y tan poca longitud, el coche corre el riesgo de volcar. Nada más lejos de la realidad. Una batalla bastante larga (más que la del Yaris normal) y muy poca altura con respecto al suelo sitúan el punto de gravedad muy abajo. Si a esto se suma que la anchura de vías (distancia entre ruedas de un eje) es bastante buena, el coche resulta muy estable y proporciona un paso por curva de lo más relajado. Es su objetivo: llevar a una familia a buen paso y sin que los pequeños den botes por el asiento trasero. Por fuera, el coche es interesante. Un diseño muy estudiado le proporciona una aerodinámica muy acertada para un vehículo tan alto. El frontal del coche sigue en la línea del Yaris, con su parrilla en forma de T y los faros muy altos. Donde se notan más novedades es en el lateral. El Verso tiene una línea de cintura muy alta, lo que le da un llamativo aspecto de robustez. Sin embargo, no es un coche que tenga pinta de torpe. Ese lateral tan rotundo va aliviado por zonas con profundidades diferentes, lo que aligera bastante la carga de chapa y le da un aire más vivo. Por detrás, hay que mencionar el gran portón de una hoja que da acceso al maletero. Por su boca cabe cualquier carga. Una vez dentro, ya es otro mundo. Lo que por afuera parecía pequeño se transforma y, realmente, sobra sitio. Sobre todo hacia arriba: un jugador de baloncesto iría en él sin ni tan siquiera rozar el techo. Las plazas delanteras son muy cómodas, sobre todo la del conductor, que lleva todos los instrumentos al alcance de la mano. El habitáculo es completamente modular, con lo que los asientos traseros se desmontan en un instante y se escamotean bajo un falso suelo: resultado, fondo trasero plano por completo y una capacidad de carga sin asientos de 2.160 litros. Esta innovadora solución es de lo más destacado del interior. Lo demás, es más conocido. Multitud de huecos y guanteras, linternas, cuadro de mandos enfocado al conductor y situado a su derecha, sistema de navegación por GPS opcional, compact disk, airbags delanteros, opción de incorporar también los laterales… Lo peor del habitáculo es su mala insonorización.
Contacto: Toyota Yaris Verso 1.5. VVT-i
Con un objetivo de ventas de 1.000 coches por año, Toyota lanza en España la última evolución del Verso, un monovolumen que se enmarca en el segmento B. La gran novedad es su motor 1.5 de 106 CV
